Capitulo 9 (3/3)

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Me siento como un perro atado al collar que le ha puesto su dueño. Gajeel aprieta mi mano contra su torso cada vez que intento librarme por muchos tirones que dé no consigo soltarme. Además me siento incómoda por todas las miradas que se posan en mi.

Gajeel no para de hablar con personas que no conozco. Por lo tanto me dedico a mirar a mi alrededor; por lo que la oscuridad me permite ver me percato de que estoy en mitad de una plaza, no veo ni un solo edificio residencial todo son casas y comercios, las farolas iluminan el agua de la fuente que de forma maravillosa cae y por el lugar se encuentra unos hombres vestidos de traje con bandejas.

Cuando un camarero se para a mi lado decido agarrar una copa de lo que creo que es champán. Sin embargo la mano de Gajeel me quita la copa entre mis dedos y la vuelve a poner en la bandeja.

—Nada de alcohol, no quiero que hagas tonterías. —suspiro molesta.

—No me dejas separarme de ti, no me dejas sentarme y ahora no me dejas beber.

Volteo los ojos exasperada. Una melena rubia aparece en mi campo, doy un paso hacia Lucy pero el agarre de Gajeel me hace retroceder, le gruño mas no parece importarle.

—¡Levy! —Lucy me abraza con fuerza yo solo puedo rodearla con mi brazo libre. Mi mejor amiga se da cuenta del detalle y en seguida estira de mi brazo con mi ayuda logrando solo hacerme daño. —Maldita sea ¿cómo tienes tanta fuerza?

—Es un alfa, ya te lo dije Luce. —Natsu la agarra por la cintura y la besa con ternura en los labios.— ¿Qué tal, Levy? ¿Te diviertes?

—Claro, me encanta estar secuestrada. —escupo con sarcasmo, de reojo logro ver un atisbo de sonrisa en los labios de Gajeel.

—Por dios Gajeel, suéltala. Está toda la manada aquí es imposible que escape. —suplica mi amiga por mi.

—Se nota que es tu mate. —comenta Gajeel sacando la mano de su bolsillo y liberándome al fin. Acaricio mi muñeca.

—¿Por qué lo dices? —pregunto mirándolo y luego mirando a Natsu.

—Natsu es un beta. —Lucy al ver mi cara de confusión prosigue. —El beta es el segundo al mando de la manada, se encarga de mantener al alfa con los pies en la Tierra.

—No solo es tu bienvenida, también lo es de la rubia.

En ese momento observo como todos miran hacia el bosque. Lucy y yo nos miramos sin entender. Miro en dirección al bosque y me encuentro con dos destellos morados, no son los únicos, hay más en distintos colores.

—Diles a nuestros hombres que doblen la guardia, yo me quedo con ellas nada va a pasarles. —al pronunciar esas palabras. Natsu sale corriendo entre la multitud.— Vosotras no os separéis de mi.

—¿Qué pasa, Gajeel? —pregunta Lucy nerviosa.

—Los de Sabertooth están aquí, y su alfa está con ellos. —Lucy solo asiente.

Varios minutos después, Natsu regresa y por fin nos sentamos en una mesa los cuatro. Sobre mi plato aparece un pedazo de carne y una ensalada de pasta. Como mientras ellos tres hablan animadamente.

Definitivamenteno pertenezco a este mundo. No entiendo nada de lo que hablan, me siento totalmente fuera de lugar. Hasta que percibo una melena roja y otra azul caminar hasta nuestra mesa, entre todas las mesas.

—Buenas noches. —dice Erza con una sonrisa. Me levanto y la abrazo.—¿Qué tal, Levy?

—Bien supongo. —muestro una sonrisa triste y fijo mi mirada en el chico de pelo azul.—¿Cómo está tu herida?

—Mejor, gracias por su ayuda luna. —su gran sonrisa es contagiosa y termino sonriendo.— Ha llegado la hora.

Natsu agarra la mano de Lucy y se levantan, caminan agarrados de la mano. Gajeel agarra mi brazo con rudeza y caminamos detrás de ellos dos con toda la manada detrás de nosotros. Entramos en algo parecido au nas ruinas iluminadas por unas antorchas, Lucy y Natsu suben a un estrado. Todos nos quedamos debajo mirando a las dos personas.

—Ante mi diosa Luna, ante la luna que nos guarda y nos protege a todos yo, Natsu Dragneel te acepto a ti, Lucy Heartfilia como mi pareja eterna. Como mi mate. —todos rompen en aplausos y ha gritos felicitan a la pareja.

—Memoriza lo que diga Lucy. —el susurro de Gajeel me hiela la sangre.

—Ante tu diosa Luna prometo cuidarte y amarte a ti Natsu Dragneel. Yo Lucy Heartfilia te acepto a ti, Natsu. —cuando termina todos aplauden con más fuerza mientras se besan.

Se bajan del estrado, el agarre de Gajeel se hace más fuerte, una de sus manos se apoya en mi cadera y me sube al estrado.

—Ante mi diosa Luna, ante la luna que nos guarda y nos protege a todos, con mi manada como testigo, yo Gajeel Redfox te acepto a ti, Levy McGarden, como mi pareja eterna, como mi mate y como la luna de toda mi manada. —sus ojos cambian a dorado con una mirada llena de advertencia agarra mi mano con posesión indicando que me toca. La gente aplaude, miro a Lucy con los ojos llenos de lágrimas.

—Ante tu diosa Luna. —suelto mi agarre de su mano.— Yo Levy McGarden te rechazo a ti Gajeel Redfox como mi pareja eterna, como mi mate.

Gajeel cae sobre sus rodillas, llevándose la mano al pecho. Una punzada se clava en mi pecho, un grito ahogado sale de mi garganta cuando ese dolor se intensifica. Levanto la mirada hacia Gajeel que se encuentra en el suelo de rodillas con la mano en su pecho, desde aquí puedo ver como un mechón de su pelo azabache se vuelve blanco platino.

Natsu pasa un brazo de Gajeel levantándolo. Siento unos brazos alrededor de mi cuerpo. Un aullido se escucha en la lejanía.

—Llevadla a la mansión y no dejéis que escape. —ordena Natsu.

Levanto la vista y me encuentro con Jellal, la pareja de Erza y Romeo al chico que patee en mi intento de huida. Me llevan corriendo a la mansión apenas puedo seguirles el dolor en el pecho es insoportable. Veo de lejos la mansión blanca donde he vivido estos días.

Las piernas se aflojan, los brazos de ambos chicos me sostienen y termino tumbada en el suelo apoyada en el torso de Romeo.

—Está muy débil, fría y pálida... No sabia que un rechazo podía hacer esto. —agarra un mechón de mi pelo que está blanco.

—Puede provocarles hasta la muerte. —miro a Jellal horrorizada.— ¿no lo sabías? Los actos siempre tienen sus consecuencias. Venga Romeo levantala la cargaremos hasta la mansión.

Romeo me cubre con la chaqueta de su vestimenta, entre los dos me cogen en brazos y me llevan a la mansión hasta la primera habitación en la que estuve. Me dejan sobre la cama de forma cuidadosa.   

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¡Hola mis queridos lectores!

Aiaiaiai nuestra Levy la ha liado muchísimo. Espero que haya gustado el capítulo.

Aquí finaliza el maratón. Luego subiré el capítulo que toca los domingos.

Saludos y besos de Noa-chan

La luna del alfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora