El serafín ángel olvidado

Capítulo 23: inicia la batalla

En un instante pensé en mi amada y escribí un soneto entre lágrimas y pequeñas mentiras solo para darme fuerzas y poder continuar.

Soneto:

Mi oscuridad me ha hecho cautivo, comparto mi ser en cuerpo ajeno, soy un desterrado en olvido.

Hoy tú conoces mi verdad, y sólo tú sabes quién soy, y igual sabes que al llegar el día me perderás, por qué mi destrucción es posible,

Me amas como soy y lo aceptas como es, tu eres mi luz, y tal vez su salvación, solo queda esperar a que ese día a de llegar.

Soy aquel que fue olvidado, ese Serafín traicionado cuyas alas negras se tornaron y el perdón vive esperando.

Tú llegaste a mi vida y te metiste en mis pensamientos  te volviste lo que mas quiero.

Hoy solo espero su llegada y que la decisión sea tomada, pues entre destrucción y olvido se encuentra mi alma.

Solo espero que comprendas, que no importa lo que pase, que aunque yo sea destruido siempre hice todo para amarte.

Tú mi complemento mi único tesoro  en esta tierra llena de odio y destrucción, solo tú hiciste parte de mi salvación.

Como ángel yo te amo como humano te amaré y a pesar de todo en mi corazón te llevaré.

Por siempre tuyo, y para siempre en mi corazón así te llevaré mi celestic mi gran amor.

-que hermoso poema, celestic era tu amada, crei que estaba prohibido amar a una mujer siendo ángel
-así es, pero no pude controlar ese sentimiento, solo paso, de ese amor nació una nefilim, una hija la cual perdí tres veces.
-¿tres veces?
-si, dos por abandono y una ante la muerte.
-ya lo lamento y al estar dentro de mi puedo sentir todo tu dolor, es increíble cómo la tierra puede cambiar a un ser que sólo puede amar a Dios y sus sentimientos no son como los de un humano.
-es porque fui hecho de amor, y cuando la conocí ya era casi humano.
-ya, entiendo...

Paso el tiempo y todo sucede como esta escrito, terremotos, desastres, hambre, enfermedades, se levantó nación contra nación, la guerra final llegó un momento decisivo, tenía que tomar una decisión.

Todo termina como empieza, tiene un principio y un fin, y este es el fin del principio de la maldad, a partir de ahora termina mi historia, y lo que estoy por contar, es el posible final, un apocalipsis una batalla escrita desde el principio de los tiempos, y sólo especulare lo que podría pasar, o tal vez quiero que pase...

Recuerdo esa noche, camine hacia el lugar donde el se hallaba, ambos sabíamos que la hora había llegado, el principio de esa guerra entre ángeles, humanos y caídos, una batalla sin cuartel.

-Eme aquí ante ti, pidiendo que olvides esta guerra, que aceptes que te has equivocado que no pudiste demostrar que el mundo lo olvidaría.
-sabes bien Yelra que no se puede, ya que mi destino está escrito y así debe terminar, es necesaria la batalla para concluir lo que escrito esta!
-te entiendo hermano, pero puedes elegir, tenemos libre albedrío como ellos, mira los allí abajo todos ellos pudieron elegir su vida y así aunque cometieron errores serán perdonados, solo con arrepentirse, haz lo tu también.
-Dímelo, ¿dejaras ese cuerpo para mostrarte ante él nuevamente?,
-así será, él vivirá pero no recordara que yo existe en él.

En ese instante, deje de ser ese humano para ser de nuevo yo el serafín guardián.

El sabia que la batalla empezaría entre el y yo...