El serafín ángel olvidado

Capítulo 13: las lágrimas de un serafín.

Desde esa noche fuimos felices, nos amamos y nos quisimos como nadie, nunca nos faltó nada, y aprendí a vivir como humano mucho más.
Construimos una pequeña cabaña a las afueras de Jerusalén, en un bello lugar donde la vegetación y el agua se podían conseguir sin problemas, creamos nuestro propio paraíso, habían pasado diez años desde entonces, no teníamos hijos, pero aun así éramos felices, nunca me pregunto la razón del porque no quería tener hijos, y no creí necesario contarle el por qué, pero lo sabía muy bien, no podía engendrar un nefilim, ya que ella moriría al nacer, o durante su dieta, o quedaría mal a causa de el, y yo tendría que matarlo a él, y no lo soportaría.

-Amor, desde que estoy contigo he sido la mujer más feliz, gracias a ti.
-Sabe que te amo celestic, y siempre te cuidaré y estaré para ti amor mio.
-lo se y por eso te amo aun más cada día, se que sabes que quiero una familia contigo, pero respeto tu decisión al no querer hacerlo.
-Amor, la cuestión no es que no quiera solo que es algo complicado, te amo.

Pero paso lo inesperado, una noche de tormenta me entregue entre sus brazos, me perdí entre sus besos y me deje llevar por la dulzura de su voz, y no me di cuenta que me vine dentro de ella, la noche fue muy cruel conmigo en esa tormenta, al poco tiempo me dio la noticia, y quede atónito al oír sus palabras.

-Amor, estoy feliz, en mi vientre vive el fruto de nuestro amor, estoy embarazada y espero un hijo tuyo.

No supe que decir, si estar feliz o triste, lo único fue que por primera vez conocí el llanto, al saber que perdería a mi amada. Me sentí impotente, quería destruir lo que había procreado, pero no podía apagar la felicidad de mi amada.

-Amor no se que decir, no me esperaba una noticia así en mi vida, en mis planes no estaba previsto ser padre, te amo amor...

Con un nudo en la garganta solo me quedé esa noche, mientras las lágrimas corrían por mi rostro entristecido, se que ella lo noto pero no dijo nada sólo me abrazó más fuerte y beso mi pecho, se durmió al compás del latido de mi corazón.