No tan Diferentes

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Ah, hola, así rapidín... este cap es eterno como él solo. Confío que en algún momento, los caps dejarán de parecer eternos, pero en este no pasó, así que tenganle paciencia y de preferencia, leánlo cuando tengan tiempo, para evitar interrupciones

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¿Qué podían concluir de los días siendo mortales? Que dolía mucho ser mortal, se era demasiado débil y frágil, cualquier cosa podía matarles y era terrible esa sensación de hambre y cansancio, pero a su vez, todo se sentía más real, con más intensidad. No ansiaban volver a ser mortales, pero entendían porque cuando se acercaba su final, los mortales le temían a la muerte, pero nada de eso importaba ahora, era momento de volver a ser los seis en un nuevo entreno en el que sorpresivamente, casi que les animaba volver a verse. No es que fueran a admitirlo, pero así era. Todavía entre hipótesis, pareciéndoles más que fascinantes lo descubierto en esos días, Apolo y Atenea seguían divagando sobre lo que pasaría si un mortal se volviera deidad o si ellos fueran mortales mucho tiempo, llevaban días entre planteamientos y siguieron con ello, llegaban al entreno ya armados... ¿Se les podía callar? No. Era la gran conclusión a la que llegaban los cuatro otros dioses

Enio, Apolo y Atenea tenían un gran gusto por hablar... de hecho, el problema era callarlos o intentar entender de lo que hablaban. El grupo se podía dividir en dos, la razón y la acción; ahí dónde discordia, debate y raciocinio eran elocuentes, analíticos y críticos; cacería, guerra y fuerza eran de actuar, reaccionar sobre la marcha, improvisar según la situación lo ameritara. Al carecer de miedo y seguir el instinto, eran más efectivos para los golpes finales; pero para las densas guerras que podían perdurar, se necesitaba conservarse con fuerzas para enfrentarse y ahí, era mejor la mente fría, mediática y estratega de los otros. Con Ares, Artemisa y Hefesto ganarían todas las batallas; con Apolo, Atenea y Enio ganarían la guerra... así que si se lo proponían, serían un grupo perfecto para la lucha, ahora, solo... debían saber equilibrar aquello, así que eso intentarían. No podía ser tan difícil. Eran dioses, tenían que ser capaces de lograrlo, pero por ahora, debían aprender de la especialidad de cada uno, todo lo que pudieran

-Ah... Atenea dijo- comenzó Ares forzándose por recordar sus exactas palabras- que el mejor modo de derrotar el enemigo, es conocerlo o algo así- añadió recordando el día en que se la encontró dentro de su templo y cuando le exigió largarse, la diosa se negó a irse hasta que la escuchara- así que... vamos a aprender o van...- intentó excluirse de aquello. Era el dios de la guerra, sabía manejar todas las armas- hoy... pelearan contra nosotros que manejamos la lanza- decidió y al empuñar, quedó el arma en su diestra- Atenea, la tuya- exigió indicándole que se acercara a su lado- no es tan difícil solo...- no supo cómo explicarse- como sea... Enio y Apolo conmigo, Artemisa y Hefesto contigo- ordenó alzando las cejas cuando no se vio obedecido

-¿Qué es exactamente lo que vamos a hacer?- le insistió Artemisa después de verse los otros cuatro dioses entre ellos sin tener claro ¿Qué quería?

-Ya dije... luchar. Ustedes contra nosotros dos- aclaró molesto, ¿acaso no acababa de decirlo? Pero se calló cuando Atenea le puso la mano en el hombro- ¿Qué? ¿Acaso no lo dije?- la retó

-Sí, pero no se entendió- aclaró la sabiduría irguiéndose y poniéndose delante suyo tomando la palabra- vamos a enseñarles a defenderse de un rival con lanza, supongo que luego será con arco, espada y lucha cuerpo a cuerpo... pero por hoy, aprenderán defensa contra lanza- concluyó dedicándole una mirada entre insolente y comprensiva a Ares- de nada- añadió cuando Ares aseguró haber dicho lo mismo. Ares se apartó renegando- vamos- llamó a los suyos

-Espera- llamó de nuevo Ares reteniéndola- mejor... vayan ustedes con ella- cambió de opinión de solo imaginarse horas conviviendo con ese Apolo y Enio

La Legión del Olimpo [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora