Capitulo 21

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Narra Alejandra

Ya hace tres días me dieron alta en la clínica, mis padres, mi hermano y su esposa, Carolina estuvieron aquí, estaban todos muy preocupados, aunque les dije que no era necesario que vinieran que el bebé estaba bien.

La estamos pasando genial aquí en Italia; Maximiliano y Erika son muy simpáticos, me agradan mucho.

Carlos esta muy feliz aquí, por lo que veo se siente en casa; me encanta verlo feliz y sonriendo todo el tiempo. Si el me lo pide, consideraría vivir aquí.

Carlos acaba de salir vinimos por vacaciones pero él dijo que tenia un asunto que resolver antes de volver.

Subo las escaleras para recostarme un poco ya que me siento algo cansada, me duelen mucho los pies, cada día están más inflamados que el anterior.

Al pasar por la habitación en la que se está quedando Danesa escucho un sollozo; que honestamente me sorprendió.

Le di un leve toque a la puerta, escuche un débil adelante y entre.

Danesa se está sentada en la cama, limpiándose las lágrimas, tiene la cara roja ni un tomate al parecer a llorado mucho.

—Dane ¿Qué pasa? — me senté junto a ella.

—Nada importante— trato de forma un sonrisa pero no pudo y volvió a llorar.

La abrace mientras acariciaba su pelo largo.

—Extraño a mis papás. No sé como criar un niño. No tengo amigos. Mi supuesta familia se olvido de que existimos y tu has sido tan buena, prácticamente somos unos extraños para ti y sin importar nos a cogiste en tu casa, me diste trabajo, lograste ingresar a mi hermano en una de la mejores escuelas, me estas ayudando a continuar la universidad, en cambio la hermana de mi madre ni siquiera quiso que nos quedáramos un día en su casa.—dirigió su mirada hacia Thomas que esta profundamente dormido al otro lado de la cama.

—Pero no te pongas triste por eso, en nuestra vida siempre aparecerán gente buena y mala.
La gente buena, nos da felicidad; la gente mala, experiencia y todo lo que nos pasa en la vida es por algo y ten por seguro que Dios siempre tiene un plan divino y por Thomas no te preocupes cuando Dios manda, Dios respalda.

«Amigos; es mejor tener pocos que tener falsos a tu lado. Procura rodearte de gente que tenga pensamientos profundos y feroces... pasiones, sueños, metas y ambiciones, gente que pueda aportar algo a tu vida, que vean cosas que tú no ves y recuerda que yo soy tu amiga.

—Gracias— dijo abrazandome más fuerte.

Dure unos diez minutos más con Danesa y me fui a acostar; estoy muy cansada y los pies me están matando, mi vientre no para de crecer sin importar que ya parezco una vaca y llena de estrías; bueno hay exagere un poco pero es que me han salido unas que otra estrías en las caderas pero sé que cuando tenga a mi bebé en brazos todo esto habrá valido la pena.

Entre a la habitación y fui directo al baño, me di una ducha caliente, me coloque unas bragas y una camisa de Carlos; ya estoy lista para dormir.

Me acosté en la cómoda cama de Carlos, me acomode entre las almohadas y casi al instante me quede dormida.

*
*    *

—Pequeña ¿No vas a entrar al agua?— me pregunta Carlos desde la piscina junto a su padre, Erika, Danesa y Thomas.

Negué con la cabeza.

Estoy acostada en un camatro leyendo una revista italiana de ésta misma semana dónde aparecemos Carlos, Danesa, Thomas y yo, el día que salimos a caminar cerca de la casa de Carlos aquí en Italia.

—¿Por qué no vas a entrar a la piscina?— pregunta Carlos sentándose en el camatro al lado del mio; ni siquiera me di cuenta cuando salio del agua.

—Porque no me siento cómoda.— le conteste dejando la revista a un lado.

—Ya entiendo —carcajeó— ¿Es enserio Alejandra? ¿Estás insegura de tu cuerpo?— mire hacia otro lado ignorándolo; se paso al mismo camatro que yo.

—Odio cuando haces eso.

—¿Hacer qué? — me hago la desentendida.

—Cuando te portas tan insegura del maldito buen cuerpo que tienes.— dice parándose y caminando hasta la casa, imito su acción y camino detrás de él.

«¿Es enserioCarlos me esta hablando de buen cuerpo, un maldito buen cuerpo que hace mucho desapareció. Sé que llevo mucho que no me cambio frente a él y que no me paseo en ropa interior por la habitación pero creo que es notorio que mi cuerpo a cambiado tanto como para sentirme insegura.

—¿De que maldito buen cuerpo hablas? Porque yo hace varios meses que lo deje de ver.— lo encaro al llegar a la cocina en un tono un poco elevado.

—Alejandra, no cualquiera tiene un cuerpo como el tuyo y te lo digo yo que he visto muchos. ¿Sabes cuantas mujeres quisieran tener esas prominentes curvas?

Suelto una carcajada sin gracia. — ¿Estas hablando de las curvas que empezaron a desaparecer desdé que cumplí los tres meses de embarazo? ¿Quién diablos va a envidiar esto? —subí mi vestido largo dejando ver la parte de abajo de mi biquini y señale las leves estrías que se veían en mis caderas.

—Alejandra te ves hermosa así y creeme que después del parto te veras genial otra vez aunque para mi tu cuerpo sigue siendo el mejor que he visto; pequeña solo quiero que te quieras con estrías, con celulitis, con manchas, con kilos de más, con kilos de menos, con piernas grandes o flaquitas, quiérete y quiérete mucho.— me abrazo para luego unir sus labios con los míos.

Y así señores y señoras es como olvido que estaba enojada.”

—Ven vamos que nadie de fijara en eso.— dijo llevándome devuelta a la piscina.

Al llegar a la piscina Carlos entro de nuevo y yo me senté en los camatro. Me quiste el vestido largo dejando ver mi cuerpo con mi abultado vientre, me coloque vestido corto de hoyitos que deja ver parte de mi biquini y piel.

Ya así, si entre al agua y para ser casi invierno el agua y el poco sol están geniales. 

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Nos leemos en el próximo capítulo. Besos😘

K.R💕

Casados Por Un BebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora