Unas vacaciones diferentes.

« Capítulo 9 »

*Jesús*

Habíamos pasado una tarde estupenda. Llegaba la hora de decirle mis sentimientos. Hablé con Dani sobre lo que iba a hacer pero necesitaba hablar con Elena a solas.

Eran ya las 8:00 y Dani mintió diciendo que se sentía un poco cansado para que nos quedemos a solas Elena y yo.

Había un silencio muy incomodo para los dos.

- Elena... - pronuncié su nombre.

- ¿Si? - respondió con dulzura.

- A ver no se por donde empezar... Te quiero..- dije tímido

- ¿Qué? - dijo confusa.

- Que... Te quiero... Lo hago desde el primer día que te vi estoy enamorado de ti. Cada vez que sonríes yo sonrío, cada vez que lloras yo lloro. Solo quería decirte que TE QUIERO y eres a la única chica que se lo he dicho. Cuando Dani me dijo que tu estabas no sé, un poco pillada por mi tambien pensé que era una broma, y sigo pensando que es una broma... - no me dejó terminar, porque me calló con un beso.

- Jesús Oviedo Morilla, yo también te quiero. - dijo cuando terminó el beso.

- ¿No lo decía en broma mi hermano? - me alegré.

- No, hoy iba a hablar contigo para decirte lo que siento por ti.

- Te quiero - dije

- Te amo - nos dimos otro beso.

*Elena*

Jesús sentía lo mismo que sentía yo por él. Ahora salen fuegos artificiales dentro de mi

- Te va a parecer que soy una rarita pero... - dije tímida.

- No pienses eso.

- Es mi primer beso.

- No eres rarita,es precioso y ¿sabes qué?

- ¿Qué?

-Besas muy bien.

Sonreí y le di otro beso.

Eran las 9, fue el mejor día de toda mi vida, le había dicho todo lo que sentía a Jesús, el sentía lo mismo por mi y he dado mi primer beso.

Paseamos los dos juntos hasta llegar a mi casa, me despidió con un beso y yo se lo devolví.

- Te quiero, buenas noches princesa. - me susurró al oído.

- Yo más, buenas noches princeso

*En casa de Daniel y Jesús*

*Jesús*

- Estoy viendo a alguien muy feliz, ¿o me lo parece a mi? - dijo Dani.

- Me quiere.

- ¡Lo ves! ¿Y ya estais saliendo?

- No.

- ¿Cómo que no? - preguntó Dani confuso.

- Pues que no he podido perdirselo. Tengo que pensar algo muy romántico para pedirselo.

- Yo te ayudo.

***

Al día siguiente, Dani y yo fuimos al parque donde nos conocimos Elena y yo. Le preparamos un picnic y cuando anochecía puse unas luces por los árboles. Llamé a Elena y la dije que se viniera.

Cuando llegó se quedó con la boca abierta y me dió un abrazo.

- ¿Y esto? - preguntó.

- Esto es porque te quiero. - entonces la cogí de la cintura y me acerqué a ella, hasta que el poco espacia que había entre nosotros, despareció.

- Yo tambien te quiero mucho.

Nos sentamos en la manta del picnic y cenamos. Cuando terminamos, nos tumbamos mirando las estrellas.

- Elena - la llamé y se giró para mirarme a los ojos - quiero pedirte una cosa.

- ¿El qué?

- Quiero que seas mi novia. - dije temiendome lo mejor. Entonces me besó. - ¿eso es un sí?

- Eso es un sí enorme.

Volvimos a tumbarnos para ver las estrellas y pasó una estrella fugaz.

- Pide un deseo -dijo Elena entusiasmada mientras cerraba los ojos para pedir ella su deseo.

- No me hace falta pedir ningún deseo, porque el único deseo que había pedido, hoy se a cumplido. - dije mientras acariciaba su pelo. Me dio un beso en la nariz y se empezó a reír. - ¿qué pasa? - pregunté confuso mientras me reía de su risa.

- Eres un oso amoroso - empezó a reírse más fuerte. - ha sonado muy cursi, pero muy bonito lo que has dicho. ¿y tú por qué te ríes?

- Porque eres la chica que tiene la risa más rara de la historia. - solté una carcajada.

- Pues tú eres el oso amoroso Jesús. - dijo

- Un oso amoroso, que te quiere con locura. - le dí un beso en la nariz.

- Pues yo soy una chica con mucha locura encima que te ama. - me dió un abrazo y nos quedamos así durante un buen rato.

La había conseguido.