Unas vacaciones diferentes.

« Capítulo 5 »

Cuando salí de la ducha me puse la ropa una blusa azul marina, unos shorts blancos y unas converse azules. Eran las 4:45 y venían a por mi los gemelos a las 5:00 asi que me puse a ver un rato la tele. Eran las 5 en punto cuando llamaron a la puerta.

- Sois puntuales, ehh - dije graciosa

-Ya ves el pesao de mi hermano tenía ganas de verte- dijo Dani y Jesús se sonrojó

-¡Que tierno!-dije mientras sonreía Jesús

-Estas muy guapa-me dijo Jesús

-Gracias, tu tambien estas muy guapo.-le devolví el piropo.

-¿Nos vamos?

- Si.

***

- ¿A donde vamos? -pregunté confusa.

- ¿Ahh? Sorpresa -me dijo Dani.

- Oye que no conozco mucho Mairena no me lleveis a un sitio raro que me vaya a perder, ehh

- ¡No! tranquila si te va a encantar

- Más os vale que me guste- solté una carcajada.

- Ya hemos llegado -anunció Dani.

- ¡Alaa! ¡Vamos a montar a caballo! Nunca había montado a caballo. -emocioné.

- Estas son Teresa y Marina. -me presentó Jesús a dos chicas de mi edad.

- Encantada

- Igualmente -dijeron a unísono.

- Bueno, ¿montamos a caballo? -dijo Jesús.

- Pero yo no se montar a caballo -me quejé.

- ¿Quieres que montemos juntos y te enseño?- asentí.

Me subí yo primero y luego Jesús. Me cogió por la cintura y me agarró para que no me callera. Empezamos a montar y era muy divertido y me sentía libre. Cuando dejamos de montar bajamos del caballo y Jesús me ayudó a bajar. Hubo un momento en el que Jesús y yo nos miramos a los ojos pero el tonto de Dani nos interrumpió.

- ¿Vamos a por un helado? -propuso Dani y todos asentimos.

~~~

Estabamos en una heladería muy popular de Mairena y por eso estaba llena. Estuvimos media hora esperando que nos den los helados pero la espera valió la pena porque estaban buenísimos los helados. Jesús y Dani se lo cogieron de chocolate (como se notaba que eran gemelos si tenían los mismos gustos), Teresa de fresa, Marina de limón y yo de vainilla.

Estabamos los 5 en una mesa, yo al lado de Jesús, cuando vi que Jesús me manchó la nariz de helado, nos empezamos a reir y yo le manché toda la cara de helado. Él fue el que mas se rió cuando le maché la cara.

- Limpiame la cara -exigió.

- ¡LIMPIAME LA NARIZ! -solté una carcajada.

- Tú primero

- ¡NO! ¡TÚ!

- Vale -Creía que me iba a limpiar la nariz pero en vez de eso me machó mas.

- ¡¿ERES TONTO?!-dije riendome

- ¡NO! soy adorable - puso cara de bebé.

- Vale te vas a enterar - amenacé mientras me limpiaba la cara.

Nos echamos unas risas y nos fuimos a casa. Teresa y Marina se fueron juntas y Dani y Jesús me acompañaron a casa. Les dije que si querían entrar en mi casa e ir al jardín y ellos asintieron.

Llegamos al jardín y Jesús soltó una carcajada al ver la piscina. Me cogió de la cintura y me tiró en ella.

- ¡Jesús! - chillé.

- Me llamo - bromeó. Me salí calada y fui a darle un abrazo, entonces le empujé yo y caímos los dos a la piscina.

- Mira la parte buena, ya no tienes manchada la cara. - empezó a reírse y le hicé una aguadilla.

- Jesús, me da igual. Me tengo que vengar, ¿sabes? - le miré con una sonrisa pícara.

- ¡Si claro! Si yo caigo, caemos los dos- me dijo Jesús mientras me daba un beso en la mejilla.

Luego pensé; ¿qué mierdas me está pasando con Jesús?