#21

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Al día siguiente, fiel a su promesa, Nick la acompañó a visitar un par de pisos. Él era arquitecto, así que, además de darle ánimos, también le dio buenos consejos sobre los defectos y virtudes de cada apartamento que visitaron. ______ no le había dicho a Luke que estaba buscando otro lugar donde vivir. No creía que le importara, pero además, no quería pelearse con él, y estaba segura de que cuando se lo contara se pelearían. No porque él quisiera que ella siguiera en su casa, sino porque Luke le había prometido a Ashton que cuidaría de ella y, por muchos defectos que Luke tuviera, era incapaz de romper una promesa hecha a su mejor amigo.

Había sido un día de lo más raro. No podía decirse que Luke y ella hubieran hecho las paces, nada más lejos de la realidad, pero él había empezado a comportarse de un modo extraño. Como, por ejemplo, mandándole e-mails en el trabajo para decirle cualquier tontería. Después de la extraña conversación que la noche anterior habían tenido delante de la puerta de la cocina, a eso de las once de la mañana ______ recibió un e-mail que decía:

"¿Te gustó la película? Si es buena, ¿te molestaría mucho acompañarme esta noche al cine?
Por cierto, hace meses que no llevo bufanda. Creo que no volveré a usar jamás."

Luke 

______ tuvo que leerlo un par de veces para asegurarse de que no veía visiones. No contestó hasta las tres de la tarde.

"La película es malísima.
Yo no descartaría volver a usar bufanda."

______

La risotada de Luke al leer la respuesta de ______ hizo que Sam, que estaba en otro despacho, fuese corriendo para ver qué pasaba.

Esa noche, ______ llegó tarde a casa. Después de visitar pisos con Nick y descartarlos porque eran demasiado caros y demasiado viejos, estaba tan cansada que ni siquiera cenó. Luke aún no había llegado; tal vez al final hubiera decidido ir al cine solo, o con Monique. Sólo de pensarlo se le ponían los pelos de punta. Pero justo en ese instante se abrió la puerta y llegó él.

—Hola —dijo mirándola de arriba abajo—. ¿Hace mucho que has llegado?

—No, ¿por qué?

—Por nada. Pareces cansada.

—Lo estoy. —Después de los e-mails de esa mañana, ______ no sabía qué decir—. Voy a acostarme.

—¿No vas a preguntarme si he ido al cine?

—No. —Aunque le costara horrores no pensaba preguntárselo.

—Pues no he ido. —Ella se dio la vuelta y Luke continuó—: Sin ti no habría tenido gracia. Me he quedado trabajando hasta ahora. —Al ver que ella no iba a decir nada, se rindió—. Buenas noches, ______.

—Buenas noches.

El miércoles, antes de las diez de la mañana, ______ recibió otro e-mail:

"Según mi horóscopo, hoy es un día excelente para entrar en contacto con la naturaleza. ¿Quieres ir a Hyde Park?"

Luke

______ le respondió a las doce:

"No deberías creer en esas cosas. Nunca aciertan."

______

Luke sonrió.

Esa tarde, ______ fue a visitar un par de pisos más y, cuando le contó a Nick lo de los e-mails, casi le dio un ataque de risa. Cuando consiguió calmarse, lo único que dijo fue:

—¿Lo ves, ______? Yo tenía razón.

—¿Sobre qué?

—Sobre lo de Luke. Sabía que estaba loco por ti.

Ella decidió ignorar ese comentario, pero tenía que reconocer que cada vez tenía menos ganas de encontrar el piso perfecto.

El jueves, a eso de las tres, ______ aún no había recibido ningún e-mail y supuso que Luke ya se había cansado, pero a las tres y media vio que se había equivocado:

"Oh, bella doncella, estoy preso en una celda con el malvado tirano Sam y la bruja Amanda. ¿Seríais tan gentil de venir a rescatarme? Os prometo que luego os llevaré a la mejor posada del feudo."

Sir Luke (caballero de la Mesa Redonda)

______ tuvo que morderse los labios para no reír. Se había olvidado de que Luke y Sam tenían una reunión muy importante, y seguro que no había tenido ni un momento libre. Contestó en menos de dos minutos:

"Oh, sir Luke, me temo que deberéis liberaros solo. Me atrevería a sugerir que utilicéis vuestra espada, pero una doncella como yo no sabe de esas cosas."

Lady ______

Luke se sonrojó al leerlo, y cuando Sam le preguntó qué pasaba, lo único que se le ocurrió decir fue que tenía calor. Y vaya si lo tenía. ______ seguía sin querer hacer nada con él, pero al menos esa vez había tardado menos de dos horas en contestar, lo cual ya era una victoria. Esa noche, él volvió a llegar tarde y, muy a su pesar, vio que ______ ya se había acostado. Al día siguiente volvería a intentarlo.

El viernes a las nueve de la mañana ______ abrió ansiosa su correo electrónico y vio que aún no había recibido ningún e-mail de Luke. Tal vez se lo enviaría más tarde. A las once seguía sin haber recibido nada. Ni a las once y media. Se juró a sí misma que no volvería a consultar el correo hasta las doce y media y se obligó a esperar hasta entonces. A esa hora sí había un e-mail de Luke:

"Echo de menos hablar contigo."

Luke

______ casi se cayó de la silla. Los otros mensajes habían sido simpáticos, medio en broma. Aquello no se lo esperaba. Antes de que pudiera pensarlo mejor, contestó:

"Yo también."

______

Luke abrió el mensaje de ______ y respiró aliviado. Se había pasado toda la noche pensando qué escribir. Nada le parecía lo suficientemente ingenioso, así que al final optó por decirle sinceramente lo que pensaba. Por suerte, ______ había sido igual de sincera y por fin había bajado un poco la guardia. Como no quería que ella tuviera tiempo para cambiar de opinión, le mandó en seguida otro e-mail.

"Llegaré tarde a casa.
¿Te importaría esperarme despierta?"

Danger

Cuando ______ vio que él le había mandado otro e-mail en apenas cinco minutos de diferencia, le dio un vuelco el corazón. Sonrió no sólo por lo que le decía, sino también porque había firmado «Danger». Ella sólo lo había llamado así la noche que se acostaron. No estaba segura de qué pretendía Luke con ese cambio de actitud, pero decidió arriesgarse.

Nadie como tu. {Luke Hemmings}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora