-Vamos a tomar algo. -Propuso Yaiza.
-No tengo dinero, además, es tarde. -Negó la pelirroja.
-Yo invito. Solo son las siete y media.
-¿Otra vez tú? No.
-No me importa el dinero.
-Pero me sabe mal.
-No me voy a morir por dos euros. -Siguió la morena intentando convencerla.
Laura resopló sin saber qué contestar.
-Por favor. -Insistió Yaiza. -Quiero pasar más rato contigo.
-Yo también. -Dijo Laura casi sin quererlo.
Yaiza sonrió.
-Entonces, ¿a qué esperas?
-¿Y si nos quedamos aquí y así no me tienes que invitar?
-Y dale...
-Estamos juntas igual.
-Bueno... al final te sales con la tuya.
Laura le sonrió y, seguidamente, Yaiza se inclinó sobre ella para regalarle un beso en la mejilla.
-¿Te han caído bien? -Preguntó Yaiza.
-¿Marcos y el otro chico?
-David, sí.
-Son majos.
-Se les coge cariño, aunque a veces son muy tontos.
El móvil de Laura sonó y ésta lo miró, medio rezando para que no fuera de nuevo su ex.
Pero no sirvió de nada, porque la rubia insistía para hablar con ella.
-Es mi ex, ¿lo cojo? -Preguntó indecisa, intentando apoyarse en Yaiza.
-Lo que veas correcto.
Pero ella no sabía lo que de verdad le hacía bien. ¿Y si su ex de verdad la quería y se había equivocado? ¿Y si salía bien? Pero sabía que la distancia sería un problema y tenía claro que una oportunidad más quizás sí que podía darle, pero más de una no.
El móvil dejó de sonar, pero a los dos minutos lo hacía de nuevo.
-Le voy a decir que luego la llamo. -Dijo Laura al final.
-Lo que veas. -Repitió Yaiza.
Laura pulsó el botón verde, pudiendo escuchar así la voz de Eva.
-¿Laura? -Decía ésta.
-Eva, ahora no puedo hablar, te llamo en un rato. -Informó un poco menos tajante que la vez anterior que habló con ella.
-¿Me llamarás seguro?
-Sí.
-Vale. Te espero.
-Adiós.
Y colgó.
-¿Bien? -Preguntó Yaiza.
Laura afirmó, mostrando media sonrisa.
-Si pasa cualquier cosa, o necesitas ayuda o consejo, ven a mí.
-Gracias.
-No quiero que te lo tomes como simples palabras para quedar bien. No dudes en hablarme, por favor.
-Si pasa lo haré, tranquila.
-Eso quiero.
-Me voy a ir yendo. -Dijo Laura.
-¿Ya? Te puedo acompañar, si quieres.
-Como veas. Si te viene mal no hace falta.
-No, si es para acompañarte y estar un rato más contigo me viene perfecto.
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Felicidad Inesperada.
أدب المراهقينA veces te puedes llegar a enamorar de quien menos te lo esperas. No es la cabeza, es el corazón. Laura no quería estar ahí, ella ya tenía su vida hecha en Zaragoza y por culpa de un trabajo de su padre tuvo que viajar a Valencia. Yaiza vivía en su...