Tras dos horas con ellos, Laura sonrió varias veces tras las ocurrencias que contaban los dos chicos. En ese momento Yaiza y Laura se encontraban sentadas en un banco, David y Marcos se habían marchado porque Yaiza quería estar un rato a solas con Laura.
Yaiza miró a Laura y sonrió con ternura.
Laura también sonrió, pero forzadamente.
-¿No estás a gusto? -Preguntó Yaiza.
Laura torció el labio.
-No es eso. -Negó la pelirroja.
-Estás preciosa cuando sonríes, aún forzando la sonrisa.
Esta vez Laura sonrió porque de verdad le salió de dentro.
-Así mucho mejor. -Volvió a hablar la más bajita.
Laura, sin decir nada, miraba a todos los lados menos a Yaiza, y no es que no la quisiera mirar, pero no dejaba de pensar en otra persona.
-En serio, ¿estás bien? -Insistió Yaiza.
Laura la miró, dudando entre si debía contarlo o no.
-Puedes confiar en mí. -Dijo de nuevo la morena.
-Antes he recibido una llamada de quien no me esperaba para nada. -Soltó al final Laura.
-¿Es por eso?
-Sí.
-Entiendo.
-Es que... no tendría que haber pasado.
-¿El qué?
-Me sigue gustando mi ex novia.
Un silencio de unos segundos se apoderó del momento.
-¿Y qué vas a hacer? -Preguntó al fin Yaiza.
-Joderme.
-¿Qué? ¿Por?
-Porque yo no puedo controlar mis sentimientos, si me gusta no la voy a poder olvidar en días y aunque me lo pida no volveré con ella.
-¿Por qué no volverás?
-Porque paso de ser su juguete: "ahora te quiero, ahora no, ahora quiero estar contigo, ahora estoy agobiada y necesito un tiempo." Y un largo etcétera que no quiero ni saber. Me gusta, pero no soy tonta.
-Ojalá todo el mundo fuera así. A veces el amor ciega a las personas y no se dan cuenta que solo los quieren para divertirse un rato.
-Exacto.
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Felicidad Inesperada.
Teen FictionA veces te puedes llegar a enamorar de quien menos te lo esperas. No es la cabeza, es el corazón. Laura no quería estar ahí, ella ya tenía su vida hecha en Zaragoza y por culpa de un trabajo de su padre tuvo que viajar a Valencia. Yaiza vivía en su...