El Viaje De John [McLennon]

Capítulo 11

Asentí en silencio, mirando a mi amigo que aún yacía en la cama con lágrimas en los ojos. En esos cortos minutos ya había logrado adaptarme al estado de ánimo de George, por lo que me senté junto a él y lo abracé por los hombros. Él no dijo nada, solamente soltó un suspiró de cansancio y se apegó un poco a mí. Cuando me disponía a decir algo para reconfortarlo, la cerradura de la puerta principal crujió y el grito de una mujer inundó la casa.

—¡George! ¡Ya llegamos!

En seguida mi amigo se enderezó y me miró, mientras trataba de limpiarse el rastro de lágrimas que tenía plasmado en el rostro. Yo me tensé, mirando de reojo la puerta por si la mujer subía, pero eso no pasó.

—John...

—Entiendo, debo irme —dije apresurado, sin embargo mi amigo me detuvo del antebrazo cuando estaba por levantarme.

—No, espera. Quiero que conozcas a mi familia.

Conocer nuevas personas requería ser sociable, lo cual ahora era un reto para mí, pero no pude negarme cuando vi el rostro de George mirándome con tanta intensidad.

—Vamos, pues.

Nos levantamos de la cama algo aturtidos y verificamos nuestra apariencia antes de salir. El primero en cruzar la puerta fui yo, sin embargo, algo pequeño pero duro chocó contra mis piernas.

—¡MAMAAAAAAAÁ!

Asustado por el improvisto, me pegué a la pared para evitar cualquier movimiento en falso. Milésimas de segundo después, una mujer de cabello oscuro subió corriendo las escaleras.

—¡Dhani! ¡¿Dónde estás?! —preguntó ella cuando estuvo a punto de terminar de subir, pero su mirada se posó automáticamente en mí en cuanto se percató de que estaba ahí —¿Quién... es usted?

—Yo...

George salió apresurado de su habitación y sonrió como si momentos antes no hubiera estado llorando; el ambiente en seguida se tornó un poco extraño, tanto así que temí estar en un sueño. Dhani, el pequeño que había chocado conmigo, se encontraba al final del pasillo con los ojos cerrados, mientras que la mujer de mi amigo no sabía bien qué decir.

—Olivia, cariño —George le dio un beso en la mejilla y tomó su mano, acercándola a mí —Quiero que conozcas por fin en persona a John.

—¿John? —repitió ella aún confundida —¿Tu amigo John Lennon?

—¡Sí! Ha sido una locura —dijo George palmeando mi brazo —John, ella es mi esposa Olivia.

Por inercia, levanté una mano temblorosa para saludarnos. Olivia, más calmada, correspondió a mi gesto y me brindó una sonrisa torcida.

—Me has dado un susto, John.

—Lamento haber aparecido así —respondí con voz aguda, producto del nerviosismo. George captó eso y en seguida intervino.

—Vaya encuentro, ¿no? ¡Eh, Dhani! ¡Ven a saludar!

El pequeño poco a poco abrió los ojos y me miró temeroso. George fue hacia él a zancadas y lo tomó de la mano, tirando suavemente de él hacia mi dirección.

—Anda, hijito. Saluda al tío John.

—Pero...

—Dhani —sentenció George y yo lo miré asombrado. A decir verdad sentía raro el verlo en su nuevo papel de padre. Jamás lo imaginé así; en mi mente, George continuaba estando en el estudio con su guitarra en mano o fumando un cigarrillo de vez en cuando en la sala de la casa Beatle. Sin embargo, no podía negar que le sentaba bastante bien.

—Hola... —me dijo tímidamente el pequeño y yo sólo sonreí en respuesta. El parecido con George era increíble.

—Voy a preparar la cena —dijo Olivia y Dhani corrió a sus brazos —John, ¿nos acompañas?

Oh no. Otra vez no quería sentir el pánico del que tanto tiempo había estado huyendo. No estaba listo para convivir con personas ni mucho menos con el reemplazo de Ringo. No me malentiendan, Olivia parecía ser buena mujer, pero algo dentro de mí me decía a gritos que no era normal aquello que ahora podía llamarse para mí como "presente".

—No, muchas gracias pero...

—Anda, Johnny —George se acercó a mí y colocó una mano en mi hombro —Te sentará bien.

—Me encantaría, en verdad, pero dejé a mi mascota en casa y tengo unas cosas más que hacer —me excusé avergonzado, dándoles una última mirada antes de dirigirme a las escaleras.

—Supongo que será luego —comentó mi amigo más que nada hacia su esposa —Luce cansado... ¡Hey, John! Te acompaño a la puerta.

George corrió tras de mí y ambos bajamos las escaleras, mientras que Olivia y Dhani entraron a una habitación. Cuando estuvimos ya en la entrada principal, George me abrió la puerta y yo agradecí con un asentimiento de cabeza.

—¿A dónde vas, John? ¿Dónde estás viviendo?

Por un momento guardé silencio, pensando la respuesta. No encontraba las palabras correctas para no sonar ridículo. No fue hasta unos segundos después que supe qué decir.

—En nuestro hogar.

Y entonces me di la vuelta, imaginando con una sonrisa el gesto confundido de George a mis espaldas.