"Frialdad incontrolable"

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Pasaron los dias.

Y nada cambio, fue como si la ausencia de mi madre no solo hubiese cambiado algo dentro de mi.

También cambio todo en Lariomen y su gema la logramos recuperar pero esta se apago, como nosotros junto con ella al dar su ultimo aliento de vida.

La tumba de mi madre esta bajo el castillo negro, pero apesar de estar cerca de ella nisiquiera me atrevo a poner un pie en ese lugar, por que definitivamente se que no estara alli y jamas lo va estar.

No quiero olvidarla, ni tampoco perder el recuerdo de su rostro. No quiero olvidar.

Mi hermana Elena, por otro lado.

Se mantiene distante y misteriosa, ha estado ultimamente muy ocupada en la sala de echizos de mi madre.

Mi padre es otra historia, es aun mas serio y frio que antes. La unica chispa de vida que tenia antes, mi madre lograba sacarla de lo mas profundo de su ser.

Ahora, parece que eso también murio con ella.







Mi padre dos semanas despúes de la muerte de mi madre, se atrevio a peguntarme sobre lo que paso ese día y lo que habia visto.

Estaba terminando de entrenar con mi amiga Folown, cuando se aparecio en Cartoc el lugar donde los elfos entrenamos y preparamos a las nuevas generaciones en:  Magia negra, Batallas y dones propios de nuestra raza como también el arte de aprender de nuestros enemigos como sus lenguas, sus tacticas de batalla, su ideologia sus leyendas.

Cartoc es el estilo de vida de todos los elfos oscuros, asi como las guerras.







Quitaba mi carcaj de mi espalda cuando mi padre se aparecio frente a mi y pregunto sobre aquello que paso ese dia y que nunca voy a olvidar.

— Altaír, necesito hablar contigo — dijo con una voz serena que nunca escuche de su persona jamás.

Fuimos a una torre del cuartel de este sitio al que rrecurrimos todos ultimamente. En donde no habia nadie y estaba a disposición como para tener una charla como esta.

— Dime lo que paso ese día — dijo mi padre antes de llegar al balcon de la torre.

— Bueno... — dije tratando de calmar mis emociones.


Le conte sobre lo que paso en la misión y los elfos que nos topamos en Harlott  y debimos matar.

Sobre la bestia que nos traiciono en las montañas de los tres dragones y el ejercito enemigo que combatimos de ese lado de las montañas.

Le conte cuando me derribaron con Darsena en aquel bosque en el que fallecio, y las visiones que vinieron a mi mente y me llevaron en donde mi madre estaba.

Y le confese la batalla que tube con este sujeto, el ascesino de mi madre.

— Y... Eso fue todo. — seguia confesando.

Se fue alejandose con esa sonrisa idiota en su rostro cortado a la mitad que de mi parte logre pero que no significo nada para el, pero... Esa risa, esa risa dijo que lo consiguio todo.



Mi mirada no podia ver a mi padre, porque por primera vez veo como su rostro se sume en la melancolia y no sabia manejar las emociones que ahora siento, mucho menos lidiar con su rostro golpeado por el dolor.

Segui mirando hacia abajo y desviaba la mirada también viendo hacia el paraje de cielo gris y frio de Cartoc para no tener que ver como sus ojos que dejaron de ser rojos, sino ahora son azules como antes llenandose de lagrimas contenidas en esos ojos.

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