Día 12

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Alec se despertó, eran las 4:30 de la tarde. Tenía dolor de cabeza y no era tanto por el alcohol.

Miró la pantalla de su celular, se le haría tarde, se levantó de su cómoda cama y fue a ducharse, no tardó tanto. El día estaba nublado, y él aburrido, abrió su closet y tomó lo primero que encontró, un pants negro algo holgado, una camisa blanca, sus vans y su sudadera. Se seco el cabello, y vio un poco de cabello.- Joder...- Alec odiaba eso de la quimio, suspiró y se fue al hospital.

*****

Alec se quitó la bata y se vistió, la enfermera entró y le sonrió.

-¿Cómo han salido las pruebas, Ani?

-Bien.-le sonrió la enfermera.

-¿Voy a recuperarme?- dijo, sin perder esa chispa en sus ojos azules.

Ani, una enfermera de regordeta, de unos cuarenta, pero muy, muy amigable se encogió de hombros.

-No puedo decirte nada...no quiero que te hagas ilusiones, Alec.

-Bueno...-suspiró el ojiazul mientras se ataba los cordones de los vans- eso es un no.

-Yo no dije eso...-Ani se sentó a su lado.

-Pero tampoco me diste un "Sí" por muy poco seguro que fuera.

-Debes tener esperanza, pero tampoco debes hacerte tantas ilusiones.

-Ani, se que dentro de un par de días, o más bien horas, voy a estar aquí, entrando a lad puertas de la muerte.

-La quimio está yendo bien, no creo que el tumor se extienda más.

-Ya se ha extendido bastante...-la miró- sabemos que lo que yo tengo es benigno, y que hay pocas posibilidades de salir vivo de la operación.

-¿Por qué dices eso?- Ani le acarició la cabeza.- Los doctores saben lo que hacen, confía en ellos.

-Y no lo dudo, pero ya no puedo...la quimio me está dejando hecho polvo. Y me siento mal, cada vez me duele más la cabeza, todo en mi se está acabando, Ani...

Ani estaba apunto de decirle algo pero sonó una alarma, la necesitaban.

-Nos vemos, Alec.- le sonrió y se levantó.

-Ani...- la enfermera se volteó, Alec fue a su lado y le dió un beso en la mejilla.- Gracias por intentarlo.

-¿El qué?

- El que me sienta mejor.

Ani sonrió con complicidad. Y se perdió por los pasillos del hospital, atendiendo a los demás.

******
Alec llegó a su casa al rededor de las 9:00, no había nadie, su padre estaría afuera todo el día, su madre estaría con Isabelle y Max de compras y Jace con Clary.
Dejó las llaves en el platillo de la entrada, la verdad es que no estaba cansado, pero le dolía la cabeza, fue a la cocina por una botella de agua y se fue a su habitación; prendió las luces y casi se cae al ver todo lleno de flores, colores hermosos y ricos aromas.
Entró a su cuarto cerrando la puerta, una sonrisa apareció.

-Magnus...-se acercó a él.- Por el angel...-susurro y lo abrazó.- Qué has hecho...

-¿No te gusta?

-Me encanta, gracias.

-Hermoso.- Magnus lo tomó del mentón y le beso.- ¿Cómo fue tú noche, él día?

-La noche...-la fiesta de camille.- mejor me abstengo de eso.

-¿Porqué?

-Camille...pero da igual, ahora somos tú y yo.

-Siempre.

-Y el día...ya sabes, la quimio y esas cosas. Las pruebas salieron bien.

-Me alegro.

Magnus lo acercó un poco más a él y le besó el cuello, dejando pequeñas marcas.

-Ehm..me gusta lo que haces.

-A mi me gustas tú, todo tú.

Magnus lo tomó de los muslos y lo llevó hasta llegar al pie de la cama.
Alec se quitó la sudadera dejándola por ahí, pronto alzó los brazos para que el moreno le quitará la camisa y al revés. Un pantalón por ahí, las camisas por allá, en fin todas la prendas estaban esparcidas por la habitación, piel contra piel, la luna llena testigo de la que pasaba y las hermosas rosas que adornaban el lugar y lo hacía más especial.

Hasta apenas me aparezco, ¡Lo siento! Estuve demasiado ocupada, esto lo termino por que lo termino. Tal vez escriba otra parte o mañana la publico.










16 Días con él .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora