Vidas Entrelazadas 28.

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Louis y yo subimos al coche de Gemma, Harry también estaba pero durante todo el camino nadie dijo nada. Yo sólo estaba acurrucada al lado de Louis en los asientos trasteros. Tenía una sensación de que estaba aislada del mundo, que me iba a quedar sola. Y tenía razón, dentro de poco lo estaría.

- Ya llegamos chicos.- dijo Gemma en voz baja.

- ¿Estaréis bien? - preguntó Harry preocupado.

- Sí, tranquilos. Sólo necesitamos descansar un poco, esos dichosos sofás de hospital te dejan la espalda mutilada.- Louis intentaba relajar la situación, pero todos sabíamos que en estos momentos necesitábamos estar solos y llorar.- Podéis iros a casa, si pasa algo os avisamos.

- De acuerdo.

- Adiós.

- Hasta luego.

Entramos en casa a paso lento, yo tenía demasiado sueño como para pensar, pero no me quería quedar sola.

- Louis, ¿te importa quedarte conmigo?

- Me cambio de ropa y voy ____.

- Está bien, yo haré lo mismo.- como no suba rápido las escaleras me quedaré dormida de pie, pienso.

Lo bueno de estar muy cansada es que tu cerebro no te deja penar, sólo quieres cerrar los ojos y olvidarte de todo por unas horas. Ni siquiera tenía hambre.

Llegué arriba, me quité la ropa y cogí una camiseta rosa que me llegaba por los muslos y unos leggins. Y que no faltaran los calcetines largos. Bajé las persianas y me metí en la cama.

Estaba a punto de quedarme dormida pero escucho que se habre la puerta. Louis. Me hacía mucha falta su presencia.

- Ya he llegado.-dice- ¿Sabes que es muy temprano para dormir?

- Prefiero dormir y no pensar, que pensar y ponerme a llorar. Además estoy muy cansada y me escuecen los ojos. Si me cae una lágrima más sin haber descansado, sencillamente explorarán.

- Tienes razón, yo también estoy cansado. Venga hazme un sitio.- aparta el edredón con las manos y se mete con cuidado en mi cama. Me abraza, y yo como una tonta le devuelvo el gesto.- Extrañaba esto, ¿sabes?

- Yo también, pero ahora déjame dormir. Lo necesito. Más tarde tengo que hablar contigo.- en cada palabra mi voz se escuchaba menos.

- ¿Hablar de qué?- pregunta.

- Pues que nuestra profesora de biología me ha ofrecido una beca para irme a España a estudiar. Y yo la he aceptado. Es en verano y ya queda poco, bueno un trimestre entero pero me iré antes si mi padre se... se muere. No podré estar aquí y que todo me recuerde a él, además quiero y necesito ver a mi madre y a mis amigos.

- ¿Y yo qué? No te puedes ir así, tan rápido.

- Es lo que quiero Louis, y voy a hacerlo. Me quedaría aquí si todo estuviera bien, pero si no está mi padre aquí, ¿qué pintó yo en vuestra casa? Sin él no soy nadie aquí. Y lo sabes Lou.

- No, no lo sé. Me tienes a mí y a mi madre. Te queremos muchísimo y no vamos a dejar que te vallas así por que si. Sobretodo yo, que vale, la he cargado demasiado pero te quiero_ ___.

- No lo hagas más difícil Louis. Ya está decidido.- tenía la voz quebrada, no podía hacer nada por contener las lágrimas.

- No llores pequeña. Ya... ya hablaremos de esto más tarde. No te preocupes.

Louis me abraza por la espalda y yo me quedo dormida entre sollozos.

***Horas más tarde***

Vidas Entrelazadas (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora