Capitulo 11

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Salimos del comercio, miro al cielo azul el sol brillando. Mi sonrisa decae al recordar que debo volver a esa mansión, a esa solitaria habitación. Gajeel parece notarlo, coloca sus manos en mi cintura y me acerca a su cuerpo.

—¿Qué pasa, enana? —levanto la mirada encontrándome con su mirada roja.

—No quiero volver a la habitación con este buen día. —hago una mueca de disgusto. Atrapa mi cara con sus manos

—Levy, eres libre no vas a volver a estar encerrada. Aunque bueno hoy no eres muy libre. Hoy tu día es para nosotros. Te voy a llevar a un lugar, primero tenemos que volver a la mansión pero no vamos a tardar.

Se aleja un poco de mi su cuerpo tiembla con violencia, sus huesos comienzan a tomar posturas dolorosas. En un abrir y cerrar de ojos el lobo negro de ojos dorados ante mi. Se recuesta sobre su patas, me mira y luego a su lomo.

—¿Quieres que me suba? —su cabeza se mueve de forma de asentimiento.

Me acerco a él con cuidado, paso una pierna al otro lado de su cuerpo. Él se levanta, me agarro a su pelaje y me doy cuenta de lo alto que es.

Corre muy rápido, los árboles pasa una velocidad de vértigo y levantando arena con sus fuertes patas. Veo como la gente nos mira cuando pasamos. Recuesto mi cabeza sobre él. El viaje no dura demasiado cuando vuelvo a levantar la cabeza nos encontramos frente a la mansión. Gajeel en su forma lobuna se agacha para evitar que me abra la crisma intentando bajarme.

Entro en la mansión y me encuentro a Natsu encima de Lucy los dos desnudos sobre el sofá.

—¡Oh dios mio! —grito dándome la vuelta hacia la puerta.—Lo siento. —salgo por la puerta de nuevo con mucho calor en mi cara.

Pero la escena afuera es mucho peor. Ante mis ojos se halla un Gajeel totalmente desnudo a unos metros de mi ya en su forma humana. Algo tengo claro.

No voy a tener relaciones sexuales con él. Lo que tiene entre las piernas no es compatible con mi tamaño. Al parecer él no se ha dado cuenta de mi presencia y me deleito con la escena que me está dando. Solo le falta ponerse la camiseta cuando se da cuenta de mi presencia y se acerca trotando hacia mi.

—¿Ha pasado algo? —niego.

—Es solo que Natsu y Lucy se estaban divirtiendo en el sofá. —el calor de mis mejillas se vuelven más notorio.

—¿Has visto a Natsu desnudo? —sus ojos se vuelven dorados y sus puños se aprietan a ambos lados de su cuerpo, retrocedo por acto reflejo. Sus ojos vuelven a su tono rojo.— Lo siento no quería asustarte. No ha sido tu culpa.

Su mano se aferra a la mía y volvemos a entrar en la mansión. Esta vez están sentados uno al lado del otro, Natsu sin camiseta y con un cojín sobre sus piernas. Gajeel los mira y pasa por detrás de unas encimeras que es lo único que separa la cocina de la sala de estar.

—¿Dónde está la mochila negra? —pregunta Gajeel abriendo las armarios de la cocina.

—Pues en la cocina no. –contesta Lucy abriendo un mueble del salón, agarrando la dichosa mochila y la lanza hacia Gajeel. Este empieza a meter comida en la mochila.— ¿os fugáis?

—Es lo que vosotros queréis, tener la casa entera para vosotros, solo nos vamos durante todo el día. —lo miro levantando una ceja.

—¿Y necesitamos tanta comida?

—Hazme caso Levy, si quieres comer sí. —dice Natsu sonriendo.

—Voy a por ropa y una manta. —Gajeel sube por las escaleras con Natsu siguiéndole.

—Bueno, ¿no tienes nada que contarme? —le digo a Lucy con una sonrisa pícara.

—La que tiene que contar aquí eres tú, pero bueno que cambio tan grande.

—Siento que es un cambio muy grande, es cierto que es muy posesivo sin embargo me está demostrando que sabe controlarse. —una sonrisa se alza en sus labios.— ¿Y tú? ¿Ya no eres virgen?

Se precipita hacia a mi y me tapa la boca mirando hacia las escaleras. No puede ser, lo que estoy pensando.

—¿¡No le has dicho que eres virgen!? —grito en un susurro mirándola conlos ojos muy abiertos.

—Dilo más fuerte que se enteré. —la miro con la boca abierta.— Levy¿qué querías que hiciera? Él parece tener mucha experiencia y yo... —se detiene al ver bajar a los dos chicos.

Nos despedimos de los dos, y salimos al jardín me ayuda a colocarme la mochila en mi espalda. De nuevo vuelve a convertirse en lobo y me monta en su lomo.

Corre por el bosque a gran velocidad, sus patas golpean con fuerza la tierra. Baja la velocidad al punto de dejar de caminar. Se para mirando hacia un lado. Acaricio su pelaje detrás de las orejas y lo escucho ronronear. Me rio a carcajadas y escucho como gruñe mientras camina. Llegamos al claro del prado y la cascada. Me bajo con su ayuda, con sus dientes me quita la mochila y desaparece entre los árboles.

Giro sobre mi eje, aquí fue donde por primera vez vimos un licántropo. Un crujido a mi espalda hace que me volteé. Observo un lobo negro pero sé que no es Gajeel sus ojos son dorados y los de este lobo son morados

Todos los alfas son negros. Las palabras de Lucy hace que me ponga en alerta y retrocedo. El lobo no para de acercarse ami. Dejo de retroceder cuando estoy apunto de caer al pequeño lago que forma la cascada. Me fijo en el lobo, me gruñe y me muestra los colmillos.

¿Dónde está Gajeel cuándo se le necesita? Este lobo va a matarme, y todo se va a ir al carajo. En cambio el lobo se gira y sale corriendo hacia el bosque. Justo por el lado contrario de por donde se va aparece Gajeel que corre hacia mi.

—He visto un... —no logro termina porque él termina por mi.

—Alfa, puedo olerlo. Es el alfa de Sabertooth, pero no sabemos quien es en su forma humana. Creíamos que era Sting sin embargo no es él. Tengo un mal presentimiento. —deja la mochila en el suelo mirando por donde desapareció el lobo.

—Si perseguirlo te dejará más tranquilo. Adelante puedo esperar no me moveré de aquí. —lo miro a los ojos, su ceño se frunce y niega.

—No me agrada que otro alfa este en mi territorio y que se haya acercado a ti. Pero menos me agrada dejarte aquí sola, puede ser una trampa para que vaya detrás de él y dejarte a ti sin protección.

Saca la manta de la mochila, y esparce la comida por ella, nos tumbamos muy cerca uno del otro mientras hablamos comemos del improvisado banquete.

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¡Hola mis queridos lectores!

¿Qué tal el capítulo? ¿Les gustó? Quería decirles que no se acostumbren a que todo vaya bien, luego van a sufrir. ¿Quién cree que es el alfa? ¿Y el mago/a?

Nos leemos el viernes.

Saludos y besos de Noa-chan

La luna del alfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora