ALTERA

En silencio

- Te sentiras adolorida y sin fuerzas cuando despiertes, eso es normal, es por la magia, tu cuerpo va absorver toda la magia que resista- esperemos que sea suficiente, interrumpi- solo resiste y no olvides quien eres.

-Que no es ese el punto?

-Cuando completes tu mision, te voy a liberar del echizo, o talvez tu memoria lo haga, tienes que cuidar bien todo lo que digas cuando despiertes, cualquier error puede crear dudas.

-Entonces.. No voy a recoradar nada?

-No, nisiquiera a mi, ni lo que viviste, es necesario Altaír.

-Por que no me lo dijiste?

-Te habrias negado?

-No, pero como se supone que voy a saber lo que debo hacer.

-Esa es otra cuestion, no sabras ni recordaras absoluta mente nada, si con el tiempo recuerdas es por que tu mente logro bloquear por ese tiempo la magia, pero si no, tendre que ir por ti y hacerlo yo misma–respire hondo– con lo demas no te preocupes yo voy a alterar lo que pueda en tu mente para que recuerdes lo que debes hacer.

-Bien, comencemos-dije con tituveos.

-Altaír,-volteo a verla y la veo con  preocupacion en su rostro- No olvides quien es el verdadero enemigo y lo que nos hicieron, cuidate, hermana.

-No te procupes, los destruiremos desde adentro y no olvidare de donde soy y lo que soy eso te lo prometo, estare aqui cuando menos lo esperes.

-Bien, eso espero, por tu bien. Comiencen-dijo Elena mientras nueve elfos cubiertos por una bata oscura y cubiertos del rostro con ella, comienzan a levitar el hechizo y Elena se une a ellos.

Estoy sobre una mesa de piedra en donde se hacen estos hechizos, sostenida por unas esposas de metal a mis muñecas y mis tobillos para que no mueva.

Mientras siguen hablando, comienzo a sentir un terrible dolor en mi cabeza y en mi pecho, mi gema sentellaba y al mismo tiempo se tornaba de un color distinto.

El dolor aumentaba y sentia que mi pecho ardia, mi cabeza estaba a punto de explotar.

Sus palabras parecian tener otro idioma que no entendia, mi vista se nublo y un sumvido en mis oidos paraliso mi cuerpo
- No respira
- Entonces hagan que vuelva a respirar.
- Ella tiene que hacer que el hechizo funcione majestad o..
- O que?
- Morira.
-Ella resistira, continuen.
-Majestad...
-Solo hagan lo que les dije!.

Mientras siguen haciendo el ritual, pegue un grito al reaccionar y todo volvio.

-Hey! Mirame Altaír.
Volteo a verla con exprecion de dolor en mi rostro, una exprecion que parecio afectarle.
-No te rindas, no aún, no me hagas esto Altaír- un crujido que parece originarse de mi gema me hizo gritar de nuevo.

-Majestad..
-No se detengan o ustedes van a ser los siguientes!
-Altaír, no nos falles, no otra vez tu puedes cambiarlo, esta es tu oportunidad de buscar lo que tienes que envontrar, sigue tu destino.

Lo ultimo que dijo lo escuche en eco, pero parecia algo retorico, como si no hubiera sucedido.

Depronto todo en lo que me jabian creado desaparecio, mi mente se quedo en blanco y mi cabeza como si hubieran lanzado una flecha a mi cabeza.

Mi gema palpitava mas fuerte que mi corazón, me sentia debil como si un tornado gigante me hubiese llevado lanzandome por todos lados, dando vueltas al rededor de el como un pedazo de papel.

-Funciono..
-Majestad.. Sus manos.
-Por que tiene esto en su gema majestad..
-Eso no les concierne.
-Entonces es cierto.
-Que?
-Ella es una primogenita de los reyes guardianes, ella no es de los nuestros.
-Parece entonces que si seran los siguientes señores, les dije que no les concierne.
-Majestad, no diremos nada lo prometo por favor.
-Si no lo haran de eso me aseguro yo,no se preocupen.
-Ustedes nos han traicionado, su padre debio morir por la mano de su propio pueblo.
-Descuide lord, usted se lo dira en persona.