Capítulo 2

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Minutos antes

La presencia de paredes significa un aumento en las posibilidades de ser encontrados. Asa y Dan acostumbran mantenerse lejos de la zona urbana, encontraron refugio en un campamento pequeño a unos kilómetros fuera de la ciudad.

Ella es más ágil, aprendió a defenderse y a luchar por la necesidad de adaptarse y sobrevivir en una situación que le exigía ser fuerte, en cambio Dan es más obstinado, habil en el combate mano a mano pero un poco carente de iniciativa, suele ser más precavido en contraste con Asa que tiene sangre guerrera y espíritu aventurero.

A su paso por el lugar ambos lograron percatarse del ruido de los disparos que cada vez se escuchaban más cerca.

— ¡Espera! — dijo Asa —. Tenemos que acercarnos.

— No parece problema nuestro — comentó Dan.

Pero Asa ya había logrado escabullirse entre los edificios y a Dan no le quedó más remedio que seguirla.

— Allá vamos de nuevo — mencionó Dan sin la clara convicción de estar haciendo lo correcto.

— Me temo que un día moriré Asa y tengo el ligero presentimiento de que tendrás mucho que ver en eso.

Dan siempre tenía la extraña obsesión de imaginarse la forma en que habría de morir, su cabeza generaba mil maneras de las que difícilmente a cualquiera podría ocurrirsele, sus ideas iban desde morir mordido por un tiburón hasta ser picado por una abeja gigante. Sin duda su favorito era caer en un abismo sin fin lo cual implicaba que moriría de sed o de hambre. Pensar en esas cosas le generaba placer, lo fugaba temporalmente de la realidad, sabía que hablar de la muerte era su manera de sobrellevar el "Apocalipsis alienígena" que se daba a la orden del día.

— ¿Quieres dejar de pensar en eso Dan?. Agacha la cabeza, necesito apoyarme para poder pasar. En el edificio de allí. ¿Vez algo?.

— No veo más que ventanas y cristales rotos.

— Más arriba. ¡Tenemos que ayudarlo! — ordenó Asa al momento que trepaba con destreza por las paredes del edificio.

Justo en la cima se encontraba la antesala del enfrentamiento entre Joval y el alienígena.

— ¡Un Aniquilador! — afirmó Asa mientras permanecían ocultos detrás de fierros retorcidos.

Asa tenía bien identificado a la amenaza, pero eso no fue lo que llamó la atención, sino el hecho que pudo ver como Joval portaba sus gafas de realidad aumentada lo que significaba que posiblemente estaba grabando lo sucedido. El aniquilador había descubierto su rostro y Asa estaba dispuesta a intervenir sólo por la necesidad de poseer aquel video. Se tomó el tiempo suficiente ( dos segundos bastaron ) para ajustar su puntería. Pegó justo en la cabeza del aniquilador pero debido a su fuerte armadura no logró causarle ningún daño.

El aniquilador se dio vuelta confuso de la situación, Joval aprovechó el momento para noquearlo, logró derribarlo causando que cayera inconsiente al suelo mientras aprovechaba el momento para recuperar su arma.

— ¡Venga Dan!, es nuestro — gritó eufórica Asa cuando sacaban entre sus largas bolsas todo tipo de cuerdas y artefactos para someterlo.

Joval apuntaba hacia la cabeza del aniquilador dispuesto a acabar con él de una vez por todas. Asa en un movimiento rápido estiró el brazo para bajarle el arma.

— Venga es suficiente, solo perderás el tiempo.

Tiraba del brazo de Joval animandolo a que abandonaran el edificio de una vez por todas. Ésta avienta una especie de ancla unida a una cuerda la cual se enganchó a un edificio aledaño.

— ¡Es todo Dan! — comentó mientras le hacía señas con la cabeza a Joval para que los siguiera, no muy convencido éste se abalanzó tras ellos improvisando con una soga que justo antes le habían facilitado.

— ¡Estamos a salvo! — menciona Asa  después de haber transcurrido cinco minutos de una extrema huida por un largo camino de escombros y matorrales.

— ¡Dime que tienes el video!, tengo que decirte que jamás habían dejado verse la cara. Espero que todo esté grabado para el que guardián pueda verlo.

— ¿A donde me llevan?  — pregunta Joval — y de que guardián me hablan.

— Espera a verlo — respondió Dan —. El mismo jura haber vivido miles de años. Es más viejo que algunas estrellas que habitan el cielo.

— ¿Pudiste ver su rostro? — dijo Asa.

— ¡Eso creo!.

— ¡Bien!, Tendremos que llevar la evidencia al guardián, estoy seguro que el sabrá decirnos de que se trata. Espera a que lo conozcas, seguramente querrá hacerte algunas preguntas.

— Dame una razón por la que deba ir con ustedes. ¡Mis compañeros!, necesito regresar por ellos.

— ¿Regresar?, si no fuera por nosotros ahora estarías muerto y nunca te escuche darnos las gracias.

— Dudo que lo hayan hecho por puro amor al projimo, era más por el provecho que querían sacar de esto, todo fue por el video.

Asa volteo a ver a Dan y rápidamente giró la cabeza hacía Joval mientras le apuntaba con su arma.

— ¡Vendrás con nosotros quieras o no!.

Joval logró conservar la calma a pesar de la situación.

— Escuché que el guardián tendrá cierto interés por hacerme unas preguntas ¿Cómo un muerto va poder contestar a esas preguntas si me disparas ahora?.

Asa bajó lentamente el arma y miró fijamente a Joval con una mirada profunda de consideración.

— Sólo serán unos cuantos minutos, si las cosas se complican volveremos al campamento y quizás más tarde regresemos con más refuerzos. No se te ocurra hacer algo extraño, mantente siempre donde pueda verte y ten mucho cuidado, lo digo por si acaso piensas huir, en esas circunstancias será más fácil dispararte que darle explicaciones al guardian sobre tu tonta huída.

Andrógino - La profecía del origen #PGP2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora