Capítulo 4.

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Trice's pov

Siento como mi respiración es pesada y mis piernas empiezan a temblar. No sé cuento he corrido, pero supongo que ha sido mucho cuando me veo frente a una enorme casa amarilla. Muerdo mi labio inferior recordando los momentos que he pasado durante el día. La pequeña pelea con Calum inunda mi mente.

-No entiendo por qué estas enojada- suspira pesadamente mientras cierro la puerta de mi casillero -¿Puedes explicármelo?- suplica. Miró sus ojos. Esto es lo que odio, que él tenga un control sobre mí. Es que no es justo, yo no debería dejar que mis sentimientos por el fluyan y ceder ante todo lo que me pide. Pero aquí estoy, como idiota suspirando resignada. Sonrió falsamente.

-Es un alivio, pero creo que esta perra hocicona puede ser amiga de un asiático ¿Qué piensas?- imito la voz de la chica que ha hecho mi llegada al instituto un martirio. Quizás exagero un poco, pero, ella no me conoce, por lo cual no tiene derecho a insultarme. Calum me mira expectante. -Tal vez, Calum- mi voz de hombre es pésima. Por lo cual Calum ríe un poco y mueve su cabello divertido. Mierda, no Calum, no hagas eso.

-¿Por eso estas enojada?- pregunta. Abro mi boca expectante. -No tienes por qué enojarte, solo quise ser cortés. - dejo caer mi bolso sobre el suelo.

-¿Solo quisiste ser cortés? No me estés jodiendo Calum- suspiro. Calum frunce el ceño. -Esa maldita perra nos hizo pasar un ridículo en la cafetería por si no lo recuerdas y nos insultó- miró a Calum pero él no me mira -¡Nos insultó Calum! ¿Por qué no dejas de ser un maldito lame botas? - pregunto molesta. Me calló al ver lo que le he dicho. Calum levanta su mirada y yo puedo interpretarla. Él está enojado conmigo, lo sé. Su mirada parece ser más oscura de lo que acostumbra. Trago en seco. Él toma su mochila y me da la espalda.

-¡Calum! ¡Se supone que debes apoyarme! - gritó. Calum me ignora. -¿Por qué no te comportas como mi amigo? - susurró. Calum se detiene y me mira.

-Es por eso que te lo estoy diciendo - susurra. Una lágrima cae por mi mejilla.

-No parece- susurró. Calum ha llegado hasta mí, nuevamente, su mano acaricia la mía. -No puedes ser mi amigo si piensas hacerte amigo de esa perra- susurró. Nuestras manos se sueltan por un acto salvaje de Calum. Mierda, la he cagado. Calum camina rápidamente pero se detiene.

-Trice estoy de tu maldito lado, ¡por eso debes dejarlo ir!- susurra. ¿Dejarlo ir? ¿Por qué? Yo no hice nada malo, no recuerdo haberle hecho algún daño a esa maldita castaña. En cambio, ella se dio el lujo de insultarme, y burlarse de mí frente a sus amigos, incluyendo a Ashton. Las lágrimas recorren mis mejillas, pero no por tristeza, sino por rabia, ira y un poco de orgullo.

-¡¿Sabes qué?! ¡Vete y déjame sola! ¡No te necesito! - gritó. Calum resopla molesto y se va. Dejándome sola.

Me acerco a la puerta temblorosa. Veo la opción de salir corriendo, regresar a la escuela por mi auto y encontrarme con Charlie y Ashton tomados de la mano y quizás, en medio de un pase de salivas. Un enojo en mi interior me hace valiente para tener la fuerza de tocar la puerta.

Espero nerviosa a que la puerta se abra. Mierda, ¿Calum por qué jodidos no me abres? Hago presión en la puerta con mi cuerpo sobre esta y comienzo a patear la puerta con mi talón. El auto de Calum está afuera, por lo que he de suponer que él, me vio llegar y no me ha perdonado mi estúpido berrinche de hace rato. Es que ¿por qué diablos tengo que ser tan habladora? Un ligero aire detrás de mí y el sonido de la perilla me dan aviso a mi cuerpo cayendo rápidamente contra el suelo de madera. Cierro los ojos por el dolor y mi mano izquierda ya se encuentra sobando mi cráneo. Trice, tienes tan mala suerte. Me recuerdo, intento levantarme pero una mano sobre mi hombro me hace regresar al suelo. La madre de Calum se encuentra mirándome. Le sonrió y me regresa el mismo gesto.

-¡Calum!- grita mientras mira las escaleras, su mirada regresa a mí- Lo siento querida, no quería derrumbarte así- susurra. Asiento.

-No se preocupe, creo que ya sabe lo "propensa" que soy a los accidentes. - Ella libera una ligera risa.

-¿Qué pasa? Estoy haciendo tarea y- Calum se detiene al verme en el suelo, su madre a mi lado y la puerta abierta -¿y tú que haces aquí?- pregunta. Claro, obviamente no esperaba que de su boca saliera "¿Estas bien?" quizás esto me merezco por hacer enojar al amor de mi vida, digo a mi mejor amigo.

-Calum, así no se recibe a las visitas, ven y cuídala mientras traigo un vaso de agua, ya después puedes seguir enojado con ella- susurra. Mis mejillas se sonrojan.

-Nosotros no hemos peleado- miento.

-Si lo hemos hecho- agrega Calum mientras baja las escaleras.

-No tienes que explicarme nada cielo, este niño solo se pone de mal humor cuando discute contigo- asiento mientras ella se va y me deja en el suelo. La puerta es cerrada por ella mientras se aleja por el lado izquierdo.

-Así que- empieza mientras se detiene a mi lado en cuclillas- ¿Mamá abrió la puerta y tu caíste por recargarte en ella?- pregunta. Asiento. Sonríe -Me hubiera gustado reírme por eso- lo miró fulminantemente mientras me llevo una risa al escucharlo reír. Calum tiende su mano y la tomo para levantarme. Suelto su agarre una vez que me he levantado y lo abrazo. Calum tarda en responderme, pero finalmente lo hace después de soltar un bufido.

-Debería haberte dejado en el suelo- susurra. Asiento mientras respiro su adorable aroma a bebe.

-Lo sé y lo siento- admito. -No eres un lame botas ni mucho menos un mal amigo- susurró. Escuchó su risa. -Es solo que, no puedo ser como tú, no puedo dejar de lado algo como esto, aunque quizás y ella no sea tan maldita como lo parece- Calum me aleja de su pecho y me mira.

-¿Por qué lo dices?- pregunta. Muerdo mi labio nerviosa y bajo la mirada.

-Ella me dio algo así como apoyo cuando me quedé con mi berrinche en la escuela- su mano toma mi mentón y me hace mirarle.

-No debí dejarte ahí, pero si no me iba yo-

-Lo sé- interrumpo, Calum niega.

-No, no lo sabes, iba a explota y sabes que cuando pasa eso-

-Terminas diciendo algo que daña a las personas- completo. Calum me mira con una sonrisa.- Eres mi mejor amigo, te conozco más de lo que te conoces tú-

-Quizás no me conozcas tan bien- susurra. Trago en seco. Su mano y la mía están aún juntas y siento una ráfaga de mariposas dentro de mí.

-¿Pp-por qué lo dices?- tartamudeó. La mano libre de Calum acaricia mi mejilla. Mis ojos se cierran, mi cabeza está acercándose poco a poco a la suya. Siento su respiración erizar los pequeños vellos de mis mejillas.

-¿Quieres alguna aspirina Trice?- pregunta la madre de Calum. Abro los ojos y me separo rápidamente de Calum con mis mejillas ardiendo. La madre de Calum, nos mira divertida. Miró a Calum y él rasca su cabello nervioso mientras su mano libre se oculta en su bolsillo. Sí alguien pudiera enseñarme la imagen de un perro babeando por un hueso, estaría segura que diría que no es un perro, sino un retrato de mí. Es que Calum no podría ser más sexy. Vuelvo mí mirada a la mujer que no aparenta más de treinta y seis años. Calum se parece un poco a ella. Las arrugas que se forman en sus ojos están ahí, como cuando Calum lo hace. -No quise interrumpir- admite. - Dejaré esto por aquí para que ustedes continúen. -Mis mejillas están a punto de explotar. Ella se va y miró a Calum. Su rostro está más rojo que él mío y estallamos en carcajadas. Me siento en el sillón y Calum me pasa el vaso con agua.

-¿Qué haremos hoy?- pregunto dejando de lado el momento que acabamos de pasar.

-Iremos a mi prueba para entrar al equipo de fútbol. - susurra Calum. Asiento con una sonrisa aun en mi rostro recordando la respiración y el aliento de Calum sobre mis labios y su alrededor.

Good girls and bad girls - 5sosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora