16. Rota.

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Tras un agradable camino con su nueva amiga, se hallaba sentada en el colchón de su habitación con su samsung gallaxy viejo sostenido por su mano derecha, apunto de pulsar el botón que haría sonar el teléfono de Eva.

El teléfono móvil emitió un sonidito al darle a la tecla de llamada.

La rubia no demoró mucho tiempo y enseguida aceptó la llamada.

-¡Laura!

-Eva... -Dijo la pelirroja con menos entusiasmo.

-Qué bien sienta oír tu voz.

Laura no dijo nada.

-¿Estás ahí? -Preguntó la rubia al no escuchar ninguna voz.

-Sí, sí. ¿Qué querías?

-Hablar... recuperarte.

-Eva, esto no creo que pueda ser.

-Claro que puede ser, mi vida.

Laura, por cada segundo que pasaba escuchando su voz, más recuerdos se le venían a la mente. Todas sus palabras, sus promesas, sus bromas, sus cosquillas, las cuales tanto detestaba... Se le iban mojando los ojos.

-No me llames mi vida, por favor. Estamos lejos. Te fuiste, Eva. -Dijo casi con la voz rota.

-No, no me fui, y haré todo lo posible para estar a tu lado. No sabes lo mal que me sentí al darme cuenta de lo que casi pierdo.

-¿Casi?

-No te he perdido, ¿verdad?

Laura no sabía qué decir. Ella pensaba que sí, que ya la había perdido y que ya era demasiado tarde, que si de verdad quieres a alguien no te vas por las buenas y menos diciendo que ya no sientes lo de antes, pero se estaba quebrando. La quería y, a pesar de la distancia que ahora tenían de por medio, quería volver con ella sabiendo que se podía quebrar aún más.

-No, no me has perdido. -Dijo la pelirroja al fin.

-Te prometo que en cuanto pueda voy hacia donde estés. No te voy a volver dejar escapar.

Y justo en ese momento, las lágrimas comenzaron a caer sobre la mejilla de Laura. Tan frágil si es por ella... tan manejable...

Estaba rota, quizás un poquito más que antes. La quería, y se lo repetía mil veces. Pero había distancia y ella sabía que las palabras de Eva no iban a durar mucho, que Eva se volvería a ir tarde o temprano.

Con la parte de arriba de su dedo pulgar se limpió algunas de sus lágrimas.

-Hablamos otro día. -Dijo casi sin voz.

Y colgó.

Al fin y al cabo no le había dicho al cien por cien que iba a volver con ella, solo le había dicho que no la había perdido.

"Estoy rota."

Simplemente mandó el mensaje. Ella le había dicho que iba a estar para todo y Laura confiaba.

Felicidad Inesperada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora