Capítulo 20 soledad

12 1 0
                                    

Soneto

-Me siento perdido en este destierro, soy un ángel en olvido con gran agonía, solo se refleja la muerte en mis ojos.
Sumergido en incertidumbre se encuentra mi alma y aun que tengo mis alas son algo en vano.
Por el solo hecho de no poder salir de este tártaro donde sólo destrucción y maldad habita en cada rincón.
Sobre cadáveres reposa mi cuerpo y la soledad hace parte de mi vida.
Alas blancas y hermosa se tornaron negras y ahora sólo la compañía de dos es mi guía .
mis grandes amigos cuervos que comparten mi día a día.
Buscando tal vez el perdón para regresar alguna vez de donde fui desprendido por tus mentiras.

Me encontré a dolorido y sin ganas de continuar, demonios me perseguían para destruirme, y tenía que luchar contra ellos cada día, en esa soledad me perdía y no hallaba salida, era inminente, tenía que hacer algo para dejar esta tortura tenía que buscar la forma de camuflarme y opte por usar poseer un cuerpo humano, pero no podía ser cualquiera, y no duraría mucho tiempo entre ellos, ya que los humanos envejecían rápido y no cualquiera podría ser mi recipiente.

Busque por varios días, y encontré lo que buscaba, un cuerpo acto para ocultarme, pero así pasé por muchos años, de cuerpo en cuerpo, y oculto de los demonios,
Pero no oculto para él, Satanás me encontró cada vez que cambie de cuerpo.
-que haces hermano, por qué usas este método tan bajo para ocultarte.
-sabes que es la única forma, no quiero seguir batallando con tus demonios, consumido entre cadáveres de ángeles oscuros.
-sabes que a mi lado podrías tenerlo todo, mira este mundo que he creado, casi cumplo un siglo de desterrado y he logrado crear mi imperio bajo una religión falsa y muchas doctrinas llenas de mentira, hago milagros en su nombre para que me sigan más y más, cada vez que provocó maldad la culpa recae sobre él.
-¿por qué te volviste así?, ¿que te hizo él para que lo odies tanto?, tenías libertad y muchos a tu mando, vivías sin problemas, que te paso.
-no podía vivir bajo el poder de un Dios, que decía amar a su creación, pero permitía que se destruyeran entre si, que tomaran malas decisiones, he hicieran su propia vida, eso no es amor, es sólo un maldito suicidio.
-por si no lo recuerdas el hombre no sabía lo bueno y lo malo, y vivía a la voluntad de Dios, conoces el plan de Dios para la humanidad, y lo bueno que el tiene para ellos, como dices que no los ama, y si fuiste tu quien lo cambio todo!
-si lo se bien, pero no les permitía conocer el placer, saber que se sentía tomar su vida y hacer lo que quisieran, vivir al límite, sin saber si existiría un mañana yo les abrí los ojos.
-y iniciaste su dolor y sufrimiento, ellos tendrían todo, no conocerían cansancio ni verían la muerte, pero tú lo cambiaste todo.
-ya que importa, pronto mi tiempo acabara y si no logro demostrarlo en este momento tendré que esperar mil años para volver, y comenzar de nuevo, sigue escondiendo te sabes, que no te servirá,
-sabes que no me escondo, solo guardo fuerzas para ese día...

El serafín ángel olvidado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora