—¿Cómo es posible que la mafia china esté aquí en Corea del sur, actuando frente a nuestras narices, y no hayamos sospechado de ellos ni un solo segundo? —preguntó Seungcheol, recorriendo su oficina de un lado al otro, sintiéndose totalmente estúpido.
—No es algo tan lógico, hyung. —Mingyu se encogió de hombros, sintiéndose un poco mareado de ver las idas y venidas de su compañero— Tú lo has dicho; estamos hablando de la mafia China. En Corea. Hubiese sido más obvio sospechar de la mafia coreana... aunque ni paso por tu mente tampoco, ¿verdad?
—No —admitió—. Porque el gobierno tiene un pacto con la mafia coreana —confesó—. Nosotros no nos metemos en sus asuntos si ellos hacen sus cosas con discreción y no alteran a la población. Cosa que claramente los chinos no tienen idea.
—Entonces ahí tienes una nueva pista... el sicario puede ser Chino —señaló Seokmin, pensativo.
El detective cerró los ojos y se volteó a ver aquel mural donde tenía todas las conexiones con un gran signo de pregunta en el medio, el cual representaría al sicario desconocido. Por un momento creyó que lo que Seokmin había comentado podía ser una gran pista, pero la desechó al instante.
—No lo creo, si llevan tanto tiempo aquí como creo, probablemente hayan reclutado a gente coreana para hacer el trabajo sucio. Pero lo tendré en cuenta... por las dudas —añadió, a modo de consuelo al ver el ceño fruncido del novato.
—Seungcheol, los detenidos están listos para un interrogatorio —otro oficial de altura considerable asomó la mitad de su cuerpo por la puerta.
Todos salieron de la oficina y Seungcheol miró una vez más su mural para así repasar todas las pistas y no olvidar nada. Caminó con decisión por los pasillos y entró a la sala de interrogatorios para hallarse al sobrino de Hwa Seong esposado a la mesa, con cara de póquer.
—Muy bien, Seo Kyu, atrapamos tu padre y a ti con las manos en la masa —declaró, cerrando la puerta detrás de sí—. No habrá abogado en el mundo que los salve de esta. Hemos estado investigando y ya has tenido varios cargos por consumo y distribución de droga, robos a mano armada y peleas en diferentes bares de la ciudad, vaya a saber uno cómo se libraron de esa.
—Mi tío tenía sus contactos.
—La mafia china debió haberles salvado el pellejo más de una vez y aun así tuvieron las agallas de robarles, ¿no es así? —preguntó.
—Nosotros no hemos robado nada.
—¿No? Entonces debo suponer que la aquel cóctel de droga y armas que encontramos en el armario no es más que una donación caritativa a su familia...
—Claro que no, la mafia no hace donaciones. Vende droga y armas —respondió sin entender el sarcasmo en la voz del azabache.
—¿Qué más sabes de la mafia?
—¿Cree que diré algo? —rio— Aprecio suficiente mi vida como para delatarlos.
—Escucha una cosa: te van a caer de cinco a diez años de cárcel por consumir y distribuir droga, sumandole un par de años más por todos los robos que tu y tus parientes han cometido... sin embargo puedo hacer que te reduzcan la condena y si colaboras con nosotros y dices todo lo que sabes acerca de la mafia.
Seungcheol dio vuelta la silla y se sentó apoyando el pecho y los brazos sobre el respaldo, mirando fijamente al acusado e intentando persuadirlo. Más este empezó a reír a carcajadas, negando con la cabeza.
—El papel de policía bueno no te queda... ¿crees que no se que intentas persuadirme? —dijo sin dejar de reir— Se que lo máximo que reducirán serán unos pares de meses, un año como mucho. Ya he recibido amenazas de que si hablo me mataran y, como te he dicho, aprecio mi vida.
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The Dark Angel (JeongCheol)
FanfictionUno es sicario durante la noche, camarero de día. Y el otro es detective de dia y boxeador de noche. Ambos se enamoran, sin conocer el verdadero trabajo de cada uno. Sin saber que estan uno detrás del otro... hasta que uno de los dos se entera. ✔Par...