23. Quiero hablar contigo.

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Eran las dos y veintitrés minutos- Marcos, Laura y Yaiza se encontraban sentados en un banco enfrente del instituto.

-Voy a marcar su número. -Dijo Yaiza.

Las miradas de Marcos y Laura se clavaron atentamente en Yaiza.

-Nada. Es como si lo tuviese apagado.

-Lo tendrá apagado.

-¿Le dijiste algo para que se enfadara? -Preguntó Yaiza dirigiéndose a Marcos.

-Nada del otro mundo, simplemente le insistí en una cosa que tenemos él y yo, pero no es para que se ponga así.

-Bueno... habrá que ver qué tema es. David no se pone mal así porque sí.

-No, pero está muy raro.

-Quizás esté cambiando.

-O enamorado. -Intervino Laura.

Sus amigos la miraron.

Marcos se quedó pensando en lo que había dicho Laura. Quizás sí que estuviera enamorado de alguien y no lo quiera decir. Y... estaba claro que de Laura no era porque si no ya se habría lanzado, conociéndolo...

-Es muy difícil que David se enamore. -Dijo Yaiza.

-Todos nos enamoramos, al fin y al cabo, eso no se elige.

-No sé, no sé.

-Chicas... me tengo que ir yendo a mi casa. Si consigo hablar con David os lo digo. Quizás me pase por su casa después.

-Vale.

-Ciao.

Yaiza y Laura se quedaron solas de nuevo. La calle ya se había despejado de niños embestidores y salvajes y no quedaba ni un alma, solo coches que pasaban por la avenida.

-¿Y tu hermana? -Preguntó Yaiza.

-Buah, esa ya ha hecho amigos, ya me tiene olvidada, si estuviera sola hubiese venido con nosotras en el patio.

-Bueno...

Yaiza miró a Laura por momentos mientras caminaban lentamente.

-Quiero hablar contigo... -Dijo Yaiza.

Laura tragó saliva.

-Sí.

-¿Te ha sentado mal lo de antes? Solo bromeaba.

-Yaiza... joder, estoy bastante rayada ahora con lo de mi ex, ¿sabes? Y que ahora vengas tú a besarme y decirme que bromeabas...

-No, no, el beso ha sido de verdad, o sea, me apetecía dártelo. Bromeaba la segunda vez de lo de dame un beso otra vez para comprobarlo. Tengo un humor extraño, ya me irás conociendo.

El camino se fue tornando un poco más incómodo, ninguna de las dos decía nada.

-Perdona si te ha molestado el beso... o algo. Creo que me he precipitado.

-No pasa nada. Es un beso y ya está.

Yaiza le dio un beso en la mejilla a Laura y puso rumbo a su casa.

Felicidad Inesperada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora