LA OSCURIDAD RESURGE (Saga de Tren Infernal - V)

Capítulo X

El llamado de alerto finalizó produciendo un gran silencio en toda la zona del Planeta. Los guardias, agentes, civiles, todos quedaron callados esperando alguna respuesta de los Reyes. Fue Lady Quantina quien realizó una acción de señas con su mirada hacia los agentes de transmisión, para que emitieran el nuevo mensaje de los Reyes. Entonces se volvió a escuchar por los altavoces de todas partes, pero esta vez la voz de Lady Quantina Gadriel: < Civiles y Líderes políticos universales de Anne-Hayde, informamos que las fuerzas necesarias para un contraataque serán enviadas, tendrán que resistir dos horas mientras nosotros llegamos a su ubicación. Vamos lo más rápido que nos permiten nuestras naves. Por favor, resistir. Los Planetas que conforman la nueva Unión de Planetas, escúchenme con mucha atención, es tiempo de que actúen y demuestren que están capacitados para manejar esta clase de circunstancias, si es que buscan llegar al poder de El Gran Consejo >. El Castillo fue abierto y los Reyes salieron de ahí, entre ellos Onotomia que le llamó la atención de que Rudolph estuviera afuera esperándola. Se suponía que él estaba con Anne-Hayde Roosself para buscar respuesta sobre aquel extraño sueño. Rudolph le hizo señas con la mano para que se acercara a él. Cuando Onotomia se encuentra frente a él, le dice:

- ¡Onny! Algo le están haciendo a Anne en esos estudios. Pero no es algo que podamos decir que sea común. Lo veo en sus ojos. La veo extraña. Es como si fuese una clase de experimento. Debemos saber qué es lo que están haciendo en realidad. Necesito que me ayudes. Ha vuelto al laboratorio después de que conversé con ella. Su comportamiento, todo estuvo fuera de lo normal. Tal vez están buscando información secreta dentro de ella, ¿quién controla y maneja los servicios de Laboratorio aquí?

- Rudolph, en este momento no creo que se pueda. Anne-Hayde, el nuevo Planeta de los humanos, está siendo atacado por fuerzas oscuras. El llamado de alerto se hizo por los satélites que tenemos en el Universo, que han registrado los movimientos de grupos del Ejército de Mohdark.

- ¡No puede ser! ¿En serio le colocaron al nombre del Planeta lo que yo les había dicho? Pensé que era una broma, sólo para ver qué decía ¿¡Por qué no me dijiste nada?! Yo iré contigo. Estoy seguro que Stephen y Joseph querrán ir. Cuenta con ellos. También necesitamos a Urux con el Quatoriar.

- Creí que sabías que ese era el nombre del Planeta. Pero ahora debemos irnos, las naves que irán al contraataque ya están despegando del Planeta. Nosotros iremos con los Reyes- hizo una pausa, vió hacia atrás fijándose en unos seres y continuó- ¡Míralos allá! Ahí están- Rudolph voltea y reconoce a Curian, Joseph, Urux y Stephen quienes venían para acompañar a estas defensas al contraataque- Supongo que cuento con tu apoyo aéreo. No creo que puedas hacer mucho en la superficie, ahora que no tienes el Snaker.

- Tal vez no lo tenga, pero su poder aún vive en mí. Lo que importa es que tenga espíritu valiente para la lucha. Cuenta con todos nosotros. Donde nos necesites, nosotros estaremos. Ahora, debemos ir a la nave de los Reyes. No nos esperarán si no llegamos en los próximos dos yigos (horas en bayou). Vámonos.

Fueron directos al centro de naves, una gran concentración de pilotos de defensa estaban entrando al lugar. Ahora tenían una segunda oportunidad para demostrar que El Gran Consejo todavía tiene la fuerza y disposición para defender al Universo, sin embargo, tal vez ya venía siendo hora de que El Gran Consejo tenga un cambio de Líderes. La nave de los Reyes era gigante como ya se esperaba, los motores se estaban calentando y estaban listos para partir. Los hubieran dejado a los 6 si tardaban un poco más. Rudolph pensó que Anne pudiera estar en los laboratorios de esa nave, a menos que haya sido trasladada a la Clínica Central de Orbithrill, ahí podría estar. La escotilla descendió lentamente, salió un poco de humo por los extremos, ya que la nave se encontraba bastante caliente. Dentro estaba Lía Sharon en la entrada de la nave, más al fondo estaban el resto de los Reyes. Esta Reina quien fue quien la que los dejó entrar y les exclamó algo amargada: