—Ya, bueno. Me alegro de que hayamos aclarado las cosas. —Luke tenía miedo de mirarla a los ojos, pero sabía que tenía que hacerlo. Sólo así lograría asegurarse de que ella no estaba fingiendo esa indiferencia—. ______.
—¿Sí?
—Creo que lo que pasó anoche fue porque en estas últimas semanas hemos pasado demasiado tiempo juntos. Ya sabes, aquí, en el trabajo, los fines de semana. Los dos bebimos demasiado y bueno, tú estabas aquí, y yo...
______ estaba tan estupefacta que no podía pronunciar ni una sola palabra. Esa mañana no esperaba que él le propusiera matrimonio, ni que le declarara su amor incondicional, pero tampoco contaba con que dijera que todo había sido un error y que lo mejor era olvidarlo. Según él, sólo se habían acostado porque estaban medio borrachos y porque en los últimos días se habían visto demasiado. ¡Menuda estupidez!
Cuando Luke dijo «tenemos que hablar», ______ ya supuso que le soltaría el rollo «seamos sólo amigos», y acertó. Pero utilizar el alcohol y la proximidad física para justificar haberse acostado con ella era el colmo.
Después de lo de la noche anterior, ______ creía que su relación iría hacia adelante, que los dos seguirían hablando cada noche hasta las tantas, que seguirían compartiendo cenas, cines, paseos... pero que ahora todo eso iría acompañado de besos, caricias y sentimientos. Se había imaginado que, durante el tiempo que estuviera trabajando en Londres, se enamorarían y que luego ya encontrarían la manera de continuar con su relación. Si pasados esos meses su relación se rompía, o si ambos decidían no seguir con ella, lo superaría. Le dolería, pero lo superaría. Sin embargo, ver que él ni siquiera estaba dispuesto a intentarlo, que prefería pasar página y no arriesgarse, le dolía mucho más de lo que había imaginado. Tenía ganas de gritarle, de insultarlo, de decirle que era un cobarde. Pero no hizo nada. Si él no estaba dispuesto a darle una oportunidad, su relación estaba condenada desde el principio, y ella no sabía cómo decirle que se equivocaba.
—¿Estás de acuerdo? —preguntó Luke al finalizar su discurso.
—Sí. —______ apenas lo había escuchado.
—¿Sí?
—Claro. Seguro que tienes razón. Al fin y al cabo, así nos ahorramos problemas. Quién sabe, a lo mejor terminarías enamorándote de mí, y eso sería catastrófico.
Luke levantó las cejas e iba a decir algo, pero ______ lo interrumpió:
—Tranquilo, estaba siendo sarcástica. Ya sé que eso es imposible. Tan imposible como que yo me enamore de ti. Vaya tontería. Mira, no te preocupes, ya está olvidado. A partir de ahora, haremos tal como tú has dicho; tú seguirás con tu vida y yo con la mía. Es eso lo que quieres, ¿no?
—Sí —respondió Luke muy inseguro.
—De acuerdo. —______ se frotó los ojos. No estaba dispuesta a derramar ni una sola lágrima delante de él—. Me voy a dormir. Buenas noches.
—Buenas noches.
______ cerró el libro que estaba leyendo antes de que él llegara y se dirigió hacia su habitación. Estaba ya a punto de entrar cuando oyó que Luke la llamaba.
—¿______?
—¿Sí?
—Mañana estaré fuera todo el día, he quedado con Sam.
Eso era mentira. Sam tenía un compromiso con su familia, y Luke más bien se pasaría todo el día en el gimnasio, o en casa de Jack. Vio la cara de ______ y apretó los puños con fuerza para controlar las ganas que tenía de levantarse, correr hacia ella y abrazarla. Había conseguido decir todo lo que quería, y seguía creyendo que era lo mejor, pero al verla, lo único que deseaba hacer era besarla hasta que los dos perdieran el sentido. Así que decidió que debía distanciarse un poco, a ver si así conseguía recuperar su autocontrol.
—No hay problema. Yo también tengo planes.
—¿Qué planes? —no pudo evitar preguntar Luke .
—Nada en especial. He quedado con Nicholas para ir a pasear por Hyde Park y luego iremos a almorzar —respondió ______ mientras rezaba para que Nicholas estuviera libre y pudiera convertir esa mentira en verdad.
—Ah, bueno. —Luke tuvo que hacer un esfuerzo para no gritarle y decirle que no quería que fuera a pasear a Hyde Park con Nicholas, que ese paseo le pertenecía a él y que ella no tenía derecho a sustituir el recuerdo de ese día que ellos dos habían compartido en ese parque por uno nuevo con otro hombre. Pero no dijo nada de eso—. Espero que lo paséis bien. Dile a Nick que lo veré el miércoles.
—Claro. —______ lo miró a los ojos una vez más y luego se volvió hacia la puerta de su habitación—. Buenas noches.
Y cerró sin esperar a que él respondiera.
Por suerte, gracias a Jack y a sus otros compañeros, a ______ las horas en el trabajo se le pasaban muy rápido, y apenas veía a Luke. Por otra parte, cuando lo veía, él estaba tan distante y arisco que incluso era preferible no verlo. Lo echaba mucho de menos; echaba de menos sus conversaciones, sus sonrisas...
Ya hacía algo más de una semana de la noche fatídica, del «error», y ______ llegó a la conclusión de que no podían seguir así. Era absurdo. Parecían dos novios de instituto. Era una situación ridícula y muy incómoda.
Incluso sus amigos se habían dado cuenta, y a ella empezaban a agotársele las excusas para justificar que ella y Luke ya no salieran tanto juntos. Después de varias noches sin dormir y de un montón de llamadas a su madre, decidió que lo mejor sería que se buscase un piso donde pasar el tiempo que le quedaba en Londres. Al menos así podría estar tranquila y, si tenía suerte, tal vez lograra olvidarse de Luke.
Con esa idea en mente, empezó una nueva semana. El lunes, justo antes de que dieran las cinco, Jack apareció por encima de su cubículo.
—Ya es hora de salir. Vamos, apaga el ordenador. No te olvides de que soy tu jefe y tienes que hacerme caso —añadió sonriendo—. ¿Esperas a que venga Luke o quieres que te acompañe yo?
—La verdad es que he quedado con Nick.
—¿Ah, sí?
—Sí, me ha llamado antes para invitarme al cine y hemos quedado allí dentro de media hora. —Mientras hablaba con él, ______ apagó su ordenador y recogió el bolso del suelo.
—¿Qué película vais a ver?
—No sé, ya sabes cómo es Nicholas. No ha querido decírmelo porque es una sorpresa. En fin, mañana te cuento. Gracias por ofrecerte a acompañarme, Jack, pero como ves, no hace falta.
—De nada. ¿Sabe Luke que vas a llegar tarde a casa? —le preguntó Jack levantando una ceja.
—No, no lo sabe. Pero no te preocupes, no creo que le importe.
Jack y ______ estaban de pie ante el ascensor cuando las puertas se abrieron, y dentro vieron a Luke. Llevaba las gafas, señal de que estaba muy cansado, e iba cargado de papeles.
—Jack, suerte que te encuentro. ¿Podrías decirme por qué las fotografías del reportaje de China no son las que tú y yo decidimos y por qué la portada de este mes es tan horrible? Creía que todo había quedado claro.
—Luke, estaré encantado de hablar contigo. La verdad es que llevo todo el día persiguiéndote para hacerlo. ¿Te acuerdas de que esta mañana habíamos quedado?
—Ah, lo siento, he tenido un día horrible. ¿Podemos hablar ahora?
—Por supuesto, tú eres el jefe —respondió Jack mirando a ______, que aún esperaba para entrar en el ascensor.
—¡______! —esclamó Luke sonrojado—. No te había visto.
—Tranquilo, no pasa nada. ¿Ves como tenía razón? —añadió ella mirando a Jack—. En fin, me voy. Hasta mañana.
Entró en el ascensor y pulsó el botón para que las puertas se cerrasen. No tenía ganas de estar junto a aquel frío energúmeno ni un minuto más del necesario.
—Jack, ¿sobre qué tenía razón ____?
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Nadie como tu. {Luke Hemmings}
RomanceSinopsis: ______, una joven diseñadora gráfica que vive en Barcelona, se ve forzada a redirigir su carrera profesional a causa de un accidente. Aconsejada y apoyada por su familia, ______ se traslada a Londres. Su hermano Ashton ha intercedido para...