Vidas Entrelazadas 7.

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  • Dedicado a Mar Ruiz
                                    

Solo con escuchar aquella voz de fondo que irrumpía lo más bonito que me había pasado en dos días viviendo en Doncaster, me daría la vuelta para abofetearle la cara, por inoportuno. Genial, era Matty. No me llegaba con Louis y sus ojazos, llegaba otro que parecía ser Brat Pit, pero moreno y de ojos verdes, sin embargo para mi gusto,Louis superaba a Matty en cualquier aspecto físico.

- Y bien, ¿qué decís? ¿os parece un gato o no?.- pregunta Matty acostándose a mi lado. Mierda. No quería formar parte de un sandwich. Y menos si empezaban a pelearse, ya que desque Louis me prohibió acercarme a Matty en el balcón supe que no se llevaban bien.

- A mi más bien me parece un incordio.- le responde Louis con segundas intenciones. Que ingenioso Lou, pienso. Le miro e intento reprimir un risa gracias al comentario que acaba de soltar. Por desgracia no soy capaz y acabamos riéndonos los dos. No quería hacerle el feo a Matty, pero es que aveces mi estúpido Louis llegaba a ser demasiado gracioso.

- Bueno, si molesto me puedo marchar.- Dijo Matty apartando la mirada de la supuesta nube que se parecía a un gato. Ahora me siento mal por haberme reído, aveces no pienso.

- No Matty quédate, podemos acabar el partido, ¿no Louis? Y de paso te incluímos.

- Si, podemos acabar lo que empezamos, pero con una condición, ____ tú vienes en mi equipo, no puedo perder a un "as" como tú.- Louis me guiña un ojo y yo acepto su propuesta.

- Me parece bien.- dice Matty sonriéndome.- ¡Manos a la obra!.

Antes de coger el balón y dirigirnos a la parte del jardín menos habitada por los árboles, Louis me coje del brazo acercándome a él, y me susurra en el oído. El aire que soltaba de sus labios pegaba tan suave en el cartílago de mi oreja, que conseguía como siempre aletarme hasta el último rincón de mi cuerpo. Increíble.- Vamos a enseñarle lo que sabemos hacer pequeña.- sonríe y me da un golpecito en mi brazo con su codo. Ahora si que estaba nerviosa, tan nerviosa que no sabía si podría ayudarle a ganar a Louis el partido. Gracias estúpido.

- Bien, podemos comenzar.- dice Matty.

Louis empieza sacando desde el centro del campo, me pasa la pelota, pero en unos segundos ya la tenía Matty en dirección contraria. Vaya, si que es bueno. Empiezo a correr y en uno de sus despistes consigo el balón de nuevo. Esto me motiva más, y ver que me faltaba poco para la meta me ponía eufórica. No me lo pienso dos veces y tiro a portería. Había marcado, ¡genial!.

-¡Sí!, ¿lo has visto Louis?- no sé como, pero un acto reflejo hizo que me subiera a la espalda de Louis en plan "caballito" y éste empezara a correr por el jardín dando vueltas en círculo. Nos estábamos emocionando demasiado.

Louis tropieza y yo me caigo al suelo de un golpe que acaba por completo mis manifestaciones por aquel gol. ¿Cómo tropieza una persona normal para que tu hermanastro acabe tirado encima de ti, y tú con la sensación de una espalda rota?. Ah ya sé. Propio de LOUIS.

Me empiezo a reír, por el hecho de no llorar. Me dolía la espalda, si. Pero la caída había sido tan patética que hasta Matty y Louis se estaban riéndo.

- Ah, Louis será mejor que acabes de quitarte de encima o si no acabará por romperse mi espalda, enserio.- le digo a carcajadas. Tampoco era una mentira, tenía la espalda destrozada.

- Vale quejica.- Louis se levanta, pero antes me da otro beso en la la mejilla como el de esta mañana. - Así se hace ____.

Dos besos de Louis en un solo día,  no era de estos besos que se da la gente al presentarse. Estos me sabían diferentes. Parece que hoy me he levantado con el pie derecho, y Louis también. Así tendría que ser todos los días en Doncaster.

Vidas Entrelazadas (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora