6.

294 47 6
                                    

—Creí que no vendrías... o al menos eso dijiste tu.

Al terminar de vendar sus heridas faciales, Seungcheol se alejó un poco de él y lo miró con una sonrisa. El castaño simplemente se encogio de hombros.

—También lo creí, tenía cosas que hacer pero me desocupé antes del tiempo estimado y aquí estoy.

—De todas maneras, comenzaste a venir hace poco, ¿verdad?

—De hecho... si, hace sólo unos días.

—No deberías venir aquí...

—¿Por qué no? —JeongHan alzó las cejas, mirando al boxeador que tenía sus ojos fijos en su rostro.

—Es peligroso, mira lo que te ha pasado —respondió, señalando su rostro—. Esto a sido sólo una paliza, pero si sigues metido en esto, te harán pedazos... sé lo que digo.

—Y yo sé lo que hago —replicó con indiferencia—. Agradezco tu preocupación, pero creo que no nos conocemos lo suficiente como para que me digas lo que me conviene y no hacer...

—Tienes razon, lo lamento.

A veces, el Seungcheol policía que se preocupaba por el bienestar los ciudadanos salía a flote cuando no estaba trabajando, sin su concentimiento. El mismo se había prometido dejar de lado su personalidad de policía-detective una vez que su traje estaba colgado en su armario, debía ser un Choi Seungcheol normal, sin intentar detener los problemas que no le incumbían.

Levantándose del asiento donde estaban los dos, el azabache revolvió su bolso en busca de su protector bucal.

—¿Te quedarás, entonces? —preguntó, sin mirarlo. JeongHan tarareó una respuesta positiva en lo que se levantaba también—. Si vas a apostar, no lo hagas por mi... no estoy en mi mejor momento.

—No lo haré, dudo quedarme hasta el final —afirmó.

Con esa ultima oración dicha, Jeonghan abandonó los vestuarios y volvió al gimnasio. Con la mirada busco a Jin Soo y afortunadamente no lo vio; si el sujeto veía su rostro herido justo donde él había golpeado a Dark Angel, se daría cuenta de quien era el sicario en realidad.

Tomando asiento en una de las maquinas para hacer pesas en desuso, el castaño esperó a que la pelea en el ring comenzara y poco después el arbitro presentó a los competidores dando inicio a la pelea; Jeonghan pudo ver como Seungcheol empezaba peleando con toda su energía al máximo, sin embargo, al pasar los minutos se notaba que su rendimiento no era el mejor. Se había cansado rápidamente.

El azabache recibió un buen golpe en el rostro que hizo que cayera al suelo y varias personas maldijeran, mientras que otras festejaban la inminente victoria de su contrincante. El sicario hizo una mueca sintiendo el dolor del boxeador y giró la vista; cuando sus ojos se posaron en la otra punta del gimnasio, avistó a Jin Soo saliendo de una de las oficinas de administración.

—Mierda... —murmuró.

En un rápido pensamiento, tomó su teléfono y se levantó fingiendo recibir una llamada y le dio la espalda a Jin Soo comenzando a caminar hacia la puerta principal; no podía salir por el mismo lugar que había entrado como Dark Angel, tampoco podía ir por sus cosas a los vestuarios.

Aun conservaba la llave, su arma y ropa estaban a salvo. Iría por ellos al día siguiente. 

El reloj de su celular marcaban las dos menos diez de la mañana, hace una hora que debía estar en el lugar donde escondería su nuevo carro y se encontraría con el chófer que lo transportaría hasta su casa. Apretó el paso y caminó por las lúgubres calles de ese horrible barrio hasta dar la vuelta y encontrar su auto justo donde lo había dejado... sano y salvo.

The Dark Angel (JeongCheol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora