Rapto

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-Tu incontrolable sed de sangre, responde, ¿Qué habrías hecho de matarles?- reñía Zeus a Ares en cuanto le vio y en la tierra todo el cielo se iluminaba en una incesante tempestad

-No voy a negarlo... fue demasiada la influencia de las keres- admitió firme con ese porte militar- no creo que estén preparados para esto, padre les importa mucho el otro, afectarles sería demasiado fácil

-Ignorante- acusó al oírlo y terminar la copa de ambrosia que tenía- mis hijos no son bárbaros y salvajes guerreros, son cazadores y artistas, ambos, ahora dime, ¿conoces algún artista que sea un asesino? O tal vez ¿un cazador que no cace para poder llevar alimento a casa?- indagó y sin inmutarse pero estando alerta a la aparente calma de su padre, Ares empuñó las manos esperando un ataque- Tienes razón, Ares, no son guerreros, Hefesto tampoco lo es, pero mi orden fue clara, entrénales, enséñales a serlo, tienen cualidades para la batalla, tú mismo lo reconociste, pero tu escasa mente, te impidió ver qué era eso lo que debías hacer- ironizó conteniendo su cólera, porque Hera misma acabaría con el Olimpo si tenía que tolerar el hospedaje de sus hijos y el rechazo de los legítimos

-No sirven para guerreros, te estoy diciendo que se desviven por el otro, abandonarían su cargo por protegerse- recalcó con una voz oculta en su garganta y la risa de Zeus le hizo temer

-De Hefesto sé poco, el hijo de tu madre es tan básico como se podía esperar de un herrero, pero Apolo y Artemisa...- susurró acariciando su propia barba meditabundo- si tan cercanos son, si encuentras eso como una debilidad, tienes en tus tropas a alguien con la capacidad de hacerles pelear, tienen talento para el combate, pero al no ser guerreros, es normal que solo lo saquen a relucir por defensa personal y aun así, ustedes hicieron lo que quisieron con ellos, hoy- recordó y un aura que se sintió siniestra cubrió el trono y se destiló hasta Ares que retrocedió- asesinaron la bestia que envió tu madre para que acabara con ellos en sus primeros días de vida, no necesitas más pruebas, pueden ser excelentes guerreros, solo debes forzarlos a serlo- ordenó y la mirada atónita de Ares lo decía todo

¿A sus astros? ¿Estaba Zeus exigiéndole tal cosa?, afirmó a su orden sin creerlo y salió del sitio para ir en busca de Eris, tenían que irse de ahí, la cordura de su padre empezaba a ser cuestionable, para que Zeus le permitiera y exigirá que les distanciara para que dejara de importarle lo que pasara con el otro y poderse concentrar en acatar la orden militar, la única explicación razonable era eso, Zeus estaba delirando, es que tal orden simplemente no lo creía posible, eso debería ser una trampa, estaba siendo puesto a prueba por su padre, tenía que ser eso, porque donde obedeciera sería su furia la que caería sobre él, eso quería, quería hacerlo fallar, estaba seguro de eso, ¡era de sus astros de quienes hablaba! Iba a entrar a esa habitación cuando Eris salió de ella y frunció el ceño al ver su expresión contrariada

-No te odian, les dije que así son los entrenamientos contigo... ellos no saben cómo son, así que convencerles fue fácil- admitió volviendo la vista a la puerta- pero esto no puede repetirse por mucho que quisiera que se diera, para poder participar esta vez- renegó pateando el aire

-Padre acaba de exigirme que los obligue a ser guerreros- admitió con la vista fija en frente dejando sin habla a su elocuente hermana- también reaccioné así, ¿es una trampa verdad?- le preguntó y ella solo subió los hombros

-¿Exactamente que te dijo?- preguntó apartándose de esa habitación para ir a la suya- adentro están Hermes y Dionisio- le contó cuando Ares volvió la vista atrás al oír risas que se ahogaron en toses que supo que eran de los mellizos- no creo que padre le agrade que les hagamos algo, por más que lo diga- planteó y Ares afirmó

-Pero tiene razón- admitió pensando de nuevo en las palabras de Zeus- veremos cómo se comportan cuando volvamos a entrenar, si veo que definitivamente es demasiado pedirles que se desinteresen por el otro, tendremos que hacer lo que padre dijo- le advirtió y la involucró por lo que ella solo parpadeó antes de ir tras él

La Legión del Olimpo [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora