-Todo va como planeé. Te lo dije. -Dijo seguro David.
-¿No te ha mandado a la mierda? Qué raro. -Contestó su mejor amigo.
-Qué va, si soy un bomboncito.
-Sigo pensando que es lesbiana.
-Aunque sea lesbiana, ¿quién te dice a ti que no se puede enamorar de mí?
-Tú sabrás. -Dijo Marcos apoyando su espalda en la pared, justo después de dejar su mochila en el suelo. -Mira, ahí está tu amada junto a Yaiza, ve y róbale un besito. -Bromeó.
David disimuló y comenzó a sacar su almuerzo de la mochila. Deseaba que eso que había dicho su mejor amigo lo hubiera dicho al revés y, sobre todo, deseaba que fuera verdad. Se estaba dando cuenta de lo que sentía por esa chica, por su forma de caminar, por su belleza, por su bruta personalidad y por esos años que la conocía y que poco a poco sin quererlo se estaba perdiendo. No sabía si Laura era lesbiana. Lo que sí sabía era que Yaiza sí lo era y que iba a cumplir su apuesta. Pero no tenía ninguna oportunidad con la que de verdad lo volvía loco.
-Hey, nenes. -Saludó Yaiza tirando su mochila al lado de la de Marcos, sentándose justo delante de él.
-Hey. -Contestó Marcos.
David y Laura no dijeron ni una palabra.
David comenzó a desenvolver el papel que llevaba su bocadillo muy lentamente, sin poner la mirada en otro sitio.
-¿Te hago un croquis? -Preguntó Yaiza con su habitual comportamiento.
David alzó la vista y vio su sonrisa. Su típica sonrisa. Se le revolvía todo por dentro al verla.
-No, ya está. -Dijo quitando rápidamente lo que le quedaba de papel al bocadillo.
-Tío eso huele a mierda. ¿Qué llevas? -Intervino Marcos.
-Sardinas.
-¿Sardinas en bocadillo?
-Pues sí. Están muy buenas.
Todos miraban atentos a David.
-¿Tengo monos en la cara o algo?
Laura desvió la mirada.
-Creo que voy a ir al baño. -Dijo la pelirroja.
-Voy contigo. -Dijo Yaiza levantándose rápidamente.
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Felicidad Inesperada.
Teen FictionA veces te puedes llegar a enamorar de quien menos te lo esperas. No es la cabeza, es el corazón. Laura no quería estar ahí, ella ya tenía su vida hecha en Zaragoza y por culpa de un trabajo de su padre tuvo que viajar a Valencia. Yaiza vivía en su...