Día 2

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Alec se removió en la cama. Se levantó despacio y caminó al baño y se miró al espejo. Tenía el cabello alborotado y aún tenía la misma ropa.

Alec se puso de mil colores al recordar que se había quedado dormido en el coche de Magnus, y que él lo había tenido que llevar a su cuarto.
No sabía que le daba más vergüenza.

Se dió una rápida ducha, hacía algo de frío y se puso lo que solía llevar en casa, sus holgados suéteres negros y un pants.

Salió de su habitación, sus hermanos aún no despertaban, vió en el teléfono que eran las 9:00..y bueno él siempre despertaba antes que ellos. Bajó despacio las escaleras y se detuvo en el último escalón al escuchar que sus padres discutían y él no quería intervenir.

-Pero Robert...es mejor contarle, cuanto antes mejor...

-¡No!..no por ahora, él ya tiene suficiente con la muerte de Sebastián, para que llegue y le diga que él también sufrió graves consecuencias.

-¡Por el ángel!..es una cosa de la que él debe saber...

Alec estaba escuchando atento, hablaban de él...¿Tenía un problema? Pero...¿Qué era? Sintió frío en su espalda, tenía miedo, quería averiguar qué era.
No tuvo que investigar mucho, ya que la siguiente frase de su padre bastó para dejarlo helado.

-Maryse...no soy capaz...no puedo decirle a mi propio hijo que le queda poco más de dos semanas de vida.

Alec abrió los ojos, no podía ser cierto, se mordió los labios para evitar que escucharan sus sollozos. Dejó ir lentamente el aire.
Sus ojos se llenaron de lágrimas, "poco más de dos semanas", esa frase se repetía una y otra vez en su cabeza.

No quería que le vieran llorar, subió de nuevo a su habitación, donde se encerró y lloró, de la angustia que sentía, del miedo...no quería eso, se recostó en su cama, y ahora no tenía ganas de nada.

*******

Magnus tocó el timbre de la casa de los Lightwood y esperó a que le abrieran. Pronto la puerta se abrió y Magnus bajó la mirada al ver que se trataba del más pequeño de la familia, Max.

-Hola Max...- saludó Magnus con una sonrisa.

-Hola...¿Vienes a ver a Alec?..- miraba curioso al mayor.

Magnus no pudo evitar sonreírle de nuevo.- Sí, vengo a visitar a Alec.

-Que bueno, a estado triste y se la a pasado casi todo el día en su habitación...tal vez te extraña...

-Max...¿quién es? - se asomó una cabellera negra y larga, Isabelle.- Magnus..- sonrió al ver de quién se trataba, Max los miró y con un gesto de mano se despidió de Magnus y se fue de allí.
Isabelle se hizo a un lado para que Magnus entrará, cerró la puerta y lo miró.

-Isabelle...-le sonrió Magnus- ¿Qué a pasado con Alexander? Max ha dicho que no a salido de su habitación, ¿por?

-Creo que se a enterado...-lo miró con ojos tristes- mis papás estaban discutiendo esta mañana sobre contarle o no.

-¿Dejas que vaya a hablar con él?

Isabelle asintió y se fue a la sala.  

Magnus dio un suspiro y se dirigió a las escaleras, subiendo una por una.
Llegó a la habitación de Alec y tocó la puerta. - ¿Alec?

-¿Qué quieres?- se escuchó del otro lado de la puerta, con un tono frío.

-Soy yo, Magnus...abre..

Se escuchó como retiraban el seguro de la puerta. Alec abrió la puerta, tenía el cabello alborotado, la nariz toda roja y sus hermosos ojos azules cubiertos de lágrimas. En cuanto vió a Magnus salió del cuarto y lo abrazó, fuerte, como nunca antes había abrazado a otro hombre.

16 Días con él .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora