Capitulo 1

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Me levanto de mi espaciosa cama y voy camino a mi baño a asearme para iniciar otra mañana de trabajo.

Me visto con una polea gris, unos jeans rasgados y unos converse gris, me ato mi indomable melena negra en una coleta; ya estaba lista para iniciar el día.

Como una galletas saladas y una vaso de zumo de naranja.

Salgo de mi apartamento con una gran sonrisa, era un lindo día, camino hasta el parqueo de mi edificio y hay encuentro a mi auto, un Camaro del año, regalo de mi padre por mi graduación.
Me siento en el asiento de piloto y lo pongo en marcha hacia la librería donde trabajo, no tengo un sueldo de lujo pero me da para no depender tanto de mis padres.

Luego de unos dos minutos de trayecto, me estaciono en la calle frente a la librería, me desmonto y entro por la puerta del local, choco con un abdomen trabajado y duro, miro hacia arriba y me encuentro a un dios griego. De ojos cafés, pestañas largas, cejas pobladas, labios rosados, pelo castaño, tenia una barba de unos tres días,  era hermoso.

Llevaba un traje negro con camisa gris. Se veía imponente.

––¿Podría fijarse por donde va?–– dice con cara de pocos amigos sacando me de mi ensoñación, al parecer lo que tiene de lindo, lo tiene de mal humorado.

––Disculpe, señor gruñón–– digo entre dientes y le devuelvo  la misma mirada.

––¿Que ha dicho?–– dice con sus facciones ahora más endurecidas, parece molesto.

––Que tenga buen día–– le respondo con una sonrisa antes de seguir mi camino dentro de la librería a iniciar mi jornada de trabajo.

––Buenos días doña Lila–– saludo a mi jefa, una señora muy dulce de ojos azules, pelo claro y tez blanca.

––Buenos días Ale–– me saluda devuelta doña lila con una gran sonrisa.

Me dedico a organizar unos libros que la personas sacan de su lugar.

––Señorita, ¿Me podría ayudar a buscar un cuento? Para que mi abuela me lea–– me sonríe un niño de unos 6 años que viene de la mano de una señora, supongo es su abuela.

––Con mucho gusto pequeño–– le digo también con una gran sonrisa.

*
*     *

Estoy terminando de organizar unos libros que recién llegaron para realizar el inventario.

Mi celular vibra en mi bolsillo, lo saco y diviso el nombre de mamá en la pantalla, suelto un suspiro y descuelgo la llamada.

-Hola mamá - digo con todo el entusiasmo posible.

-Hola mi niña, ¿como has estado?- hace una pausa–– hace unos días  que no nos visitas.

-He estado bien mamá, no los he visitado por falta de tiempo.––le digo a mi madre.

Casados Por Un BebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora