Orígenes

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Antes del hombre y la bestia, antes del cielo y la tierra, antes del día y la noche, nacieron los rashis y poblaron la nada. El mundo era tenebroso entonces y no podían ver. Merodeaban en la oscuridad sin propósito ni consuelo. 

Entonces se alzó Grehim, el que todo lo ve. Subió por encima del abismo vacío y brilló. Su luz tocó el mundo estéril para que todos pudieran observarlo y hallaran su propósito. Los demás rashis se regocijaron y cantaron de júbilo, pues de pronto podían ver. Así fue como nació el sol.

Descendieron Khun y Bashe, el que cubre y la que sostiene, y el mundo se dividió en dos. El cielo se alzó en lo alto y la tierra cayó en lo bajo. Las nubes ocultaron el sol, brotó agua de ellas y esta se asentó en los lugares más profundos del mundo. Así fue como nacieron el cielo, la tierra y el mar. 

Descendió Lakge, el eterno, y el sol se ocultó en el horizonte y la noche mostró sus estrellas. Ese fue el primer día y la primera noche. Así fue como nació el tiempo.

Finalmente descendió Fraer, la que concede y arrebata. La vida se hundió en los mares, pobló la tierra y surcó los cielos. Así fue como nacieron las bestias y los hombres. Y, viendo los dioses que eran maravillosos, habitaron cuanto cuerpo desearon. 

—Orígenes 1: 1-19

Cazador y presa [Los moradores del cielo #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora