« ¿Quién es ese chico? »
- ¿Por qué empezaste todo esto?
- Porque odio a la humanidad, y os odio a vosotros.
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>Historia 100% hecha a base de mucha imaginación.
>No se admiten copias ni adaptaciones.
>P...
Tiro el arma al suelo, cansada de intentar disparar a una absurda lata de cerveza.
La miro con rabia, odio esto. Lo odio más que estar viva. No sé matar. ¡No puedo!
— ¡Tú! — cojo la pistola asustada, aunque por mucho que quisiera nunca podría disparar — ¡¿le has visto?!
— ¿Qui-quién habla? — apunto a todas partes y me detengo cuando veo a Yeri, la más joven del equipo tres, caminar hacia mí — ¿de quién hablas...?
— ¡De Jimin! — es cierto, Jimin estaba en su equipo. ¿Pero cómo sabe ella que le conozco? — ¡está en peligro!
— ¡Joder, Yeri, más despaci- — Jungkook aparece por la espalda de ella, deteniéndose al ver cómo apunto hacia Yeri — suelta eso — obedezco, guardando la pistola en mi bolsa — Irene espera con el coche.
Caminamos deprisa a través de los árboles. Ni siquiera sé qué está pasando. Pero si de algo tienen fama en este equipo, es de cumplir promesas y de ser leales en todo momento.
— ¿Dónde creéis que vais? — V aparece en nuestro camino.
— Taehyung, déjales en paz — ¿Taehyung...es el nombre de V? — ¡Taehyung, maldita sea! — Irene chilla desesperada — ¡tu mejor amigo está a punto de morir y tú estás en el jodido medio, como siempre!
— ¿También estaba en el jodido medio de tu relación con Junmyeon? — ni siquiera se gira a mirar la cara desencajada de Irene. ¿Y quién es Junmyeon?
— V, quítate de ahí, déjanos ayudar a Jimin, por favor — se lo pido por las buenas, pero no accede — ¡¿por qué eres así?! ¡eras un buen tío! Y mírate, odiando hasta en momentos como este — saco la pistola, y le apunto a él. Levanta sus brazos, con una sonrisa despreciable.
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— Sabes que no eres capaz —¿estoy dispuesta a matar a alguien de mi equipo por salvar a Jimin?
— Taehyung, no me obligues a hacerte de año — Irene acaricia su brazo con delicadeza.
— Iros, antes de que me líe a tiros con vosotros.
Salimos corriendo y nos subimos en el tan famoso coche que les pertenece. Todos lo envidiamos en este juego.
🍋
Creador
— A ver...¿ahora qué te puedo hacer? — sigo con mi mirada el rastro de sangre que hay por el suelo, y después le veo a él, intentando huir — ah, no, no, no te vas a ningún sitio — piso su mano y él chilla, dándole a mis oídos el placer que necesitan.
— Eres una hija de puta...
— Sí. Mi madre era una puta. Y tu padre el que la dejó embarazada, ¿lo recuerdas?
