En cuanto tuvo el camino libre, JeongHan piso el acelerador y su nuevo auto salió disparado a toda velocidad. En boca de media noche, las calles se encontraban casi desiertas por lo que le fue sencillo sobrepasar a otros conductores sin necesidad de reducir la velocidad, y casi en la mitad del tiempo que le había tomado ir, ya estaba acercándose al gimnasio.
Pero no iba a entrar por la puerta principal. Las cámaras podrían captar su presencia y un auto de semejante lujo en ese barrio de mala muerte levantaría sospechas.
—Muy bien, pequeño, te quedarás aquí... —le habló al carro antes de apagar el motor en una oscura calle algo alejada del gimnasio.
Tomando su arma, la gorra y el cubrebocas de su mochila, Dark Angel abandonó su carro y, después de asegurarse que no había nadie cerca, comenzó a caminar con tranquilidad hasta llegar a la puerta trasera del gimnasio (la cual estaba oculta en un callejón de tenebrosa oscuridad).
—Veamos, ¿qué tenemos aquí? —se preguntó, alumbrando la cerradura de la puerta con la linterna de su teléfono.
Chasqueando la lengua con molestia, extrajo un pequeño imperdible de su bolsillo (el cual siempre llevaba encima en caso de que situaciones como estas sucedieran) y comenzó a forzar la cerradura; lo que no fue nada difícil.
Como siempre, nadie pareció prestar atención a lo que ocurría en aquel gimnasio; todos estaban enfocados en fortalecer los músculos de su cuerpo y preparando las apuestas para cuando los dos boxeadores llegarán al ring por lo que no habían notado la entrada de una persona por una puerta que solía estar cerrada con llave.
Era ridículo y digno de una mala película de comedia, pero era cierto.
JeongHan buscó con la mirada a su objetivo y lo vio ingresando sólo a los vestuarios. Perfecto, pensó.
Con total sigilo fue detrás de él y, corroborando que no hubiese nadie más dentro, cerró la puerta con llave. Al oír el ruido Jin Soo quiso voltear, pero el arma del sicario apoyada en su cabeza lo impidió.
—Buenas noches, Oh Jin Soo —saludó, engrosando un poco su voz para no ser descubierto. Una voz que podía parecer sensual, como si estuviera tratando de llevarlo a la cama—. ¿Me reconoces?
—Dark Angel —murmuró, mirando a la pared frente a él.
—Es un placer volver a verte —sonrió, debajo de su cubre bocas—. Voltéate y no se te ocurra hacer ningun movimiento.
Jin Soo, tieso como roca, fue moviéndose hasta quedar cara a cara con el sicario quien alzó las cejas a modo de saludo.
—Por favor, no me mates, el señor Xú dijo que aún tenía una semana para darle el dinero —suplicó, moviendo sus temblorosas manos.
JeongHan rio entre dientes, ¿dónde estaba el Jin Soo que había querido golpearlo por ganarle una apuesta? Pero claro, todos tendían a comportarse diferente frente a la persona que más parecido con la parca tenía en corea.
—El tiempo se acabó, el jefe quiere todo el dinero mañana —declaró, sin mover el arma de su entrecejo—. ¿Recuerdas a Cold Face? Debes encontrarte con él, mañana a medianoche, debajo del puente en el Rio Han.
—Pero no tengo el dinero, por favor, juro que lo tendré para el próximo sábado.
—No hay próximo sábado, Jin Soo —moviendo la cabeza de lado a lado, le quitó el seguro y apoyó la boca del arma en su frente—. Recuérdalo, mañana el dinero tiene que estar en manos del jefe, de lo contrario... tengo una bala que lleva tu nombre, aunque quizá luego tenga dos o tres, depende que tan malo sea mi humor.
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The Dark Angel (JeongCheol)
FanfictionUno es sicario durante la noche, camarero de día. Y el otro es detective de dia y boxeador de noche. Ambos se enamoran, sin conocer el verdadero trabajo de cada uno. Sin saber que estan uno detrás del otro... hasta que uno de los dos se entera. ✔Par...