Rumbo a Cleveland
El truequeEl equipo rumbo a Cleveland estaba en peligro. Fueron sorprendidos mientras dormían. Eran intrusos en un territorio que no les correspondía. El enemigo era humano pero no estaba interesado en compartir el lugar con nadie. La cuadrilla necesitaba una excelente coartada para poder salir de esta.
— ¿¡Que buscan aqui!? — preguntó Chuck —. ¡Aquí nadie es bienvenido!.
Joval levantó lentamente las manos para calmar al enemigo y hacerle ver que no venían con malas intenciones. Asa hizo lo mismo. Ambos se veía el uno al otro hasta que por fin Joval se atrevió a hablar.
— ¡Sólo estamos de paso!, nos iremos ahora mismo si es necesario, no fue nuestra intención invadir su refugio.
Chuck era el líder del lugar, estaba decidido a proteger a su gente a toda costa. Era una persona alta y fuerte, con la cara remarcada por rasgos sumamente toscos que sólo reflejaban frialdad y malicia.
La situación no mejoraba para nada. Y para empeorar las cosas un poco, se percataron de la presencia de la pick up que estaba en el estacionamiento.
— ¡Veo que viajan muy comodos!. «Justo lo que nos hacía falta chicos, una camioneta». Espero que no sea mucha molestia. La tomaremos prestada, quizás unos días, unos meses o mejor de por vida.
Joval sabía que estaba ante una situación difícil, pensaba en la necesidad de reaccionar rápidamente antes de que el enemigo logre adelantarse. Miraba a Asa sigilosamente para interpretar su mirada. Necesitaba asegurarse de contar con su rápida reacción, el tiempo corría en total estrés hasta que Jake se para en seco levantando las manos.
— ¡Un momento chico! — exclamó Chuck mientras le pegaba a Jake con la cacha de su arma justo en la boca. Éste cayó de rodillas mientras se sobaba los labios y miraba con desprecio a Chuck.
Joval aprovechó la confusión para tomar un rehén. Logró jalar a un joven hasta posicionarse detrás de él mientras sujetaba un cuchillo cerca de su cuello. Asa alcanzó a apuntarle a Chuck con una pistola alienígena. Chuck se sorprendió de la situación.
— Es una pistola con núcleo de plasma de cuatro tiempos. Lo suficiente veloz y poderosa para acabar contigo y tus compañeros. No me hagas hacer esto, sólo deja en paz al chico y nos iremos ahora mismo — ordenó Asa con convicción.
Chuck miraba firmemente a Asa. Sabía que ahora estaba en desventaja ante la poderosa arma. La situación llegaba al límite cuando una voz se escuchó entré el alboroto.
— ¿Jake? — preguntó la voz.
Jake miraba sorprendido, reconoció la voz inmediatamente. Hizo lo que pudo para estirar el cuello y asegurarse que no lo estaba imaginando. Se trataba de su hermana Vania. Jake y ella se habían separado hacía mucho cuando sus padres se divorciaron. Llevaban una buena relación a pesar de ser de madres distintas. Se tenían el uno al otro sobre todo en las situaciones más difíciles.
— ¿Vania eres tú? — preguntó Jake sorprendido.
Vania no pudo evitar sonreír. Entre lagrimas y risas se abalanzó hacía Jake dandole un calido abrazo, el abrazo fue tan fuerte que casi lo tira al suelo.
Aunque no totalmente convencidos, ambos bandos fueron bajando lentamente sus armas ante las miradas de algunos inconformes. La situación rápidamente mejoró. Las armas pronto desaparecieron, todo había salido bien gracias a la casualidad y la suerte de este par de hermanos que se encontraron en el momento más oportuno.
Chuck se dio la media vuelta tratando de ignorar el asunto. Se aparto lentamente del lugar mientras dijo unas palabras.
— No pueden quedarse. Vania podrá irse con ustedes sólo si recibimos algo lo suficientemente bueno a cambio. Aquí nadie sale a menos que se pague un precio alto por ello. Tienen una hora para pensarlo.
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Andrógino - La profecía del origen #PGP2018
Science FictionCorre el año 2035, desde hace miles de años nuestro planeta esconde un oscuro pasado y ahora los humanos están desapareciendo sin dejar rastro. En un escenario donde el tema principal será sobrevivir, la capacidad para adaptarse será fundamental en...