Vidas Entrelazadas 23.

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Había estado una semana evitando a Louis, me pasaba la mitad de los días en mi habitación sin salir. Solo salía para comer, cuidar de mi padre e ir al colegio, nada mas. Louis cada tarde golpeaba la puerta de mi habitación para preguntarme lo mismo.

- ____ ¿puedo entrar? tenemos que hablar.- me decía desde detrás de la puerta.

Pero solo recibía silencio por mi parte.

-____ por favor, si sales te prometo que lo pasaremos bien, anda sal.- su voz la notaba mas cerca, parecía apoyado en la puerta.

Silencio y más silencio

- Vendrán mis amigos esos que te caen tan bien, no creo que te guste estar todo el día encerrada.- tenia razón pero no pensaba salir.

No le conteste a nada de lo que me dijo, al final Louis se fue sin decir nada.

Me apetecía hablar con Martha así que le envíe un mensaje

Me apetece verte, ¿vienes a mi casa y hablamos?

Espere unos diez minutos pero no me contesto, Martha no suele tardar con los mensajes. Así que me levante de la cama y fue hacia el balcón que tenia. Me quede ahí contemplando el bosque que tenía enfrente, era precioso y me daba paz y tranquilidad, algo que necesitaba ahora mismo. No había ido a la cita que Louis me propuso para el viernes, aunque se planto en mi habitación con un esmoquin que le quedaba muy bien, pero me negué en rotundo. Cada no que le decía me rompía un poco el corazón  pero tenia que ser fuerte. Al final el acabo indignado y decepcionado conmigo, antes hubiese preferido que me hubiese gritado pero no fue así. Acabe llorando en mi cama, esa cama se había vuelto  mi refugio en esta casa.

Una brisa fría recorrió mi cuerpo, estaba empezando a hacer frío, así que volví a entrar en mi habitación. Suspire mirando mi habitación pero tenia que quedarme en ella aunque quisiese salir de ella e ir a la habitación de Louis y darle el abrazo que me hacia falta .Pero sobretodo que me dijese "todo va a salir bien princesa" pero sabia que eso era imposible y mi pequeña visión de felicidad se desvaneció al mismo tiempo que oía unas risas al otro lado de la pared.

Eran risas de más de tres personas, me acerque sigilosamente a la puerta y con mucho cuidado de que no me oyese nadie escuche la conversación, o el trozo de conversación que tenían esas personas.

- Pero tío tu casa cada vez parece mas grande.- dijo uno con acento irlandés.

- Cállate capullo, que esta igual que siempre.

- Louis, esta puerta es la habitación de ____ ¿no?- dijo otro.

-Lo es, pero como habrás la puerta te pego.- le respondió de forma muy dura.

- No te enfades tío que yo te amo.- dijo el mismo.

- Liam cállate.- dijo Louis soltando una risa.- que no soy gay y no quiero que nadie lo piense.- todos rieron con ese cometario.

- Pues yo voy a abrir la puerta y preguntarle como esta.- dijo otro de una voz grave.

-¡No lo hagas HARRY!- grito Louis.

Corriendo me aleje de la puerta y me fui al balcón, para que pereciese que  no había oído la conversación. Me coloque en la baranda del balcón con los brazos apoyados haciendo que veía el paisaje.

Tocaron a la puerta.

-¿Quien es?- pregunta de la cual sabia la respuesta.

- Tu amigo Harry.- me hizo gracia lo de amigo ya que lo había visto dos veces.

- Anda pasa Harry.- me di la vuelta y me volví a meter en mi cuarto.

El chico de ojos esmeralda y rizos marrones me miraba con una sonrisa en sus labios, se le marcaban los hoyuelos haciendo de el una imagen digna de mirar. Era guapo, como si alguien hubiese esculpido su cara. Si nadie ocupase mi corazón seguro que el se encargaría de ocuparlo, pero como he dicho estaba ocupado.

Vidas Entrelazadas (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora