Capítulo 22

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La nave nodriza

Joval y el grupo logró deleitarse por la hermosa postal del amanecer en el horizonte en cuanto se acercaban a su destino. Desde lo lejos lograron percibir como una nave gigantesca permanecía por encima del estadio. Ésta era tan enorme que cubría todo dejando una enorme sombra sobre el estadio. Bajo el mismo estadio parecía todo oscuro por la nave que obstaculizaba el paso de los rayos del sol. La postal era impresionante. Era la nave nodriza y estuvo esperando toda la noche sobre el cielo. Ésta tenía forma plana, aunque a su andar podía cambiar de forma dependiendo de sus intenciones. Era una especie de rompecabezas de cubos que podían fácilmente desplegarse y tomar diferentes formas dependiendo de sus intereses. Era majestuosa y de un tono gris plateado con pequeñas partes oscuras por su deterioro. Con la luz del sol pegando sobre ella el color parecía ser marrón, parecía un poco más vieja en comparación con las esferas voladoras que estaban todos acostumbrados a ver.

El helicóptero poco a poco fue descendiendo, se perdía bajo la sombra de la nave alienígena. Su tamaño era como el de una mosca comparado con la colosal nave.

Los presidentes de los países más importantes del mundo permanecían en espera. Tan pronto llegó el grupo de Joval, la nave alienígena hizo un molesto ruido como el de un timbre demasiado agudo que resultaba muy molesto para los oídos, el sonido era tan fuerte que hizo vibrar todas las ventanas de los edificios aledaños así como todas las armas de los presentes. Más tarde se supo que fue para neutralizar todas las armas y así evitar ser tomados por sorpresa. Los humanos ahora estaban desarmados de alguna manera, tenían que confiar en que las cosas saldrían bien a como de lugar.

Tras un corto momento poco a poco se fue abriendo una de las compuertas principales de la nave nodriza.

Joval y Asa se encontraba justo por debajo de la nave cuando un par de platillos cromados de unos cincuenta centímetros de diametro bajaban haciendo extrañas curvas como si ambas siguieran un mismo patron de descenso.

Los platillos pronto quedaron junto a los pies de Joval y Asa, como si quisieran que subieran únicamente ellos. Tras pensarlo, Asa sube a la plataforma mientras le hace señas con la mano a Joval para que la siguiera. Una vez los dos posicionados, las plataformas fueron subiendo poco a poco hasta perderse dentro de la nave nodriza. Ambos se miraban a la cara en total silencio esperando que las cosas salieran bien. Fueron pasando entre angostos pasadizos, su andar siempre fue a la par, la plataforma parecía ser guiada automáticamente, grandes puertas y otras más pequeñas se abrían una y otra vez hasta que se detuvieron ante una puerta más protegida. Parecía de otro material más resistente. La puerta se abría lentamente entre ruidos de metal y grilletes moviéndose en su interior. Como si ésta tuviera un sofisticado modo de operar. Estaba todo en silencio cuando Asa se decidió a hablar.

— Esto será difícil de entender para ti Joval. En unos minutos entraremos, pase lo que pase, confía en mí a pesar de lo que escuches.

Joval no pudo evitar sorprenderse. Estaba apunto de hablar cuando la puerta se abrió.

Estaba ante ellos un ser con características sumamente parecidas a la nuestra. Tenía un rostro parecido al humano pero con facciones un poco más marcadas, era imposible saber si era hombre o mujer, reflejaba la sutileza de un rostro fino y expresivo de una mujer aunque su mirada reflejaba fuerza y convicción propio de un macho alfa. Permanecía sentando en un trono de metal, ante toda clase de armas  sofisticadas e irreconocibles hasta para la misma Asa.

— ¡Es bueno verte por aquí mi querida Asa! — dijo el alienígena ante la mirada de Joval que no lo creía.

— Apenas eras una niña cuando nos vimos la última vez. Después de tantos años ahora podemos decir que estamos del mismo bando. En cuanto supe que estabas involucrada en esto sabía que de alguna manera querías terminar lo que un día comenzó tu padre.

— ¡Que quede claro que no fue por ustedes! — exclamó Asa —.  La tierra es el único lugar al que puedo llamar hogar. La defendería hasta la muerte cada una de las veces que ustedes se atrevan a atacarla.

— ¿Que van a decir cuando sepan que no eres igual a ellos? — dijo el alienígena.

— No creo que sea peor que ser cazada como a un animal como lo hicieron ustedes.

— ¡Tenían una misión! — exclamó enfadado el alienígena —. En cambio decidieron desafiarnos. Eso trajo represalias inclusive hasta para alguien  como tu padre.

Era obvio que "El Juez" como Asa lo conocía había intentado provocarla. Pero Asa inmediatamente se dio cuenta de eso, así que decidió no seguirle el juego y hablar sobre lo que era realmente importante.

— No venimos a eso — continuó Asa —. El presidente quiere tomar las medidas pertinentes y conocer detalladamente el proyecto fusión.

— Encargate de eso — ordenó el Juez.

— El proyecto fusión empezará dentro de tres meses. Sólo serán reclutados los mejores guerreros. Tienen poco tiempo para encontrarlos. Nosotros haremos la parte que nos corresponde. Aquí podrás encontrarme. Las puertas no se le abriran a nadie más que a ti.

— Podrás decirle a cada de tus líderes que todo está claro. El planeta será suyo después de finalizada la guerra. Sólo tenemos dos años antes que el enemigo esté aquí. No hay tiempo que perder. Tu misma sabes lo pesado y tardado que es un proyecto como este.

— Espero que no haya ninguna duda. Te dejo con Rizz ella te revelará todos los detalles del proyecto.

La mejor parte era la que seguía. El documento por escrito de todo lo que abarcaba el proyecto fusión. Tras unas pequeñas indicaciones de Rizz Asa tomó el documento y partió junto con Joval. Por el momento había una sola cosa en que enfocarse y eso era en buscar a las personas idóneas para este proyecto. No bastaba con que sólo quisieran, iba a ser una difícil búsqueda para seleccionar a los mejores guerreros del planeta tierra.

Andrógino - La profecía del origen #PGP2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora