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Seungcheol y su compañero abandonaron la comisaría tan rápido como se desocuparon, si la autopsia tenía datos importantes sobre el hombre y su asesino, no debían esperar.

El auto policial, conducido por el detective, rápidamente llegó al hospital forense de la ciudad. Ambos se adentraron al edificio y se dirigieron a la morgue donde los esperaba el médico legista con los resultados de la autopsia.

—Detective Choi y Oficial Kim, venimos en busca de los resultados de la autopsia de Kim Sung Mo—anunció el azabache, mostrando sus placas al guardia frente a las puertas de la morgue.

Al cederle el paso, Seungcheol le agradeció con un movimiento de cabeza y entro a la helada habitación. Un escalofrío recorrió su cuerpo pero no logró identificar si se debió a la baja temperatura o a la mala vibra del lugar.

—Un gusto, mi nombre es Lee Hyuk Jae soy el medico legista a cargo de esta autopsia —comentó, estrechando las manos de los oficiales antes de conducirlos junto al cadáver—. Lamentablemente no se encontró ninguna muestra del ADN del asesino; registramos sus uñas, ropa y cuerpo cualquier muestra de ADN ajena a Sung Mo que nos ayudaran a identificar a un posible culpable, pero hallamos otras cosas que quizá puedan ayudarlos con la investigación.

—Adelante...

Seungcheol trató de no demostrar su total fastidió al saber que, una vez mas, el famoso sicario había actuado exitosamente. Presto atención a los papeles que el medico legista le entregó mientras oía lo que tenía para decir.

—A juzgar por los estallidos y arrancamientos cutáneos, producidos por los gases de la pólvora quemada, el disparo fue a bocajarro. Encontramos restos de la bala y pólvora en su cráneo pero no logramos identificar de que clase de arma procede —explicó—. Tomamos muestra de su orina pinchando su vejiga, ademas de las muestras de humor vítreo y el contenido gástrico y en el análisis toxicológico encontramos resultados positivos de benzoilecgonina. Uno de los compuestos principales de la cocaína.

—Perfecto, eso nos ayuda a comprobar una de mis teorías —le dijo Seungcheol al moreno, quien asintió.

—Lo único que nos falta encontrar es a quien le suministraba los paquetes de cocaína, el nombre del lugar no aparece en nuestros datos, en internet o el mapa —suspiró Mingyu.

—Le informaremos al jefe, la esposa de la victima debe saber algo —afirmó—. De todas maneras pediré una orden de allanamiento para buscar mas datos que nos ayuden a llegar a algo concreto.

El detective y su compañero agradecieron al forense por su arduo trabajo y salieron del hospital. Nuevamente camino a su trabajo.

[...]

Jeonghan pasó la mañana trabajando tranquilamente como siempre; bromeando con Min Kyung, poniendo en su lugar al malcriado Chan y sonriéndole coquetamente a los clientes. No era que le interesaran, pero había descubierto que las mujeres dejaban mejores propinas cuando les coqueteaba.

A media mañana fue cuando vio a Seungcheol entrar en la cafetería y sentarse en el mismo lugar que la ultima vez. Le sonrió a la lejanía en forma de saludo y esperó a terminar con la orden de un cliente para ir con él.

—Tu contrincante fue claramente mas fuerte... —comentó, al acercarse—. Debí apostar, hubiese ganado dinero —hizo una mueca.

—De todas maneras, te fuiste antes de que terminara —dijo, con indiferencia.

—Que observador eres —respondió el castaño, levantando una ceja—. ¿Que vas a ordenar?

—Dos capuchinos, de esos que tienen salsa de caramelo encima, son para llevar —comentó, sacando su billetera para pagar.

The Dark Angel (JeongCheol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora