Vidas Entrelazadas 4.

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Madre mía, ¿qué es lo que acaba de pasar?, ¿qué me pasa a mi?. Me he puesto tan nerviosa que no podré seguir comiendo el plato que me ha preparado Johanah. Mi cabeza no para de reproducir lo que acaba de suceder hace unos segundos: Louis y esa forma tan cariñosa y repentina de tratarme, su mano en mi rodilla y su voz tan cerca de mi.

-____, estas bien?-me pregunta Louis, haciendo que  salga del trance con mi pequeña cabecita.- Te has quedado muy pensativa, y apenas has tocado el segundo plato. ¿Te sientes bien?.

-Amm... si... es que estaba pensando en mi madre,-miento- la hecho de menos, y no ha pasado ni un dia desde que la dejé.- he mentido, pero no tanto, la verdad es que empezaba a echarla de menos. No suelo separarme de ella y aquí estan las consecuencias.

-Entiendo, pero no te preocupes, ella está bien porque sabe que tú estas bien aquí con tu padre.

-Lo sé, pero es un sentimiento que no puedo evitar sentir.
Louis me mira fijamente, no me gusta que haga eso, me pone muy nerviosa y no soy capaz de seguirle la mirada, sus ojos azules me pueden.

Tan pronto como estoy mirando a Louis, mis ojos se van hacia el suelo al sentir algo que jugaba con mis pies. Increíble, es Alex, el supuesto perro de Louis. Se me escapa una leve sonrisa entre los dientes al recordar otra vez la escenita que le monté al entrar en el comedor, en parte se lo merecía, por llamarme "patosita" hasta ahora. ¡No se me olvida ni una!. No puedo negar que Alex es un perro muy simpático, y causante de una pelea entre Louis y yo.

Louis coje un pedazo de carne sobrante de su plato y se lo entrega a Alex en la boca. Este mueve la cola imparablemente mientras saca la lengua fuera para relamerse su morro manchado de salsa. No tarda en desaparecer ya que ha recibido mas comida de la que esperaba y se tumba en una esquina del comedor.

-____ dentro de una semana empezarán las clases en Doncaster y quiero que empieces ese día, me dice mi padre sacándome de mis pensamientos.

- Yo también tenía pensado empezar cuando comenzasen aquí las clases- le respondo a mi padre. La verdad es que tengo un poco de miedo por empezar porque no se como me va a ir y sobre todo porque empiezo al principio del segundo trimestre. Se me dan bien los estudios, de eso no tengo mucho de que preocuparme la verdad, me encanta la biología es mi pasión, algún día seré algo relacionado con eso, pero ahora no es el momento de pensar en ello. Tengo miedo por como me van a tratar los de mi clase, y el instituto en general. Soy una chica simpática pero un poco tímida, me gustaría que todo fuese más fácil, ojalá estuviese con mi amiga Bárbara, ella sí que sabía como tratarme y cuidarme, debería escribirle para decirle como me va por Inglaterra, se lo prometí.

-____ sé que no es fácil ser la nueva pero te ayudaré, te lo prometo- me dice Louis con una gran sonrisa que me disipa cualquier temor, este chico sabe como alargarme y enfadarme con poco tiempo de diferencia, debo de reconocer que es una caja de sorpresas.

Pero no soy una niña pequeña ni mucho menos no me gusta que se piensen que me tienen que proteger todo el día, sé cuidar de mi misma y se lo voy a demostrar.

- Louis, no creo que necesite tú ayuda, voy a poder yo solita, gracias.- le digo con suficiencia.

- ____ no es necesario que te muestres fría, yo te puedo ayudar en lo que necesites, para eso me tienes- me responde.

Sé que quiere compensarme por el empujón que me ha dado pero no lo necesito, yo sola puedo con esta situación, así que le respondo.

- Creo que no te has dado cuenta que no necesito tú ayuda gracias.

-¿Se puede saber qué es lo que te pasa conmigo ____,? yo sólo intento ser amable.

-Si no te sale ser amable conmigo naturalmente yo no te fuerzo a que lo intentes.- ya me esta empezando a cansar sus maneras, es posible que me este mostrando un poco fría, pero yo tengo mi carácter, como buena española que soy. ¡Óle yo!.

Vidas Entrelazadas (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora