Jace, eres un idiota [Jace Norman y Tú]

11 | Glory y Xander son lo maizzzimo

No me lo creo, marica. Es que no me lo creo.

O sea, yo estaba aquí. Y ellos ahí. Y  Xander y Glory atrás. Y todos estábamos como «wtf». Jace e Isabela por haber sido sorprendidos, Glory y Xander imagino que porque no creían que su hermano menor fuera capaz de besarse con una chica en su vida y yo... bueno, yo siempre pongo mi cara de wtf antes de molestarme en serio.

—¡¿Y USTEDES QUE COÑO E' LA MADRE HACÍAN, MALDITOS MAMAGUEVOS?!

Y sí, se me salió lo venezolano más de la cuenta (y en mi idioma natal), pero ajá, ¿qué puedo hacer? Ando más furiosa que Diosito en la época del diluvio de Noé.

Los tres hermanos Norman fruncieron el ceño, pero Isabela hizo una mueca.

—No es lo que parece, _____ —dijo con cautela.

Mi ceja se levantó tanto que creo que me llegó al límite del cabello.

—¿Y tú crees que yo qué? ¿Que tengo nueve años? ¿Que soy ciega? ¿Tú crees que yo no sé qué coño andaban haciendo tú y Rubiesito? Mamita, mi abuela no crió a una pendeja, ¿okay?

La mueca de incomodidad (y de fastidio) de mi mejor amiga se pronunció más.

—¿Entonces para qué preguntas que qué estábamos haciendo si ya lo sabes?

Apreté mis labios, pero por el bien de nuestra amistad decidí hablar con calma y no tragármela a gritos e insultos en español.

—No te lo pregunté para que me respondieras literalmente, te lo pregunté para que me dieran una explicación relatada, en orden y consistente, sobre cómo llegaron a hacer lo que hacían y el por qué. Los dos —dije, ahora sí en inglés y con los ojos sobre Jace—. Necesito explicaciones porque estoy más perdida  que campesino en Nueva York. Sin ofender a los campesinos.

Estaba esperando que el rubio me respondiera. Conozco a Isabela, sé que no le gustó cómo le hablé. Pensándolo bien, me sabe a mierda lo que piense. Estoy cansada de que la gente no me cuente los chismes sino hasta después, o que me entere de parte de otras bocas en su defecto. ¡Yo le doy confianza a la gente para que ellos me la den a mí! Que uno no guarde secretos ni chismes ante las personas pero que éstas no puedan hacer lo mismo por ti es bastante injusto, y —no pienso decirlo en voz alta— duele, que jode.

Y si Isabela no me lo iba a decir, pues bien, porque aún tenía a Rubiesito, mi amigo del alma que nunca me desampara, que en el poco tiempo que llevamos siendo amigos me ha contado todo lo que pasa en su vida (hasta cuándo caga y cuando no, literal). Si no me contó lo que sea que pase aquí antes, es porque seguramente tiene una buena excusa... o porque simplemente esto acaba de pasar, y ya. Algo espontáneo. Pero de qué tenía explicación, la tenía.

Es por eso que me sorprendí horrible cuando me miró con unos ojos que no había visto antes. Una mezcla de decepción, tristeza y rabia contenida.

—Dar para recibir —murmuró—. Si tú no me tuviste la confianza para contarme lo que te pasa con Froy Gutiérrez, entonces no te mereces que yo te cuente lo que pasa con Isabela.