Capítulo 16

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—Por favor, John. No regreses a ese lugar. Olivia está de acuerdo en que te quedes a vivir con nosotros permanentemente. No podemos dejarte solo.

—Se los agradezco mucho, George, pero necesito ir a la casa de campo. Es lo único que me queda. Además, dejé más dinero y pertenencias mías allá. Estaré bien, no se preocupen.

El desenlace del accidente podría decirse que terminó bien. Mike, para mi sorpresa, se entregó a la policía y por el momento ya estaba bajo las rejas; Martha y yo habíamos salido ilesos del incendio y George nos había brindado asilo un par de semanas en lo que todo volvía a la normalidad. No podía quedarme más tiempo con ellos, pues su vida ya estaba hecha. Sólo sería un intruso.

—Al menos déjame llevarte hasta allá... ya no tienes auto.

—George...

—John...

Miré a mi amigo, quien era más necio que una cabra, y terminé accediendo.

—Pero solamente eso.

George sonrió victorioso y se levantó del sofá de su bella casa.

—Ahora vuelvo.

Era mi día de partida y ya me había despedido de aquella familia tan encantadora. Olivia era una esposa maravillosa y Dhani era un pequeño encantador. George tenía suerte.

Al menos me tranquilizaba el saber que mi único amigo estaba bien, que estaba en buenas manos. Para mí, Liverpool era ahora una ciudad maldita y lo menos que quería era regresar allí. El motivo que me había llevado hasta ese lugar ahora estaba calcinado y jamás sabría qué era lo que Paul tanto se había esmerado en escribir en aquellas cartas. Los destinatarios restantes no sabrían que Paul les había dejado una pequeña parte de él y creo que todo era mejor así.

El olvido ahora comenzaba a ser una opción para mí.

George bajó a los pocos minutos y salió corriendo rumbo al auto.

—¡Es hora, John!

Miré por última vez la casa de los Harrison y salí a encontrarme con mi amigo en el auto.

Sería un viaje largo.

***

Siempre me habia gustado viajar en carretera. A Paul también le gustaba. Las carreteras solían despejar mi mente y sólo me dedicaba a mirar al frente, sin rumbo.

—¿Qué tanto piensas, Johnny?

La pregunta de George me sacó de mi ensimismamiento y sólo sonreí de lado.

—En lo mucho que cambió mi vida.

George no dijo nada más sabiendo que debía respetar mi respuesta y yo se lo agradecí mentalmente. Me conocía muy bien.

Golpeé los bolsillos de mi pantalón en busca de un cigarrillo y me decepcioné al no encontrar ninguno, sin embargo el sonido de un papel dentro de estos me inquietó. Deslice mis dedos dentro de este y saqué un pequeño sobre. Bendito pantalón que se había salvado en el incendio al haberlo traído puesto aquella fatídica noche.

—No puede ser... —susurré ajustándome las gafas. George, curioso, despegó un momento la mirada del camino para centrarla en  mis manos.

—¿Qué es eso?

—La carta de Ringo.

Ambos ahogamos un suspiro y yo acaricié los bordes del sobre con una delicadeza casi enferma.
¿Debía abrirlo?

El Viaje De John [McLennon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora