13.

2.5K 181 15
                                    

A todos nos sorprendió lo que Francis propuso, acompañarme a la fiesta de Rousseau para descubrir su plan de quitarle el trono de Francia. Mire a los otro e igual tenían una expresión de sorpresa como la mía, Mary miró a Katherine y viceversa parecía que ninguna de las dos lograba entender lo que estaba sucediendo.

— ¡De ninguna manera te permito que vayas a ese lugar!- la voz de Katherine resonó por toda la habitación.

-No me importa si aceptas o no madre, quiero ir y acompañar a Gin en esta misión- sonó sereno.

-Si no quieres que Gin vaya sola yo puedo acompañarla- se ofreció Bash.

-Deja que tu hermano la acompañe, Francis- dijo Mary en tono de súplica.

-Exacto, deja que él la acompañe y tú te quedas bajo la seguridad del castillo mientras ellos descubren lo que ese miserable trama-

-No. Yo quiero ir y quiero dar la cara por mi pueblo, que los nobles vean que yo puedo luchar mis propias batallas y acabar con mis enemigos sin tener que estar siempre protegido- Katherine se acercó hasta él para tomar sus manos tratando de convencerlo pero Francis negó con la cabeza y se soltó de su agarre.

-Entiendan que ya no soy un niño que necesite protección. Iré y es mi última palabra.

Katherine bufó enojada.

-¡Le estarás dando exactamente lo que quiere! Te tendrá bajo su techo y ahora ya no deberá idear un plan, simplemente podrá matarte ahí mismo- Katherine estaba furiosa, se notaba por como su rostro estaba rojo y la vena de su cuello resaltaba un poco.

-Disculpe, pero yo estaré ahí y lo protegeré- hable después de estar un rato en silencio.

-Eso es lo único que me calma un poco, pero no te creas Gin, Francis puede llegar a ser muy testarudo y dudo que deje que tú lo protejas.

-Puedo protegerme solo pero si en algún momento necesitaré tu ayuda, eso lo sé- me miro.

Hicimos contacto visual por lo que pareció ser un segundo ya que rápido bajamos la mirada, no pude evitar sonreír tímidamente al volver a verlo y no entendía porque quería, anhelaba que sus ojos me volvieran a ver. Volví a mi expresión seria y postura erguida similar a la de Bash, voltee a verlo mientras los otros tres discutían sobre el plan de Francis, había estado muy callado en toda la reunión y eso me extraño un poco.

-¿Tu qué piensas sobre este plan?- le pregunte luego de escuchar como decían que Bash sería el escolta que nos acompañaría a la mansión de Rousseau.

-Puede ser muy arriesgado para ambos, no solo para Francis. Según lo que he escuchado, Rousseau no es un hombre fiar y se gana bastante rápido a las personas, Francis ya lo conoce pero tú eres nueva en esto. Es tu primer "misión" después de todo- sonrió sin ánimos.

-Tu falta de confianza en mí resulta un poco insultante- reí.

-No lo dije por eso, sé que puedes defenderte y defender a Francis pero serán demasiadas personas que lo apoyaran si intentamos atacarlo- frunció el ceño pensativo.

-Entonces no vayamos a enfrentarlo- dije cuando una idea me cruzó por la mente- escuchen- llame la atención de los demás- tengo una idea.

Cuatro pares de ojos me miraban expectantes de lo que diría a continuación.

-¿Cuál es tu idea?- pregunto Katherine.

-Se supone que los reyes a veces van a visitar a los miembros de la corte, hagamos como que Francis va a visitar a Rousseau ese día y así no creo que sospeche nada.

-Me parece muy buena idea- me apoyo Francis.

-Iriamos a visitarlo- dijo Mary.

-Tú no iras- sentenció Francis- no te arriesgaré de esa forma y no se discute- la calló cuando ella estaba a punto de decir algo.

-Sería demasiado extraño que el rey aparezca de sorpresa en la casa de alguien acusado de traición, acompañado únicamente con guardias y sus dos guardaespaldas personales. Necesitas una coartada, algo que parezca inofensivo- Katherine tenía la mirada puesta en mí y de repente sonrió- ¡Ya se!- canturrió- que Gin finja ser tu amante y te acompañe a esa velada.

Mary, Francis y yo nos sorprendimos bastante por la idea que se le había ocurrido, mire a Mary y pude ver como fruncía el ceño disgustada por eso que dijo su suegra pero Francis no se veía demasiado disgustado, sorprendido si pero no disgustado. Pensando bien ese plan, analizando todos los pros y en contra me resultaba bastante efectivo y no levantaría demasiadas sospechas, por mí lo haríamos, pero eso no dependía solo de si yo quería hacerlo.

-¿Qué piensas Mary?- pregunto con suavidad Francis.

-No es una de mis ideas favoritas- dijo haciendo una mueca de disgusto- pero debo reconocer que es un buen plan, nadie se espera ver al rey de Francia junto a su... amante, en una fiesta así. Parecerá algo inofensivo y Rousseau no sospechará, pero hay que asegurarse de que Ginevra querrá participar.

Todos se giraron a mirarme, me sentí pequeña ante la mirada de todos ellos pero no quise demostrarlo.

-Si sus majestades lo aprueban, no veo porque negarme- dije intentado no sonar tan nerviosa.

-Bien- dijo Francis viéndome.

-Bien- susurre  

Dynasty [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora