The Dark Angel (JeongCheol)

13.

—¿Quieres venir a casa esta noche? —preguntó cuando el castaño fue a retirar sus platos y taza vacíos.

—No aceptó sexo en forma de pago —bromeó, era bueno que el lugar se haya vaciado un poco. Al menos no todo el mundo iba a escucharlo.

—Entonces tómalo como propina —Seungcheol le guiñó el ojo siguiéndole la broma—. Sólo pensaba invitarte a pasar el rato, cenemos juntos —propuso.

—Claro, suena bien —asintió—. Ahora volveré al trabajo. Ya he coqueteado con suficientes clientes por hoy.

El detective rodó los ojos sabiendo que el menor no hablaba enserio por su expresión y lo imitó; ya había pasado mucho tiempo fuera del trabajo y tenía varias personas a quien interrogar e investigar.

*   *   *

La tarde había caído, JeongHan había terminado su jornada laboral y caminaba tranquilamente por las calles de regreso a su casa. Un auto bajó la velocidad y comenzó a andar a su mismo ritmo. Al percatarse de aquello, se detuvo y miro al conductor.

—El jefe quiere hablar contigo —anunció el hombre dentro del auto.

—¿Ahora?

—Sube.

JeongHan estaba totalmente extrañado, el señor Xú nunca lo mandaba a llamar durante las horas claras, cuando el sol aún brillaba en el firnamento. Quizá tenía algo importante que hacer en la noche y no podría entregarle su paga, pero ¿por qué no esperar hasta el día siguiente?

Con una docena de preguntas en su cabeza viajó en silencio hasta arribar a la casa del Don, quien le daría la respuesta a sus preguntas. O quizá no.

—Señor Xú, ¿me mandó a llamar? —preguntó, una vez sentado frente a él en su elegante oficina.

—Si. Quería agradecerte por haberte encargado del deudor y, a su vez, preguntarte si tienes algo que contarle al hombre que te salvó la vida...

Bien, con aquella oración fue fácil comprender que el hombre sabía algo que el sicario pasaba por alto. Y, por primera vez en mucho tiempo, estaba en problemas.

—Nada que sea de suma importancia —supuso.

—De hecho, no es así —refutó—. Infiltrados nos comentaron que la policía te ha interrogado esta mañana, ¿es verdad, Dark Angel?

—Si, pero estoy libre de toda sospecha —respondió. Por fuera, su inexpresividad era la clásica de Dark Ángel, pero por dentro JeongHan temblaba como niño abandonado—. Sólo fue por seguridad, llamé a la señora Oh para confirmar mi coartada.

—Hagan pasar al infiltrado —ordenó el hombre.

JeongHan no conocía a todos en la mafia, y sin duda no conocía a este hombre. Cuando entró, lo vio vestido con su uniforme policial mientras se paraba junto al jefe con una mirada fria y penetrante.

—Dark Ángel, es el Lee Seokmin, a partir de ahora nos referiremos a él como Moonwalker —declaró.

El joven novato en la policía, aquella persona que Seungcheol había conocido como alguien que le temía por cosas que había oído de él no era mas que otro de los integrantes de la mafia. Cuya habilidad principal era una excelente actuación y coartadas.

—Cuéntale lo que has escuchado, Moonwalker.

—Efectivamente, no estás bajo una sospecha asegurada. Sin embargo el detective Choi a avanzado un poco mas con la investigación sobre ti —comenzó a hablar—. Dijo que no todo el mundo sabe su profesión y recientemente tu la has descubierto. Cubriste tu rostro al pasar junto a él y-