-A ver, por favor, sentaos un momento. Silencio. -Ordenó la directora del centro.
Los cuchicheos no cesaban.
-¿¡Estamos en primero de bachiller o esto es un gallinero?! -Gritó la directora.
Se hizo el silencio.
-Me parece vergonzoso tener que ponerme así el primer día. -Volvía a hablar la señora del pelo blanco. -A ver, por favor, unos segundos. A mi derecha tengo a María Jesús García, profesora de matemáticas, la cual será tutora del grupo: "primero de bachiller de ciencias." A mi izquierda tengo a Ana Pérez, profesora de inglés, tutora del grupo: "primero de bachiller de ciencias sociales." Y a la izquierda de Ana, tengo a Juan José Torrejón, profesor de latín, tutor del grupo: "primero de bachiller de humanidades." Vosotros sabéis lo que habéis marcado en la matrícula, así que cada alumno con quien le pertenezca. ¿Dudas?
Silencio. Ni una palabra se había escuchado después del grito de la directora.
-Bueno, entonces ya podéis marchar. -Habló por última vez la mujer canosa.
Cada alumno acudió con el profesor correspondiente y cada grupo subió a su aula.
Laura se sentía extraña. No conocía a nadie y estaba asustada. ¿Y si no volvía a tener amigos? Pronto se le pasaría esa sensación.
Entró a la clase y se sentó en segunda fila, en el primer pupitre empezando por la derecha.
Pretendía sentarse sola, pero una chica morena, un poco más bajita que ella ocupó el lugar de al lado.
-Buenas. -Dijo esta.
-Hola. -Contestó tímida Laura.
El profesor comenzó a hablar y las dos chicas no pudieron entablar una conversación, ya que pronto serían amonestadas por este.
A mitad de clase, y de la típica charla de los profesores cuando empiezas el curso, la chica morena sacó una hoja, un bolígrafo y comenzó a escribir algo.
Al acabar de escribirlo, le pasó la hoja a Laura sin alarmar al profesor.-Eres nueva, ¿no?
-Sí. No conozco a nadie.
-Es lo que tiene cuando eres nueva xD. -Escribió literalmente la más bajita.
-Bueno chicos, después de daros toda esta chapa, voy a pasar lista. -Dijo el profesor.
Se quedó mirando unos segundos a toda la clase.
-Bueno. -Volvió a hablar. -Vamos a hacer otra cosa. Paso lista y cuando os nombre, tenéis que salir y presentaros.
Laura tragó saliva. No era muy buena hablando en público, la vergüenza era un defecto muy grande en ella.
-Jesús Alarcón.
-Yo. -Dijo un chico rubio, de ojos azules.
-Sal.
El chico se levantó y caminó hacia la pizarra. Ya ahí, se apoyó.
-Bueno, mi nombre es Jesús, como ha dicho el profesor, tengo diecisiete años y juego en un equipo de fútbol de extremo izquierdo. Me gustan las palomitas, estaría todo el día comiéndolas. Y no sé qué más.
-¿Qué quieres estudiar? -Preguntó el profesor. -Vosotros también podéis preguntar si queréis saber algo de cualquiera. Si quiere responder a todo lo que queráis preguntar, claro.
-Me gustaría ser periodista, me he metido a letras porque era el bachiller que más me llamaba la atención.
-¿Nada más que añadir?
-Por mí.. no sé. -Rió el chaval de diecisiete nervioso.
-Bien. Siéntate. Sois poquitos, ¿no? Dos, cuatro, seis... diez... trece. Sois trece. A ver, Iván Collado.
Esta vez se levantó un chico bastante alto, moreno, con el pelo a lo Justin Bieber en sus tiempos mozos.
-Buenos días. Soy Iván y soy muy friki. Soy fan de los videojuegos con temática de guerra y... de los videojuegos en general. Soy raro, pero gracioso. Al menos...
El chico siguió hablando, pero Laura desconectó. Volvió a conectar cuando descubrió que su compañera se llamaba Yaiza Escudero.
-Hola, soy Yaiza y soy muy, pero muy fan de los bollos.
Al decir justamente estas palabras, Gabriel, un chico que ya la conocía, no pudo evitar soltar una carcajada por el juego de palabras.
-Tía, no me río a malas, pero me ha hecho gracia, lo siento. -Dijo el chaval de la barba un poco marcada.
-No te preocupes. -Dijo Yaiza siguiéndole el rollo. -Me gustan los bollos por ambos sentidos.
-No cambias, ¿eh? Tú tan fina como siempre. -Dijo divertido el mismo chaval de antes.
Laura sonrió a causa del momento.
-Bueno eso, que me encanta comer. -Siguió Yaiza. -Y dormir, estaría todo el día durmiendo. Pero no, porque también me gusta disfrutar de la vida y no solo voy a disfrutar soñando. Me gusta conocer gente, reírme, sobre todo reírme y hacer reír a los que me caen bien. Me gusta el deporte, aunque a veces me dé un poco de pereza. Juego a la play, dibujo, pinto y.. no sé, yo el día de mañana quiero ser feliz.
-Bonita vocación. -Dijo el profesor.
Laura no paraba de sonreír. Esa chica parecía un terremoto.
-¿Me siento? -Preguntó la bajita.
-Sí.
Yaiza, al mirar a Laura y ver que estaba sonriendo aún, le dedicó una sonrisa ella también.
Laura enrojeció.
-Laura Hernández. -La nombró el profesor.
Se levantó lentamente y, con valor, salió.
-Soy Laura, tengo dieciséis años y... soy nueva en la ciudad, me mudé hace poco. Me gusta la nata esta de las fresas, la montada y me gusta lo dulce. Me gustaría dedicarme a algo relacionado con los vídeos y demás, editora o algo. También me gusta leer temática de amor, fantasía, y si se puede mezclar, pues mira, mejor. No sé.
-¿De qué ciudad eras? -Preguntó Yaiza.
-De Zaragoza.
Yaiza asintió.
La alarma dio por concluída la clase y Laura fue a su sitio a coger sus cosas, se colgó la mochila y salió de clase.
-¡Laura! -Gritó la morena bajita.
Esta se giró.
-¿Quieres venirte conmigo y así conoces a gente? -Tomó la palabra de nuevo.
-No sé, es que no soy muy sociable y... -Intentó hablar Laura.
-Vamos a la cafetería y hablamos un rato aunque sea.
-Tengo que esperar a mi hermana, va a primero.
-Los de primero salen a las doce, ¿vas a estar dos horas esperándola?
A Laura le había parecido una chica curiosa, así que acabó aceptando.
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Felicidad Inesperada.
Teen FictionA veces te puedes llegar a enamorar de quien menos te lo esperas. No es la cabeza, es el corazón. Laura no quería estar ahí, ella ya tenía su vida hecha en Zaragoza y por culpa de un trabajo de su padre tuvo que viajar a Valencia. Yaiza vivía en su...