La semana pasó con rapidez, el caso de Sung Mo seguía en pie con varias complicaciones. Los lugares donde él había trabajado existían realmente, pero no había señales que pudieran inculpar a sus dueños de algo ilegal. Todos estaban limpios.
Choi Min Suk no había sido encontrado hasta el momento, mucho menos el asesino de Sung Mo. Seungcheol sentía que cada momento se hallaba mas lejos de encontrar al sicario... estaba al borde de la locura.
En cambio, Jeonghan seguía tan tranquilo como siempre. Gracias a su magnifico trabajo, nadie era capaz de culparlo de algo, la mafia también se encargaba de encubrir cualquier cosa que pudiera conducir a la policía hacia el sicario... por lo que siempre se encontraba a salvo.
—Deberías descansar e hidratarte... —Hansol miraba a su hermano darle duros puñetazos al saco de boxeo que Seungcheol tenía en su casa. Estaba furioso.
—¿Como es posible que no encuentre nada? —preguntó, deteniéndo los golpes y sosteniéndose con ambas manos de las cadenas que mantenían a la bolsa colgada— Llevo una semana sin despegar mis ojos de esas malditas hojas, de ir de un lado a otro interrogando gente. Estoy seguro que hay alguien que no está diciendo toda la verdad... Min Suk no aparece por ninguna parte, la esposa de Sung Mo dice no saber sobre su paradero. Pero no le creo... ¡MIERDA!
El detective le dio un último puñetazo, logrando que el sonido del golpe retumbara en las cuatro paredes de su mini-gimnasio. Su hermano menor le lanzó la botella con agua y este la llevo a su boca, exhausto.
—Necesitas relajarte, hermano —declaró.
—Me tomé el día de hoy...
—No es suficiente. Sal, emborráchate, encuentra a alguien con quien divertirte pasando la noche en su casa... libera ese estrés que llevas en tu interior —sugirió, haciendo muchos ademanes.
El azabache se quedó pensativo unos minutos, hacía tiempo que no iba a fiestas. Cuando fue reclutado por la policía nacional, se había prometido ser la persona mas profesional y así llegar a convertirse en jefe o inspector. Aquello había hecho que sacrificara sus noches de borrachera, baile y sexo.
Al ver todos aquellos reconocimientos que había logrado por resolver casos importantes, se daba cuenta que el sacrificio había valido la pena. Sin embargo, este ultimo mes estaba siendo muy estresante para el detective; las peleas en el ring, los golpes recibidos, su mente agotada por cada uno de los casos que tomaba a su cargo... Estaba a punto de colapsar.
—Quizá no sea una mala idea... —asintió— Lo pensaré, ¿quieres ir a almorzar?
—Si, pero bañate... hueles fatal —respondió, arrugando la nariz.
* * *
Jeonghan sentía que su cabeza explotaría en cualquier momento; la gente que no paraba de llegar desde que la tienda había sido abierta, Chan que no dejaba de chillarle a sus padres (dueños del lugar, que estaban de visita supervisando todo) sobre que los empleados hacían las cosas mal, Min Kyung con sus bromas y burlas molestas... clientes insatisfechos con su comida.
—Necesito descansar, por favor... —pidió, a su jefa— No me siento muy bien...
—Bien, tu jornada de la mañana termina en una hora y media... ¿crees aguantar? —pregunto la mujer, con amabilidad— Hay tanta gente que si te vas ahora no daríamos a basto...
—Si, puedo soportarlo —le sonrió.
En cuanto la mujer se volteó para irse, el castaño suspiro pesadamente y siguió con su trabajo.
A Seungcheol se le había hecho algo habitual visitar la cafetería donde Jeonghan trabajaba para desayunar o almorzar cuando no tenía ganas de cocinar. Cuando tomó asiento, tuvo que esperar unos largo minutos hasta que los camareros se liberaran y pudieran tomar su orden.
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The Dark Angel (JeongCheol)
FanfictionUno es sicario durante la noche, camarero de día. Y el otro es detective de dia y boxeador de noche. Ambos se enamoran, sin conocer el verdadero trabajo de cada uno. Sin saber que estan uno detrás del otro... hasta que uno de los dos se entera. ✔Par...