Capítulo 4 | Alice Wells.

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La casa de Harry es enorme. Un chalet de dos plantas con un jardín con piscina y una explanada con amacas. Transmite mucha tranquilidad la verdad.

Al final convencí a Emilie para que fuésemos a la fiesta y aquí me encuentro, secándome el pelo con mucha delicadeza para que quede perfectamente liso sin ninguna parte encrespada. Ya he terminado con el pelo y me dirigo a la habitación para vestirme. He decidido ponerme una falda salmón flúor con una camiseta de tirantes negra y, sin dudarlo, mis inseparables tacones negros altos.

Voy al salón y allí esta Emilie con un vestido rosa ceñido a su perfecto cuerpo , y unas cuñas negras. Ha dejado caer el pelo rizado sobre sus hombros y lleva el maquillaje justo para estar perfecta.

-Estas perfecta Em.- Veo como sus mejillas toman un color rojizo.

-Tú tampoco estas nada mal.- Y reímos las dos.

***

El taxita nos deja frente a la casa de Harry. La música se oía desde que el coche entró en el conjunto de lujosas urbanizaciones en el que de encuentra el chalet.

Emilie y yo nos dirijimos a la puerta pero, antes de que llamemos, Harry nos abre la puerta vestido con unos vaqueros negros ceñizos a sus finas piernas y una camisa azul cielo que lleva abierta los tres primero botones dejando ver dos tatuajes a la altura de las clavículas.

-Alice pensé que no vendrias.- Dice en un tono alto y me abraza al momento.

Se lo que ha pensado Em en ese mismo momento: "Está bebido." Pero lo raro es que no huele a alcohol.

-Pasad por favor, aquí hay una mesa para que os preparéis vosotras las bebidas a vuestro gusto,- Nos aprieta entre sus brazos mientras que, con el brazo por el que lleva sujeto a Emilie señala a una gran mesa en medio de lo que parece ser el salón de la casa. -allí tenéis una barra en la que os servirán todo lo que pidáis, y si queréis podéis bañaros en la piscina o charlar en la zona de las amacas.- Y dicho esto suelta a Emilie y me lleva al lado de las amacas. Antes de llegar me giro buscando la mirada de Emilie que se encuentra indescriptible y le articulo un delicado "lo siento".

La noche transcurre tranquila, Harry está siendo muy amable y dedicado conmigo, me transmite confianza y a la vez tiene un punto que me encanta. Me he cruzado varias veces con Emilie que parecía un poco molesta, pero se que, con las copas que nos tomemos, todo quedará como una simple tontería. Lo que ya no me está gustando tanto es que Em lleva junto a los dos chicos del bar del primer día bastante tiempo y encima no suelta al de los tatuajes. No me gustaron nada la primera vez que los vi. Veo como Emilie le dice algo al rubio y este empieza a acercase a donde yo me encuentro.

-Me ha dicho Emilie que quiere estar contigo y creo que ya es hora Alice Wells.

-Vete de aquí rubiales.

-Tú amiga quiere pasar contigo un rato, ve con ella pobre.

-Tú no eres quien para decirme que hacer, vete he dicho rubia...

-Me llamo Niall pero me gusta que me llames rubiales.

-¿Pasa algo Ali? ¿Te está molestando este idiota?

-No Harry tranquilo, ya se iba.

-Primero, tú a mi ricitos no me llamas idiota y segundo, Alice te vienes conmigo.- Y dicho esto Niall me tiene cogida en su hombro y va dándome pequeños azotes en el cachete izquierdo.

-¡Sueltame imbécil! ¡Deja de darme el culo! - Digo intentado zafarme de su agarre.

-Haber hecho caso a la primera.- Y dicho esto me deja caer con delicadeza sobre el suelo.

-Te daría las gracias pero no te las merece por idiota.- Digo casi chillando. -¿Y Emilie?

Ambos giramos la cabeza y nos encontramos a Emilie con el chico de los tatuajes abrazada y fundiéndose en un largo y cálido beso.

-Ha aprendido de mi.- Dice Niall con aire superior.

-¡Emilie!- Chillo para alejarme, yo de Niall y a ella del de los tatuajes.

Don't forget us.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora