Catedra de Muerte

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Furioso por la incompetencia de su pequeño ejército descendió a Esparta, necesitaba rodearse de guerreros de verdad, seres que vivían por y para la batalla, sus malditos sanguinarios eran la sociedad perfecta, sus mujeres eran veneradas y complacidas entre sabanas y una vez fuera, todos eran fieros guerreros que podrían compararse con su propia destreza para la guerra y entre ellos, viéndoles entrenar, logró la paz que sus hermanos le habían arrebatado.

Por él fuera escogería una legión de mortales para proteger el Olimpo, cualquiera de sus soldados sería mejor guerrero que esas deidades, pero su padre ni siquiera aceptaría tal idea, su padre... recordó, Zeus no parecía sorprendido del desastroso intento de entreno, tal vez ya lo sabía, no lo creyó posible y volvió a reñir consigo mismo de recordar la insolencia de cada uno, se humanizó y ordenó al azar a uno de sus guerreros que sobreviviera solamente usando el escudo y le vio obedecer, así debían ser, pero no, los dioses se negaban a tener autoridad y seguir ordenes, ¡Así no se podía luchar!; bramó y el día lo pasó luchando entre mortales cada vez más convencido que su legendaria Esparta era su más grande creación

Y tras pasar el día en combate otorgándole a varios afortunados el privilegio de luchar contra él, escuchó esos aleteos, levantó la mirada alerta por verles y los reconoció cuando las alas negras sobrevolaron la arena donde combatía. Los observó hasta que descendieron volviendo siniestro el ambiente de todo Esparta; sus guerreros se sintieron inquietos y ni así dejaron de atacar, no había queja, no tenía queja alguna de ellos, aseguró orgulloso al verles tan dedicados a la lucha y volvió la vista al alado negro que iba seguido por Hermes y los siguió

Siendo notado por ambos, le esperaron, sería esa la primera vez que veía a la muerte tranquila trabajando, es más, es la primera vez que le veía, sabía de su existencia pero él solía ver la muerte violenta, siniestra y desaliñada, comparadas con ellas, el dios que iba a su lado era imponente y aún así, más tétrico que sus hermanas Keres ante el saludo siniestro y gutural que le dio, Ares no pudo evitar sentir temor, pero lo diluyó cuando el ser sonrió

-Que su imagen no te intimide, pese a que le ves tan siniestro, es un gran comediante- prometió Hermes al notar el tenso momento- ¿verdad que sí, Thanatos?- insistió caminando sobre el aire para ir al ritmo de los dos que caminaban

-Toda la eternidad intentando sostener una imagen y la destruyes en segundos- renegó la muerte abriendo la puerta de la casa a la que había ido- primera vez que me encuentro contigo, Ares- admitió el dios de ojos vendados girando la cabeza hacia él como si pudiera verle y la guerra solo miró al ladrón preguntando en silencio si eso era posible

-Si te ve, no es que vaya a ciegas, es solo que nosotros no tenemos permitido ver sus sangrientos ojitos- burló Hermes y la carcajada que soltó Thanatos fue lo más extraño que haya escuchado Ares en su inmortal existencia- es por nuestro bien, la mirada de Thanatos fuera del inframundo te roba el alma- bromeó esperando que el dios entrara y ambos se asomaron por la ventana de la casa para ver la muerte trabajando con calma y elegancia

-¿Podría? No lo creo, somos inmortales- se respondió Ares a sí mismo cuando vio al dios tocarle la frente al viejo sabio que tantas veces le había servido en guerras, se quitó el yelmo por respeto y por solidaridad Hermes hizo lo mismo- fue un gran guerrero, ejemplar en cada misión- dejó claro para que le llevaran sin agonía o tormentos hasta el inframundo

-Thanatos al igual que todo el séquito de Hades son entidades más poderosas que nosotros y efectivamente, hermano mío, puede matarnos, los mortales caen ante su tacto, nosotros ante su mirada, trata de imaginar lo que pasaría si se cayera esa seda de los ojos estando fuera del inframundo, allá dentro puedes verle- le explicó antes que el Thanatos saliera de ahí y desplegara sus alas ante la puerta en cuanto Hermes entró, Ares incapaz de moverse vio como ante ese movimiento, el alma salía del cuerpo para ser acogido por Hermes

La Legión del Olimpo [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora