-ˏˋ Rayito De Sol ˎˊ-

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Sinceramente odio los Lunes ¿Quién no? La verdad no conozco a nadie que ame los lun... Olvidenlo, no he dicho nada.

-¡Yoongo! -ese apodo tan irritante... - no olvides que hoy dormirás en mi apartamento mientras arreglan la puerta del tuyo.

-Ni me lo recuerdes -suelto cuando me doy cuenta de lo que acaba de decirme -todo esto es tu culpa.

-¿Mi culpa? ¡Tu puerta no abría! -se excusó, elevando el tono de voz.

-¡Pero no tenías que patearla!

-Ya, entonces tenía que decirle "Abrete cesamo" para que se abriese mágicamente.

-No, tenías que esperar a que pudiera abrirla con la llave y ya. El arreglo me va a salir la mitad del alquiler.

-Venga, lo pago yo. De todas formas soy el culpable.

No digo nada más. Ya es la hora de salida y no quiero ir a la tienda, porque no quiero seguir teniendo contacto visual con gente que no conozco ni atender sus necesidades. Sus necesidades no son mi problema.

-Te llamo cuando acabe mi turno.

No le doy tiempo a Hoseok de despedirse, ya que he salido rápidamente al ver que Jeong venía tomada de la mano con su novio (de hombros anchos y cerebro minúsculo). Sinceramente, él, es un Lunes para mí, lo veo llegar y me da jaqueca.

No me opongo a que ella tenga novio. Para nada. Pero la chica no se da cuenta de que, ese animal, no es para ella. Se huele desde afuera que él no es un chico de cosas serias y menos de un noviazgo.

Para lo poco que la conozco (y por el tiempo que pasamos juntos, contando toda la tarde del sábado) puedo darme cuenta de que es ciegamente confiada de los demás. Lo noté cuando nos llevó a su habitación, a Hoseok y a mí, a hablar tranquilos porque su tía estaba viendo su telenovela. ¿Quién lleva a su habitación a dos extraños que sólo los ve dos veces a la semana? Pudimos haberle robado.

Bueno, a lo que voy es que ella no ve malas intenciones en nadie y menos de ese tío. Todos lo conocemos y es un chico de gustos... Bastante amplios.

Pero... Como no es mi problema, lo único que hago es soltar el aire que tenía retenido desde que hablé con Hoseok y caminar hasta la tienda.

En lo que pienso y pienso al caminar siento una vocesilla bastante familiar llamar a alguien. O a mí.

-¡Oye, tú! -no puedo evitar voltear a ver, si me llama a mí, o a un idiota tras de mí. Pero soy el único en esta calle además de ella. Efectivamente me habla a mí.

No estoy de humor para hablar con estas tías fresitas de la universidad. A ella. La tía de cabello corto y con cara de bebé.

-Tengo un nombre ¿no te lo aprendes, Son? -cuestiono a la chica con cierto enfado. Ella simplemente se detiene frente a mí para darme un golpe en el hombro con su puño. Me quejo de dolor. Golpea como Hoseok y eso es muy fuerte -¡¿Qué te pasa, loca de mie-?!

-¡Te callas o te doy otro! -amenaza. No hago nada más que sobarme y hacer ademán de irme. Pero me detiene. -no he terminado contigo.

-¿Qué quieres? -en estos momento no tengo ganas de hablar. Sólo me cruzo de brazos para simular escucharla.

-Tú odias a Sehun. Yo odio a Sehun. Odiamos a Sehun. Debemos separarlos.

-¿Quién dijo que lo odio?

-Me seguiste el juego. -se cruza de brazos como yo. Alza una ceja y frunce sus labios.

-Que lo haya hecho no significa que lo odie.

Inside your Stone.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora