Enfrentando el Miedo

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Y reinó el silencio, por unos segundos nadie dijo nada hasta que Zeus se removió en su puesto y soltó a reír, asombrado, desquiciado o quien sabe que le veía de gracioso a ello, pero rio, rio con tal satisfacción que Ares confuso tuvo que verificar que tal cosa si pasaba, a su lado, Hefesto también anonadado le sostuvo la mirada seguro que aquello no debería estar pasando, pero lo hacía y con decisión cortó la risa, le indicó a Hebe acercarse, la pobre que seguía al rincón del templo, aferrada a su vasija con la ambrosía, habiéndolo visto todo, siendo una sombra o parte de la decoración de la que los dioses solían olvidarse que estaba ahí, pero ella seguía inmóvil en su sitio, esperando a que alguno de los dioses quisiera beber y extendiera su copa, tal como lo hacía su padre ahora. Se obligó a reaccionar y correr hacia él sirviéndole, todavía con la vista fija en la salida

-Será suya- decidió Zeus y las expresiones estupefactas al oírle fueron inmediatas- pobre del patrón que destruya su propia ciudad, no permitirá que caiga, tiene el poder suficiente para evitarlo- contempló casi fascinado o asustado Zeus- y de no hacerlo, el Tártaro será el castigo- juró bebiendo

-¡MIRA EL TEMPLO!- rugió Ares señalándole el desorden y algunas columnas inclinadas- ¡ÉL HIZO ESTO E INSISTES EN DARSELA!- retó forzándose con contenerse- tú... tú... tú quieres una guerra- acusó y el semblante de Zeus se volvió turbio

-¿Yo? Tú eres la guerra- acusó- tu presencia complicó todo aquí- se intentó convencer que los momentos de riña eran causa de Ares- aléjate de esa ciudad, sin ti, nada de esto habría pasado- culpó y anonadado, Ares se miró, los miró buscando su aura sobre ellos, todos los demás le veían con sospecha, Ares se miró las manos seguro de no haber querido provocar nada- ¡FUERA!- rugió levantándose de su puesto- hablaré con él cuando todo esto se calme y tú te largues de aquí y no estés para crear caos donde nunca los ha habido- aseguró y salió por uno de los laterales

-¿Qué hiciste?- dudó Deméter siendo la primera en hablar- ¿Por qué hacernos pelear?- insistió

-Yo... yo no, no- se convenció Ares de no haberlo provocado él, mirándose las manos intercaló mirada entre ellos- madre- llamó a la única que podría creerle- sabes que no- insistió y terminó abandonando el templo cuando Hera apartó la mirada

Esa misma noche, queriendo ignorar sus realidades, Atenea les llamó. Debían verse, entender lo que pasaba, los cambios recientes y en definitiva, prepararse para lo peor, porque era oficial, algo sabía Zeus que ellos no, para algo les quería ocupar y que bajo ningún motivo, la legión continuara así que en su templo los esperó. Por separado y en el transcurso de la noche, cada uno llegó al templo de la sabiduría hasta estar los seis, siendo Enio la única desinformada

En su sitio, la discordia los miró a cada uno notando lo tenso que era el silencio, incluso lo diferente que se veía la cercanía de Artemisa a Apolo. Apretó los labios y casi lamentó no ser una diosa del panteón, pero debía saber a qué había ido, si se supone, no volverían a reunirse todos a la vez, alcanzó a abrir la boca pero antes de poder decir cualquier cosa Atenea tomó la palabra

-Para nadie es un secreto que Zeus... causó el caos hoy, quería ocasionarlo- empezó Atenea

-Si vas a decirme que tiene que haber un motivo, me largo de aquí, Atenea- le advirtió Apolo deduciendo lo que seguía en ese discurso- lo viste, no hay motivo, más allá de su capricho- le riñó callando cuando Artemisa le retuvo con la mano en el hombro y le negó pidiendo que lo dejara pasar

-Zeus tuvo la osadía de culparme a mí de ello- informó Ares ya que ellos tres estaban fuera cuando dijo aquello- Hefesto mismo lo oyó, ¿Qué argumento tiene? Ninguno, cree que yo necesito una guerra entre dioses, como si no pudiera causarla con mortales cuando quisiera- renegó indignado cruzado de brazos, Hefesto a su lado afirmó

La Legión del Olimpo [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora