Dynasty [EDITANDO]

16.

Al llegar al castillo, baje del carruaje sin ver nadie y me dirigí rápido a mi habitación. Cerré la puerta para luego topar mi espalda en la misma recordando el beso de antes con Francis, aun no lo podía creer y es que todo había pasado tan rápido que no encontraba palabras para describir ese momento, lo único que podía decir es que me había gustado. Eso era lo malo, había disfrutado tanto el beso con Francis aun sabiendo que estaba mal, él era mi rey y estaba casado, además de que no quería convertirme en la amante del rey de Francia.

-Solo fue un beso Gin- me dije a mi misma- no volverá a pasar, así que cálmate ya.

Camine hasta la cama para acostarme un momento mirando hacia el techo de piedra, toque mis labios con mi dedo índice y medio, aun podía sentir el sabor de Francis sobre ellos. Cerré mis ojos por un momento y los recuerdos me volvieron a atacar, me levante de golpe cuando escuche como tocaban la puerta de mi habitación. Por alguna extraña razón me puse nerviosa y no atendí al primer llamado, me quede en mi puesto hasta que volvieron a tocar y esta vez Francis entro de golpe sorprendiéndome, no supe que hacer en el momento así que solo me quede ahí parada, sin moverme ni despegar mi mirada de la suya.

-Quiero hablar contigo- empezó a decir- sobre lo que paso antes.

-Muy bien...- dije suave.

Parecía nervioso, jugaba con sus manos de manera tímida y ansiosa lo que hacía que yo me pusiera de la misma manera, espere unos momentos hasta que por fin se atrevió a hablar.

-Creo que ambos somos conscientes de que el... beso, fue un error- dijo sin más preámbulos.

-Lo sé. Fue un error que no debe volver a cometerse- trague saliva al sentir mi boca seca.

Camine hasta una mesa que estaba cerca de él y que tenía una jarra de agua, la tome y vertí el contenido en una copa que estaba junto a la jarra, me aleje de él ya que su cercanía no ayudaba a mis nervios y tome el líquido en la copa. Sentía la mirada de Francis sobre mí pero trataba de no verlo a los ojos.

-¿Ya aclaramos todo?- pregunte viendo la copa en mis manos.

-Supongo que si- dijo viéndome.

Seguía con mi mirada clavada en en mis manos y no me percate cuando Francis se acercó peligrosamente a mí, acorralándome contra la pared y volviendo a besarme. Me sorprendió al punto de que no le correspondí el beso al instante, podía sentir como su cuerpo se tensaba y luego se relajaba transmitiéndome tranquilidad y correspondiéndole el beso. Este fue muy diferente al primero, era suave y con un poco de delicadeza lo que provocaba que mis rodillas temblaran ante el suave toque de sus labios, dirigí mis manos a sus rizos acariciándolos y enredando unos mechones entre mis dedos.

Se separó juntando nuestras frentes, estuvimos en esa posición por un momento y luego se alejó completamente de mí caminando hacia la puerta.

-Esto no puede volver a suceder. Amo a mi esposa y no podría engañarla o tener una amante. Entre tú y yo ahora solo existirá una relación entre rey y su subordinada, no esperes nada más de mí- lo dijo sin voltear a verme, abrió la puerta y salió de ahí dejándome aturdida por todo lo que acababa de suceder.