La luna del alfa

Capitulo 16

Mis ojos se abren y me encuentro boca abajo en un sofá bastante cómodo vestida. Me levanto, un escozor en mi intimidad me hace doblar sobre mi misma. Aprieto mis ojos, y mis dientes. Los recuerdos me invaden, comienzo a temblar en cuanto la imagen de Rogue aparece en mi mente. Noto el dolor en mi espalda por los latigazos. Alzo mi cabeza cuando escucho la puerta abrirse. Veo a Yukino y la chica con la que hablamos el primer día de clase.

—Tranquila no vamos a hacerte daño. Rogue ordenó que te vistiéramos para el intercambio. También nos ordenaron quitar el hechizo sobre ti. —las miro y la chica sin nombre agarra mis mejillas y apoya su frente en la mía al igual que lo hizo Cana empieza a hablar en un idioma desconocido.

—¿Eres la maga? —empiezo a recordar el primer día que la vi. Ella me agarro la mano ese día.— Claro que eres tú.

—Si, soy yo la que te hechizó y ya no lo tienes. Vamos.

Caminamos por pasillos sin ninguna decoración. En la puerta principal me vendan los ojos, mi ansiedad aumenta considerablemente, con ella los pinchazos en mi pecho.

Ya falta menos, Gajeel.

Me llevan caminando hacia adelante, me hacen meterme en un coche. Pasan los minutos hasta que el vehículo se detiene. Siento un fuerte agarre en mi brazo y me hace caminar deprisa.

—Ninguna tontería, zorra. —la voz es claramente de Sting.

A lo lejos escucho voces, en ese momento me quito la venda de los ojos y por fin lo veo. Gajeel. Su pelo tiene poco del potente negro. Una punzada en mi pecho hace que me doble, el aire desaparece de mis pulmones.

¿Por qué? El dolor debería disminuir al verle. ¿Porqué está aumentando?

Desesperada me deshago del agarre de Sting, corro hacia Gajeel. En cuanto me voy acercando puedo distinguir los ojos dorados de Gajeel. Antes de que pueda envolverlo en un abrazo agarra mis brazos y me empuja hacia Romeo.

—Llévatela ¡ahora!

Romeo se convierte en un hermoso lobo de color castaño, me hace subir a su lomo. No puedo dejar de mirar a Gajeel, y a su expresión enfadada. Romeo avanza entre los árboles dejando atrás a los demás lobos.

Minutos después nos encontramos cruzando el cartel de"Fairy tail" camina despacio hasta la plaza donde todos los presentes me miran con desprecio. Romeo comienza a beber el agua de la fuente, me rio y me bajo de su lomo acariciando su enorme cabeza.

Después de que dejara la fuente sin agua se metió en una tienda de ropa y a los minutos sale totalmente vestido y sobre dos piernas.

—¿Qué hacemos ahora? —le pregunto sentada en la fuente, se mueve incómodo y aclara su garganta.

—Esperar a que vuelvan.

Abrazo mis piernas y apoyo mi cabeza en ellas. Las ganas de llorar se apoderan de mi al recordar todo lo que me hizo Rogue en esa horrible sala. Miro las heridas de mis brazos y las rozo con las yemas de mis dedos. Me estoy sintiendo incómoda ante la presencia de Romeo, y todas esas personas mirándome y murmurando no ayudan.

Pasan las horas, hasta que un coche entra en mi campo de visión. Gajeel baja del coche con furia, observo como Romeo se aparta lentamente. Me dispongo a abrazarlo, pero me empuja haciéndome caer al suelo, las heridas de mis espalda estiran de mi piel y los ojos se me inundan en agua salada.

—¿¡Cómo has podido permitir que te follará y te marcará!? —lo miro levantándome.

—No es como piensas, déjame expli.... —su fuerte voz me interrumpe.

—¡Largo de aquí! ¡No te quiero ver, zorra! —se gira convirtiéndose en el enorme lobo negro y sale disparado hacia el bosque.

—Vamos, Levy. Te llevo —la voz de Lucy llega a mis oídos. Agarra mi brazo con delicadeza y me conduce hacia su coche.

—Déjame conducir por favor. —mi voz sale en un hilo de voz, ella asiente pasándome las llaves y metiéndose en el copiloto.

Conduzco hasta la salida sin prisa, por los espejos retrovisores logro ver como todos miran hacia nosotros, unos con rabia, otros con tristeza y otros con dolor. Cuando cruzamos el cartel, Lucy decide hablar:

—¿Qué pasó? —al oír su pregunta mi cuerpo se tensa.

—Estuve un tiempo en una habitación oscura, sin comer ni beber, tenía que hacer mis necesidades en una parte de la habitación, era asqueroso. —mi amiga me dedica una mirada triste mientras sigo conduciendo.— Luego apareció Rogue, creía que me quería ayuda, que me quería sacar de allí... —mi voz se corta debido a los sollozos.— Me encerró en una habitación atada a una camilla, donde empezó a torturarme, créeme a mi cuerpo nunca se le olvidará... luego él me ... —mi cuerpo tiembla contra el asiento.

—Shhhh, ya está, estoy aquí contigo. —piso el acelerador.— Desahogate, grita y llora. No te guardes nada

—¡¡Gajeel eres un tremendo gilipollas!! —grito a pleno pulmón mientras tomo una curva con violencia manteniendo el coche bajo mi control.— ¡¡Yo soy la que no quiere verte!! —golpeo el volante mientras las lágrimas bajan por mis mejillas.— ¡¡Me violan y tengo yo la culpa!! —me rio como si fuera una psicópata.

Después de unos gritos más, estoy completamente desahogada, mi conducción es mucho menos violenta en la ciudad.

—¿No te duele el pecho? —suspiro ante su pregunta.

—Si, me duele y mucho. Estoy aprendiendo a ignorarlo aunque me quita mucha fuerza, y me deja muy débil. Sé que algún día moriré porque mi cuerpo no lo resista, estaré bien con eso. Mi vida ahora no tiene sentido. —miro mi cabello completamente blanco por el retrovisor.— El blanco me queda bien ¿no crees?

—Te vendré a visitar todos los días, te lo prometo. —aparco frente a la casa de mi padre.— Cuidate por favor.

Asiento, y sin más me bajo del coche para dirigirme a la casa. Al llamar al timbre mi padre abre la puerta y me abraza con fuerza.

 –Estoy en casa, papá.

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¡Hola mis queridos lectores!

¿Qué tal el capítulo? ¿les gustó? En los próximos capítulos les preguntaré y vosotros tendréis el futuro de esta historia en vuestras manos.

Nos leemos el miércoles

Saludos y besos de Noa-chan